Entre Ríos - 06-04-2025 / 19:04
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO
Frigerio prende velas para que Milei acuerde ya con el FMI
Milei trasladó primero a la política y luego al plano institucional la idea de la motosierra, un "vamos por todo" porteño anti federal y despreciativo de los gobernadores que lo salvaron demasiadas veces de un desenlace como el de este jueves en el Senado. En ese marco, Frigerio tiene un plan: un acuerdo con el FMI le permitiría conseguir avales de la Nación para tomar deuda y cumplir con los vencimientos de sus créditos. Está convencido de que con esto y haciendo "buena letra" con Milei, como si fuera su empleado, intentará seguir en el poder provincial después del lejano 2027. Por eso, prende velas para que Milei acuerde, de una vez por toda, con el FMI y la calma vuelva a los mercados. La política después se arregla, especula.
Donald Trump dejó plantado a Javier Milei en su propia casa de Miami. El libertario se fue desahuciado porque no pudo conseguir una foto con Trump, a pesar de que el presidente yanqui se encontraba en el predio. En consecuencia, el riesgo país superó los 940 puntos junto a la suba del dólar, la alarmante perdida de reservas y la caída promedio de 10% del Merval. Luego de varios meses de relativa calma, el dólar volvió a ser el refugio preferido de inversores y especuladores. En un clima político intrincado por el rechazo a los dos postulantes que Milei quiso meter por la ventana a la Corte Suprema de Justicia y las peleas internas por las próximas elecciones legislativas, quienes tienen responsabilidad de gestión, como Rogelio Frigerio, deben mirar lo principal por sobre lo accesorio: la inestabilidad de los mercados genera incertidumbre política y viceversa.
El de Milei no es el mejor gobierno de la historia ni de cerca. Néstor Kirchner, por citar un caso, le pasa el trapo de manera apabullante: crecimiento económico a tasas chinas; desarrollo de la industria nacional y contracción del desempleo; paritarias libres, mejoras salariales en la mayoría de las actividades, que superaron la inflación; promoción del consumo interno, tipo de cambio alto y competitivo, superávits paralelos (fiscal y comercial), desendeudamiento total con el FMI, entre las más importantes. Lo de Milei es la historia repetida los gobiernos neoliberales que tienen como principal enemigo la escasez de dólares por la "bicicleta financiera" y la apertura indiscriminada de las importaciones. A la inestabilidad de los mercados, Milei le agregó peligrosos errores políticos.
Los gobernadores empezaron un estado asambleario en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para hacer catarsis ante la baja de la actividad económica y la caída de la recaudación de las provincias y fastidiados con Milei porque cortó el envío de fondos a las provincias. Este sólo giró el 3% de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que tenía disponibles para mandar a las provincias en el primer trimestre. De los 811 mil millones de pesos que tenía la cuenta de ATN, sólo se desprendió de 25 mil millones. Lo que genera una fuerte incertidumbre en el interior federal.
No es exagerado hablar en este momento de un panorama económico dramático para las provincias. La gestión de Milei está en una encerrona tan profunda como tuvieron otros presidentes neoliberales: Fernando de la Rua y Mauricio Macri, a quienes ni siquiera la ayuda del FMI los salvó. Por eso, entre los gobernadores, sobrevuela un clima de preocupación que se alimenta con la incertidumbre que generan las siempre complicadas negociaciones con el FMI.
En las últimas dos semanas, las comunicaciones entre los gobernadores fueron intensas. No hubo distinciones ideológicas. Todos hablan con todos y hay un denominador común: la preocupación por la marcha de la economía. Y porque los argentinos en general se irritan cuando se habla de negociaciones con el FMI, dólar libre en ascenso y promesas del Gobierno de que todo se calmará cuando se firme el polémico acuerdo y vengan los desembolsos, que nunca resuelven los problemas. Y las exigencias del FMI solo provocan mayor endeudamiento, achicamiento del Estado, apertura total a las importaciones, destrucción de la industria nacional, mayor desempleo y facilitan el carry trade y la fuga de capitales. O sea, la política neoliberal que Frigerio siempre ha sostenido.
