Por La Opinión Popular - 18-03-2025 / 12:03
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
¿Frigerio reclamará en serio que Milei pague su enorme deuda con Entre Ríos?
El gobierno de Rogelio Frigerio confirmó la determinación de adherir al "Régimen de Cancelación de Obligaciones Recíprocas", mediante el cual el Ejecutivo Nacional promete supuestamente cancelar sus deudas con las provincias. ¿Se plantará en serio esta vez el gobernador para que Javier Milei pague las cuantiosas obligaciones de la Nación con Entre Ríos, por el creciente impacto negativo que dichas acreencias producen hoy en las finanzas provinciales? Sería fortalecer el federalismo del interior.
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
¿Frigerio reclamará en serio que Milei pague su enorme deuda con Entre Ríos?
El gobierno de Rogelio Frigerio confirmó la determinación de adherir al "Régimen de Cancelación de Obligaciones Recíprocas", mediante el cual el Ejecutivo Nacional promete supuestamente cancelar sus deudas con las provincias. ¿Se plantará en serio esta vez el gobernador para que Javier Milei pague las cuantiosas obligaciones de la Nación con Entre Ríos, por el creciente impacto negativo que dichas acreencias producen hoy en las finanzas provinciales? Sería fortalecer el necesario federalismo del interior.
El Fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, explicó que la principal deuda que tiene el Gobierno Nacional con la provincia es por los fondos para la Caja de Jubilaciones. Agregó al listado, recursos por la obra pública que Milei cortó y por excedentes de Salto Grande. El fiscal de Estado valoró positivamente la propuesta: "Yo creo que le sirve a todas las provincias", pero aclaró enseguida que Entre Ríos no tiene compromisos en mora con Nación.
Esas acreencias suman alrededor de 150 mil millones de pesos por conceptos previsionales, una masa salarial, y unos 2.500 millones por los intereses devengados por la falta de pago de excedentes de Salto Grande durante la gestión Milei. Además, Entre Ríos reclama los recursos faltantes para atender los contratos firmados por Nación para la realización de obras en la provincia, que se estimó en 10 mil millones.
Esta fue la "contribución" de Frigerio al déficit cero y al draconiano y cruel ajuste fiscal ejecutado por Milei. Sin esos recursos, la de Frigerio es una gestión paralizada de antemano en un Entre Ríos abandonado. Con funcionarios porteños que residen en la provincia de martes a jueves, porque no tienen nada que hacer. No hay obra pública, no hay mejoras en la economía, hay conflicto con los docentes y los salarios estatales son misérrimos.
Según Rodríguez Signes, el Régimen de Cancelación, al que considera un canal válido, establece plazos de más o menos un año, para llegar a un acuerdo. Y después hay que cobrar. A esta altura del partido, en la Casa Gris ya deberían darse cuenta de que Milei no pagará sus deudas con la Provincia sino se planta, con el conjunto de los gobernadores, porque la Corte Suprema no mueve un dedo.
El régimen propuesto es un "engaña bobos" que no representa ninguna solución. Frigerio -como otros gobernadores- deberían darse cuenta que se trata solo de una estrategia nacional para dilatar por muchos meses esos pagos sin que la Corte Suprema de Justicia intervenga. Entre Ríos tiene demandas por la falta de actualización de los recursos previsionales y por obras que debía pagar la Nación y pagó la Provincia. Y están cajoneados en la Corte.
Difícilmente este régimen ideado por el ministro Luis "Toto" Caputo solucione los problemas y evite el conflicto institucional entre las 13 provincias, entre ellas Entre Ríos, que no transfirieron sus cajas y la Nación. Milei no mandó un peso en 2024 y se sospecha que será 0 el aporte para 2025. Pero lo que es seguro es que la dilación complicará al extremo y en el corto plazo el pago de las jubilaciones provinciales. Problema del interior federal, ganancia para el centralismo porteño: así funciona la gobernabilidad en la era Milei.
