Nacionales - 08-03-2025 / 10:03
LA ESTAFA HIZO ESTALLAR EL SUEÑO DE MILEI DE ROCKSTAR INTERNACIONAL Y AHORA INTENTA CONTRABANDEAR CON UN DNU EL PRÉSTAMO DEL FMI QUE LO AYUDE HASTA LAS ELECCIONES
Sueños pinchados del Loco Milei: De la cripto estafa al DNU para el FMI
En una semana que sepultó la aspiración de Javier “el Loco” Milei como luminaria mundial, el gobierno anarco capitalista intenta sortear vía DNU la aprobación parlamentaria al préstamo del FMI. Saltearse al Congreso podría significar la judicialización. Los préstamos concedidos a la dictadura, y el que obtuvo Mauricio Macri sin aprobación del Congreso, se dieron en situación irregular. Pero el DNU que debe ratificar o rechazar el Congreso no informa sobre montos ni condiciones, funciona como cheque en blanco que se otorga a un Presidente visualizado como estafador internacional.
En una semana que sepultó la aspiración de Javier "el Loco" Milei como luminaria mundial, el gobierno anarco capitalista intenta sortear vía DNU la aprobación parlamentaria al préstamo del FMI. Saltearse al Congreso podría significar la judicialización. Los préstamos concedidos a la dictadura, y el que obtuvo Mauricio Macri sin aprobación del Congreso, se dieron en situación irregular. Pero el DNU que debe ratificar o rechazar el Congreso no informa sobre montos ni condiciones, funciona como cheque en blanco que se otorga a un Presidente visualizado como estafador internacional.
En los dos casos anteriores, Raúl Alfonsín ya tenía muchos problemas con las presiones residuales del Partido Militar por los juicios por derechos humanos, como para afrontar un litigio con el Fondo. La deuda quedó legitimada para los gobiernos que le siguieron. En el caso de Martín Guzmán, el Fondo amagó reconocer las irregularidades y hubo una mala negociación, pero se trataba de una deuda judiciable.
Cualquier préstamo que le conceda a la Argentina será abiertamente político, porque es un país con muchas dificultades para pagar la deuda que ya tiene. El ajuste extremo que muestra el gobierno libertario como garantía de pago, también implica un fuerte riesgo de crisis social y política. La ecuación de Argentina como país deudor no cierra. Es un país dividido y con crisis en el horizonte. Por eso es importante para el FMI que el trámite sea transparente y legal porque se le podría complicar la cobranza.
En el mejor caso, los dólares que consiga el gobierno sólo servirían para postergar el escenario de crisis porque, antes o después de las elecciones de octubre, tendrá que devaluar, en un contexto con más características de corrida que de devaluación controlada. La postergación mejoraría la posición electoral del oficialismo. Pero la devaluación y su consecuencia inflacionaria destrozarían cualquier resultado que haya obtenido.
En el peor escenario, los ocho o diez mil dólares que estarían disponibles no alcanzarían siquiera para llegar a octubre. El resultado sería parecido al de Macri cuando le concedieron 54 mil millones de dólares, una cifra parecida a la que le dieron a Ucrania en el primer año de la guerra. Esa inconmensurable fortuna desapareció sin mejorar la situación económica y, encima, perdió las elecciones el hombre que fue administrador del Estado al mismo tiempo que sus empresas hacían negocios con el Estado y litigaban en su contra.
Los artículos en The New York Times y en el Wall Street Journal, con durísimas alusiones al presidente argentino como partícipe de la estafa con criptomonedas más grande de la historia, pusieron una luz roja sobre Milei para los inversores de todo el mundo. Más allá de las derivaciones judiciales, las fuertes repercusiones que tuvo la estafa con $LIBRA conformaron una condena en la opinión pública del mundo y sobre todo en los círculos empresarios.