Frigerio debe ser uno de los tantos gobernadores que no entienden cómo un presidente que aplica el "ajuste más grande de la historia", como se ufana Milei, tenga respaldo, al menos hasta fines de enero pasado. Errores de la gestión libertaria, como el escándalo de la estafa cripto, los discursos inflamables y discriminatorios con algunos sectores sociales y la dura derrota en el Senado por los integrantes para la Corte Suprema llevaron a esta realidad: Milei, el presidente con menos apoyo parlamentario, afronta inestabilidad de los mercados en medio de una áspera negociación con el FMI. Además, de una caída en los niveles de apoyo, según los sondeos de opinión.
Frigerio no tiene margen para regocijarse del evidente debilitamiento de Milei. Más allá del optimismo que muestra el gobernador en sus discursos, y que también difunden sus funcionarios más cercanos, la gestión frigerista enfrenta sus propios problemas. El principal es la fuerte dependencia de recursos respecto del poder central. El gobernador debe afrontar los vencimientos en dólares de la Provincia, lo que obligaría a su administración a sólo pagar deudas. Ni hablar de la realización de grandes obras públicas.
La deuda es herencia de la gestión anterior, por las obras que en su momento ejecutó Gustavo Bordet. Aquel ambicioso plan de infraestructura era totalmente necesario para la provincia. En este sentido, Frigerio no tiene lugar para el pataleo. Porque cuando fue ministro de Macri impulsó el endeudamiento en dólares de las provincias y ahora mandó a votarle todo a un loco que iba a destruir el Estado y hacer el ajuste sobre los jubilados y las provincias.
Desde que asumió hace más de un año, Frigerio logró reanudar una relación con el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, y evitar los cruces con los libertarios. Se ubica entre los mandatarios más "dialoguistas". En realidad, se trata de gobernadores que buscan desesperadamente algún tipo de asistencia de la Nación. El mandamás entrerriano espera que Milei cierre el acuerdo con el FMI para salir a colocar bonos de deuda en pesos en el mercado local, para comprar dólares y afrontar los vencimientos de la deuda local.
El posicionamiento de Frigerio en su relación con la Casa Rosada es el fiel reflejo de una situación incómoda: un Milei fortalecido en las encuestas es una amenaza para las provincias. A la inversa, un presidente débil y con un plan económico en dificultades puede arrastrar a todos a otra de las recurrentes crisis que ya padeció el país. El gobernador es consciente que de una crisis profunda no se salva nadie. Menos quienes tienen responsabilidades de gobernar.
Milei trasladó primero a la política y luego al plano institucional la idea de la motosierra, un "vamos por todo" porteño anti federal y despreciativo de los gobernadores que lo salvaron demasiadas veces de un desenlace como el de este jueves en el Senado. En ese marco, Frigerio tiene un plan: un acuerdo con el FMI le permitiría conseguir avales de la Nación para tomar deuda y cumplir con los vencimientos de sus créditos. Está convencido de que con esto y haciendo "buena letra" con Milei, como si fuera su empleado, intentará seguir en el poder provincial después del lejano 2027. Por eso, prende velas para que Milei acuerde, de una vez por toda, con el FMI y la calma vuelva a los mercados. La política después se arregla, especula.
La Opinión Popular
CONTEXTO NACIONAL
Lo ilegal en la Corte, lo alarmante en el FMI y lo patético en Mar-a-Lago
El gobierno de los hermanos Milei cumplen un tercio de su mandato en Casa Rosada. La última semana ofrece un elocuente cuadro de situación. La secuencia incluyó un discurso mal leído y entreguista sobre las Islas Malvinas, digno de un traidor a la Patria, una derrota abrumadora en el intento de designar dos cortesanos de currículum impresentable, la insistencia del Ejecutivo en que un intruso permanezca en el máximo tribunal y un viaje malogrado a Mar-a-Lago para conseguir una foto de apuro con Donald Trump.