Lo que hace difícil, sino imposible el acuerdo de Frigerio con Milei, es que este es un fundamentalista del anarco capitalismo y lo convierte en programa de gobierno. Eso lo hace un extremista, con quien no se puede negociar. Él insulta y humilla, con violencia verbal y gestual. Esa actitud bestializada es la que atrae a un sector de la sociedad que está harta de todo. Milei vomita odios a supuestos culpables de todos los males y se propone destruir el Estado y la democracia. El dialogo, la negociación y la mesura no le atraen. Pero, para Frigerio, las "formas de Milei no son prioridad", en alusión a las humillaciones, amenazas e infamias habituales.
Lo predominante en Milei es la cultura política autoritaria, sólo cree en la imposición y el ataque como modo de gobierno. Dialogar, negociar, consensuar es sinónimo de transar, de traicionar. Mientras, lo único que parece interesarle a Frigerio es que el PRO y LLA confluyan en las legislativas 2025 para enfrentar al peronismo. De ahí su actitud tolerante frente a las deudas del libertario.
También coincide con Milei en aferrarse solo a datos macro económicos para justificar los "logros" de la gestión nacional: superávit fiscal, baja de la inflación y del riesgo país, el blanqueo de capitales, el pretendido crecimiento de las reservas del Banco Central. Sin embargo, una inmensa mayoría de la sociedad no se beneficia de ese cuadro y lo que registra es que su situación ha empeorado, cada vez son más los hogares que enfrentan problemas serios para cubrir sus necesidades de alimentación.
La relativa desaceleración inflacionaria no está teniendo efecto sobre las condiciones sociales de las familias entrerrianas. No sólo no se han observado mejoras significativas, sino que algunos indicadores han experimentado un deterioro preocupante en los últimos meses, mientras otros se han estancado en un nivel crítico. En octubre, muchas familias entrerrianas accedieron a los alimentos básicos con algún tipo de ayuda estatal, como la asignación universal por hijo o la tarjeta Alimentar.
Redondeando, el 58% de las familias tuvo dificultades para acceder a una canasta mínima de alimentos, y en casi la mitad de los hogares (49%) algún integrante suprimió una comida por razones económicas. Nueve de cada 10 hogares financiaron la compra de alimentos a través del fiado (42%), del uso de tarjetas de crédito (37%) o de préstamos de familiares o de amigos (10%). Una realidad que se vive en muchos barrios de la provincia. No en el movimiento en las grandes cadenas de supermercados, sino en lo que pasa en almacenes, despensas y autoservicios de suburbios, donde se palpa la crisis socioeconómica con mayor claridad. Una crisis que repercute en forma negativa sobre las ventas: el mes pasado los almaceneros vendieron casi 25% menos que en octubre de 2023.
En los estudios del Indec y de distintos organismos especializados, la mitad de los entrerrianos se encuentra por debajo de la línea de pobreza. La canasta básica total para una familia tipo ya superó la barrera del millón de pesos. La licuación de salarios, jubilaciones y planes sociales, que instrumentó Milei y que Frigerio apoya, provocó no sólo una significativa pérdida del poder adquisitivo, sino, además, un inquietante efecto secundario: el cuentapropista, el empleado informal, quien vive de changas, todos ellos tienen muchos menos ingresos que hace un año.
Mientras en algunos sectores formales de la economía la actividad parece haber tocado un piso y rebotado levemente, en otros, algunos incluso formales, la situación sigue agravándose. Estamos, entonces, frente a dos Argentina. Milei se refiere en su discurso sólo a una de ellas: la de las ganancias de los ricos empresarios que le permite darse la razón. La otra, la de los trabajadores, queda relegada al discurso de la oposición, que la esgrime para juzgar al Gobierno.
El gobernador no ha sido claro respecto de qué lo diferencia de Milei. Frigerio puede compartir y apoyar la necesidad de restauración de las variables macroeconómicas, el equilibrio fiscal, pero no a los hachazos. Al mismo tiempo, debería cuestionar que no haya aún, y con 10 meses ya de recorrido, un plan productivo. La reivindicación de la obra pública, pilar del desarrollo industrial y la generación de empleo, también debería ser una diferenciación con Milei. Lo que necesita Entre Ríos es un programa económico que haga posible un desarrollo sostenible que reduzca al mínimo la pobreza y las desigualdades actuales. Y el gobernador debería explicitarlo ya.
La Opinión Popular