En ese plano, Milei ya fue condenado a pesar de sus explicaciones fallidas en las entrevistas obsecuentes de Jonatan Viale y Luis Majul. Y algunos detalles terminaron de hundirlo. Según el inversor Martín Romeo, 20 minutos después del lanzamiento, la agencia Bloomberg se comunicó con Milei, quien garantizó la seriedad de la apuesta con $LIBRA y les repitió que sería utilizada para "financiamiento al sector privado, por eso está el contrato".
Javier Milei tiene un término despectivo para referirse a la política interna. La califica de "cabotaje". En el primer año de su gobierno realizó 20 viajes al exterior y permaneció más de dos meses fuera del país. No consiguió inversiones ni acuerdos comerciales, pero logró repercusión con su discurso extremo.
Es un presidente que ha puesto más dedicación a este nivel que en el interno. Si alguna vez creyó que se convertiría en el "Che" de los ultrarreaccionarios y que reencausaría a las políticas de la derecha centrista en el mundo, la estafa con $LIBRA lo bajó de un hondazo. Será uno más entre los ultras y contará con el rechazo de los otros.
En el cuadro internacional no hay margen para recuperar la imagen que perdió. Pero en el país cuenta con la venalidad del sector de la política que suele respaldar sus propuestas parlamentarias, como el exsenador Edgardo Kueider detenido en Paraguay, expulsado del Senado pero que, gracias a su voto, logró que el Congreso aprobara la ley Bases.
También jugaron en ese equipo los "radicales con peluca" que confirmaron el saqueo a los jubilados y después lo festejaron con un asado en Olivos. Y los provinciales que negociaron sus votos por migajas para sus gobernadores, más la derecha tradicional del PRO responsable del endeudamiento desaforado del macrismo.
El DNU funcionará como un cheque en blanco que se entregará a Milei. Si consiguiera aprobarlo con esos agrupamientos, sería como firmarle un cheque a quien ni el Fondo estuvo dispuesto a hacerlo. Por ese motivo exigió la aprobación parlamentaria.
El destino de los fondos que otorgó a Argentina para sostener campañas electorales, --antes para Macri, y ahora para Milei-- despojó al FMI del perfil técnico financiero con el que mantenía las apariencias. El carácter político de los préstamos es tan ominoso, tan partidario, que implican de hecho intervencionismo en los asuntos internos del país.
La contracara del apuro y la desesperación del gobierno para conseguirlo puso en evidencia también su incapacidad para sanear la economía, porque sólo puede gobernar con los dólares que pide prestados, igual que los cuatro años de Mauricio Macri.
Mientras este espectáculo de burlesque se producía entre el Fondo Monetario, el gobierno y los saltimbanquis de la política que lo apoyan, frente al Congreso, todos los miércoles se produce un fenómeno tan contradictorio que sirve como la radiografía de una sociedad fragmentada y confundida.
El gobierno asegura que la feroz represión que le aplica al grupo de jubilados que va a protestar todos los miércoles frente al Congreso le juega a su favor con la clase media. Está tan seguro que lo repite y cada vez con más saña porque según algunas mediciones, la principal responsable de la violencia, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es la política que más mide en la ciudad de Buenos Aires.
Resulta contradictorio, porque la paliza que le aplican a las personas mayores que van a protestar por el saqueo a sus jubilaciones tendría que conmover a las buenas personas. Para este gobierno no es así. Para estos libertarios, una "persona de bien" tiene que aplaudir cuando apalean y gasean a un anciano.
Los argentinos no son así. El gobierno está provocando una solidaridad muy transversal a la sociedad. No son los movimientos sociales o los gremios, que tienen sus propias movilizaciones, o los partidos de oposición que prefieren no embanderar la protesta. La solidaridad surgió de raíces más profundas, en un territorio básico, de solidaridades directas y simples, como es el fútbol. Estás o no. Pero si estás, es a fondo.
La presencia de los hinchas de Chacarita y las anunciadas por otras hinchadas, y hasta por los motoqueros, constituyen el emergente de un fenómeno con raíces en estructuras muy básicas que son difícilmente discutibles por la política. Y es un fenómeno que empezó a crecer.
Por Luis Bruschtein
Fuente: Página 12