Con el mundo en vilo por el golpe comercial del presidente republicano y los activos argentinos en caída libre, Luis Caputo ofició de fan del "rockstar total" Milei en la enésima cumbre ultra derechista a la que asisten. "Al menos, el viaje sirvió para que Toto no le diera otra entrevista a (Luis) Majul", razonó un operador financiero entre los más convencidos defensores del plan económico, que no obstante objeta la pericia retórica del ministro.
La desesperación que denotó el viaje de Milei es entendible. Si el FMI no arroja otra montaña de dólares al país que ya es, por lejos, su principal deudor, el Gobierno de los hermanos Milei estará acabado. Pero España se suma al grupo de países que resiste el salvataje a Milei y se agrava la interna en el FMI por Argentina. El director del gobierno de Pedro Sánchez se sumó a las críticas de los representantes de China, Brasil y Holanda en la reunión informal del FMI para tratar el nuevo préstamo de USD 20 mil millones a la Argentina. La guerra comercial desatada por Trump contra sus aliados históricos de Europa y Asia erosiona su influencia en el FMI.
Peluca en EE.UU. sin foto y sin pliegos
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que mientras el frenesí arancelario yanqui pone al mundo patas para arriba, Javier Milei se lame las heridas de una semana que empezó a todo optimismo con el dato de la supuesta caída de la pobreza, se fue complicando con la falta de respuestas del FMI y terminó con un desaire de Donald Trump y el rechazo del Senado a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
El Gobierno nacional empezó la semana envalentonado por la publicación del informe del INDEC que señaló una muy pronunciada reducción de la pobreza. En el segundo semestre del año pasado fue de 38,1%, muy por debajo de los casi 53% del primer semestre de ese mismo año e incluso por debajo de los 41,7 puntos de diciembre de 2023. Siempre según la estadística del INDEC. El dato fue cuestionado desde el punto de vista técnico por especialistas en estadística con los mismos criterios con los que se suelen objetar las mediciones de la inflación. No representan la realidad.
Pero, contrariamente a lo que sostienen el presidente y muchos de sus acólitos, no fue el primero en reducir la pobreza en algún momento de su mandato. No hace falta ir muy atrás en el tiempo para encontrar antecedentes, Alberto lo logró en 2021 y Macri en 2017. Pero en ambos casos fueron resultados parciales, tendencias que se revirtieron rápidamente cuando sus planes económicos fracasaron.
Es justamente la sostenibilidad del modelo actual lo que genera dudas entre los analistas. La política cambiaria es el aspecto más cuestionado. No es la primera vez que en Argentina se usa al dólar como ancla para reducir la inflación con resultados iniciales, pero las experiencias anteriores no terminaron bien.
El ancla cambiaria es una de las objeciones centrales que plantea el FMI cada vez que analiza el caso argentino. Lo volvieron a hacer esta semana cuando se reunió el directorio del organismo internacional para abordar la cuestión, pero no se lograron mayores avances.
Milei pide 20 mil millones de dólares y pretende que la mayor cantidad posible de ese dinero sea girado en el primer desembolso. Pero a los técnicos del organismo de crédito no les simpatiza la idea de que el Gobierno anarco capitalista utilice los dólares para sostener el tipo de cambio. El estrepitoso fracaso del crédito otorgado a la administración Macri - Caputo, cuando 45 mil millones de dólares se fueron por la alcantarilla de la especulación financiera, sienta un precedente difícil de obviar.
El directorio del FMI se reunió en Washington con el objetivo de resolver un esquema de desembolsos para Argentina, pero objeciones planteadas por directores europeos que pretenden mayores precisiones respecto a la política cambiaria, frustraron la posibilidad de cerrar un acuerdo en los términos que pretende el equipo de Economía liderado por Luis Caputo.
Para complicar un poco más el panorama, el apoyo de Donald Trump, que en el Gobierno nacional daban por descontado en reciprocidad a las constantes muestras de sumisión que dedica Milei a su jefe en la batalla cultural, ya no parece tan seguro.
