Por La Opinión Popular - 18-03-2025 / 12:03
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO
¿Por qué Frigerio pretende obtener su reforma electoral sin acordar con el PJ?
El gobierno de Rogelio Frigerio impulsa una reforma electoral, subestimando al Peronismo, que es inoportuna en momentos en que Entre Ríos atraviesa una grave crisis social. Ante el crecimiento de la pobreza, la indigencia y el desempleo, consecuencia de las políticas anarco capitalistas de Javier Milei, acompañado acríticamente por Frigerio, un debate, sin urgencia ni necesidad, sobre la reforma electoral es solo una "cortina de humo".
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO
¿Por qué Frigerio pretende obtener su reforma electoral sin acordar con el PJ?
El gobierno de Rogelio Frigerio impulsa una reforma electoral, subestimando al Peronismo, que es inoportuna en momentos en que Entre Ríos atraviesa una grave crisis social. Ante el crecimiento de la pobreza, la indigencia y el desempleo, consecuencia de las políticas anarco capitalistas de Javier Milei, acompañado acríticamente por Frigerio, instala un debate, sin urgencia ni necesidad, sobre la reforma electoral que es solo una "cortina de humo".
Y lo es para no atender y tapar las cuestiones de enorme gravedad que afectan Entre Ríos, como: la pérdida de miles de puestos de trabajo, la caída del poder adquisitivo de los trabajadores estatales y docentes con aumentos por debajo de la inflación, el retroceso de la actividad económica, el calvario del sector empresarial por el achicamiento del mercado interno debido a la recesión en todos los sectores provinciales. La discusión sobre la reforma electoral no es una prioridad para las necesidades de los entrerrianos.
El oficialismo provincial padece y le sale carísimo, en términos financieros, el "no hay plata" que instaló Milei cuando asumió, y que se mantendrá sin alteraciones para Entre Ríos durante 2025. El no tratamiento del Presupuesto nacional es una pésima noticia en términos institucionales. Y en la práctica es peor aún para las arcas provinciales. Los millonarios fondos que la Nación no envía a la Caja de Jubilaciones seguirán dependiendo de una negociación política que hoy no existe. La discrecionalidad será un signo distintivo de Milei en el año electoral que está a nada de comenzar. Los reclamos de Entre Ríos seguirán sin respuestas y carentes de recursos.
A esto se suma la ausencia de gestión del gobierno de Frigerio, la falta de contención de los sectores más vulnerables de la sociedad, la orfandad absoluta de respuestas concretas a los reclamos de los pequeños y medianos empresarios y productores, al igual que la carencia de recursos económicos para obras, consecuencia de su apoyo obsecuente al proceso de ajuste cruel que implementa Milei, condicionan la administración provincial, que, ante la ausencia de políticas concretas, asumen una gestión marcada por la "construcción del relatos" para no discutir la realidad. Uno de los "versos" que desarrolla es el de la "modernización política", para "terminar con el pasado". En realidad, la reforma electoral que promueven no le cambia la vida a ningún entrerriano y solo son un maquillaje discursivo para ocultar un contexto social agobiante.
La reforma electoral no es un problema real hoy en la democracia entrerriana. Ninguna elección provincial desde 1983 a la fecha fue denunciada por fraude. La transparencia del sistema electoral nunca estuvo discutida en Entre Ríos. El sistema político no es motivo de cuestionamiento de la ciudadanía. Hubo alternancias, tuvo sus victorias la UCR, ganó el peronismo y en las últimas elecciones triunfó el PRO y no existieron en ningún caso incidentes de gravedad institucional motivados por cuestionamientos al resultado electoral. Argumentos falsos como el robo de boletas, voto cadena, maquinarias electorales destinadas a falsificación de boletas, etc., son leyendas políticas añejas o simples denuncias mediáticas que jamás fueron documentadas ni avanzaron en sede judicial.
La Boleta Única de Papel (BUP), eje de la reforma electoral que impulsa unilateralmente el frigerismo, sin tener en cuenta las opiniones o puntos de vista de la oposición, favorece la individualización de la política, en detrimento de los partidos. Es más importante una "cara conocida" que una organización que defienda un proyecto político y una gestión de gobierno. Este sistema es funcional al anti peronismo, que es una mezcolanza política confusa unida sólo por su gorilismo, en el cual, por ejemplo, Bullrich es ministra de Milei pese que la acusó de ser "asesina de niños" o Frigerio que contiene a libertarios, socialistas y radicales cuyo único vinculo es su antiperonismo y su ambición de tener un cargo en el gobierno.