El mandatario yanqui podrá tener simpatía por el presidente argentino, pero le interesa mucho más hacerle la guerra a China que un favor a Argentina. Su enviado para América latina, Mauricio Claver-Carone, deslizó que Trump estaría dispuesto a respaldar a Milei en su negociación con el FMI con la condición de que el Argentina "revise sus vínculos económicos con China" y adopte una postura más alineada con los intereses de Washington.
"Lo que queremos asegurarnos es que ningún acuerdo al que se llegue con el Fondo Monetario termine prolongando esa línea de crédito o ese Swap que tienen con China", disparó tajante el representante de Trump en América Latina.
Las pretensiones yanquis representan un serio dilema, como descubrió Milei ni bien se puso la banda, Argentina no está en condiciones de enrolarse en ninguna batalla contra China, porque le debe casi 18 mil millones de dólares, lo que equivale a más del 70% de sus reservas brutas.
Según información que maneja el mercado, en junio el Gobierno enfrenta un vencimiento de 4.000 millones de dólares del swap con China y tener que pagarlo con fondos propios no parece una opción viable.
Con la visita a Florida, el cipayo Milei le dedicó a Trump una canción de los británicos Queen, "Friends Will Be Friends". Muy cierto en abstracto, amigos son los amigos. Pero en este frustrado y carísimo viaje, que le costó a los argentinos 360.000 dólares, no se notó que lo fueran.
Se peinó y no tuvo la foto con Trump
Ante el estancamiento de las negociaciones con el FMI, Milei pergeñó una jugada arriesgada que le salió mal. El libertario estaba invitado a la Gala de los Patriotas, donde además recibiría una distinción pedorra, al igual que su par yanqui. El evento se desarrollaría en el complejo Mar a Lago, lo cual incrementaba las posibilidades de que Trump estuviera presente, después de todo tiene allí su residencia.
El argentino se encargó entonces de avisar a todo el mundo que iría a la gala y que allí se reuniría con Trump. El canciller Gerardo Werthein fue el encargado de trasmitir a la diplomacia yanqui que Milei sería de la partida y que tenía intenciones de concretar algún contacto con su par estadounidense.
El libertario viajó a Estados Unidos junto a su ministro de Economía sin más actividad prevista que la mencionada gala. Llegó, recibió su premio, dio un discurso que no escucho nadie, pero las horas pasaron y Trump no apareció en la fiesta. Pasó prácticamente frente a la puerta cuando se dirigía a su residencia, pero prefirió seguir de largo dejando a Milei sin ni siquiera una foto.
Cuando la comitiva argentina se enteró que Trump ya estaba en casa y no iba a participar de la gala, todos dieron media vuelta y volvieron al país esa misma noche. Una goma desinflada, fue la ridícula excusa oficial de por qué no se concretó la foto entre Trump y Milei en Estados Unidos.
Sin pliegos para los que pretendieron entrar por la ventana
La otra mala noticia para el Gobierno libertario nacional fue el rechazo por parte del Congreso, de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los nombres que el Ejecutivo impulsaba para ocupar vacantes en la Corte Suprema de Justicia.
El oficialismo nunca logró las adhesiones necesarias, tampoco se esforzó demasiado en negociar. Sabía que iba a una derrota segura e intentó boicotear la sesión hasta último momento, pero las gestiones para evitar que la sesión tuviera quorum fracasaron y el resultado fue el esperado: ambos pliegos fueron rechazados.
La Senadora de Unión por la Patria, Anabel Fernández Sagasti acusó en plena sesión del Congreso al ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, de amenazar al kirchnerismo con meter presa a Cristina Kirchner si rechazaba el pliego del impresentable juez Lijo, uno de los candidatos fallidos de Milei para integrar el máximo tribunal de Justicia del país.
El aparato libertario volvió a jugar la carta del "principio de revelación". "La Oficina del Presidente repudia la decisión del Senado de rechazar los pliegos...optaron por priorizar la preocupación por sus causas judiciales y la de sus dirigentes, en detrimento del funcionamiento de un poder de la República".
Las apelaciones contra la casta estuvieron a la orden del día, porque de acuerdo con los estándares libertarios, Lijo no es casta.
El tema evidenció la fragilidad de las alianzas legislativas del oficialismo. Votaron con la oposición sectores que habitualmente lo hacen en conjunto con la bancada libertaria, como el PRO y casi todo el radicalismo.
El rechazo del Senado frustró la llegada de Lijo a la Corte, pero García Mansilla ya había jurado como miembro de ese tribunal después de haber sido designado en comisión por decreto presidencial, hasta fin de año.
La posibilidad de tener a un juez supremo cuyo pliego fue rechazado de manera contundente por el Senado abrió un debate respecto a la viabilidad constitucional de la continuidad de García Mansilla en la Corte.
De respetarse la designación por decreto, se sentaría un precedente que habilitaría al presidente (al actual y a todos los demás) a nombrar por decreto a quien se le ocurriera como miembro de la Corte y sostenerlo durante un año incluso en contra del Senado. Vencido ese plazo, podría repetir la operación al año siguiente, con lo cual ningún presidente volvería a necesitar el aval del Senado y todos ellos podrían formar su propia Corte.
A la guerra contra todos
El presidente estadounidense Donald Trump desbarató la economía global con una aplicación intempestiva, con pinta de chapucera, de aranceles masivos al comercio exterior. Llevó a la práctica sus amenazas y comenzó a cobrarle un arancel de 10% a las importaciones de todos los países del mundo menos México y Canadá y la semana que viene se agregarán aranceles extra a quienes disponga el anaranjado mandatario.
El descalabro absoluto es una posibilidad. Uno de los países que tendrá una tasa extra es China, que según la matemática creativa de Trump cobra a las exportaciones de Estados Unidos un arancel de 67%, lo que lo hará merecedor de un arancel de 34% por parte del americano.
El gobierno chino anunció una represalia que incluye un arancel de 34%, idéntico al que pretende aplicar EE.UU., y regulaciones a las exportaciones de "tierras raras", elementos muy demandados por industrias tecnológicas de Estados Unidos.
Economistas a lo largo del mundo prevén una reducción en el comercio global y anticipan un impacto negativo en la actividad económica en la mayoría de los países producto de esta nueva escalada en la guerra comercial entre las dos principales potencias del mundo.
Los mercados acusaron el golpe: el índice europeo STOXX 600 se desplomó 5,1%, en camino a su peor jornada desde la pandemia de COVID-19 en 2020. El Nikkei 225 de Japón cayó un 2,8% en su segunda sesión consecutiva a la baja. Wall Street sufrió el jueves su mayor caída diaria desde la pandemia y el viernes siguió por la misma vía. El ponderador tecnológico Nasdaq retrocedió 5,8% luego de que el índice se hundiera 5,4% en la rueda previa. El industrial Dow Jones también cedió 5,5%.
El terremoto fue más fuerte en Argentina, los ADR se hundieron hasta 20% y el S&P Merval cedió 12%, para regresar a niveles de octubre. Los bonos en dólares cayeron 4% y el riesgo país saltó a 925 puntos. La inestabilidad de la economía mundial viene a sumarle más presión al dólar, que en Argentina siempre aparece como una opción atractiva de resguardo de valor.
¿Cómo encuentra este cisne negro a la Argentina? Con el peso sobrevaluado y una atadura estricta de la política cambiaria, como si rigiera una convertibilidad, pero con reservas negativas en el Banco Central. Allí está la magnitud del éxito de los "genios" al mando de la economía argentina, al cabo de año y medio de un Topo implacable con el Estado y cruel con los habitantes, y con el influjo de un blanqueo récord a pedir de evasores. Expertos en fuga de dólares, con o sin crecimiento.
La Opinión Popular