El sistema de la BUP prioriza el conocimiento mediático de candidatos por encima de las estructuras políticas, esto se vincula con la capacidad de "instalar" en los medios a determinadas figuras, cuestión que es más fácil para quienes tienen el gobierno y los recursos económicos del Estado. La BUP genera confusión en los votantes por la cantidad de candidatos incluidos en la boleta y el tamaño que puede llegar a tener, cuestiones que no están previstas en el proyecto. La experiencia de provincias que usaron el sistema es que hay más votos en blanco o nulos adicionales porque una parte de los ciudadanos no saben usarlo. Por ejemplo, ponen una cruz en un candidato y por ahí también en otro de la misma categoría, o ponen la cruz en un candidato de una categoría y no lo ponen en otras.
Se necesita capacitación de los ciudadanos y de los fiscales, algo que no aparece posible con un Frigerio que no atiende obligaciones esenciales del Estado, otorga a trabadores estatales aumentos salariales groseramente por debajo de la inflación y no ha comprado vacunas para el dengue siquiera. Si la capacitación y difusión del nuevo sistema electoral depende de Frigerio que va en sintonía con el desquiciado Milei, quien promueve el abandono del Estado de sus responsabilidades, los recursos para aprendizajes en el nuevo sistema electoral serán nulos o insuficientes.
El plan de Frigerio con la BUP pone restricciones a la cantidad de adhesiones de precandidaturas que se puedan hacer en las elecciones primarias dentro de cada fuerza política. Esto implícitamente es negar la posibilidad presentarse o al menos confinarla considerablemente, algo que es antidemocrático y violatorio del derecho constitucional electoral pasivo.
Igualmente, el oficialismo diseña un modelo en el cual todos puedan traccionar en favor del candidato a gobernador pero no a la inversa o hacia debajo de las candidaturas, en una clara definición política en favor de la hipotética candidatura a la reelección de Frigerio. Según el proyecto, un precandidato a intendente sólo puede optar en las PASO por un precandidato a gobernador de su partido. En cambio, el precandidato a gobernador puede sumar a todas y todos los precandidatos a intendentes que quiera.
Es falso que con la BUP exista una menor necesidad de fiscalización para garantizar la transparencia de los comicios. La boleta única no va a eliminar la necesidad de contar con fiscales ya que un error con la birome puede anular el voto. Se va a necesitar la misma cantidad de fiscales que con el actual sistema. Los partidos políticos son, conforme el sistema constitucional, los garantes, junto con el Estado y el gobierno de turno, de la organización de la elección.
Tampoco es cierto que el sistema sea más económico que las boletas de partidos, ya que la impresión puede volverse más costosa por las dimensiones de la BUP como la menor disponibilidad de imprentas para su confección. Entonces, lo que se ahorra en cantidad de boletas de partidos, se gasta en impresiones más costosas por el tamaño que tiene que tener la boleta, sumado que debe ser de un papel de mayor calidad para no correr el riesgo de que se rompa. El costo final de la boleta única de papel no significará un ahorro.
El proyecto de reforma electoral de Frigerio no es claro respecto a un tema central: el financiamiento de la campaña. No está explicitado el monto económico del que deberá disponer el Estado entrerriano para este fin. Del mismo modo, no resulta claro el control de esos fondos. Se le asigna el manejo de la cuestión al Poder Ejecutivo sin una vigilancia formal de los partidos. Sin control transparente y con las atribuciones en cabeza del Ejecutivo provincial mediante la creación de una Dirección Provincial Electoral en el ámbito del Ministerio de Gobierno, se construye un escenario inclinado que será favorable al oficialismo.
No existe regulación alguna en relación a la propaganda política en redes sociales, liberando la situación a la dinámica que imponen las "leyes del mercado", lo que devienen en facilidades a quienes detenten el poder de turno. Las "fake news", la difusión de campañas difamatorias y demás mecanismos sucios encuentran en las redes sociales el cauce de implementación. Resulta incomprensible que en 2024 y luego de procesos tan recientes e impactantes de campañas sucias libertarias este tema no se aborde en un proyecto de reforma electoral. Tampoco se mejora la regulación al uso del Estado en las campañas, facilitando que se haga proselitismo con recursos del Gobierno.
Cuestiones de la coyuntura política como definiciones institucionales de fondo tampoco tienen consenso. La adhesión al reciente sistema nacional de la BUP o la adopción de un sistema diferente de la misma puede generar confusión electoral si se aplican dos boletas distintas en una misma elección. La fecha de elecciones, el plazo para convocarla o la posibilidad de pegado o desdoblamiento respecto a las elecciones nacionales, en manos de Frigerio, son facultades excesivas que lo benefician y siguen sin consensuarse. Si alguien en el PJ olvida esto, podría pagarlo caro en el futuro. Que la oposición no se quede callada a la hora de poner el grito en el cielo.
La Opinión Popular