Entre Ríos - 03-02-2025 / 19:02
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO
¿Ahora le toca a Frigerio ejecutar el cruel ajuste anarco capitalista en la provincia?
Luego del fuerte ajuste anarco capitalista de Javier Milei, durante todo el año 2024, sobre los envíos a las provincias, el ministro de Economía, Luis Caputo, le reclamó a los gobernadores e intendentes que bajaran los impuestos provinciales y tasas municipales. Distintas organizaciones empresarias, entre ellas el G6, se acoplaron a la exigencia. Una agenda económica anti federal de la mano de un discurso reaccionario contra las mujeres y la diversidad sexual. ¿El gobernador Rogelio Frigerio se plantará alguna vez frente a las presiones para profundizar la poda fiscal en la provincia?
Luego del fuerte ajuste anarco capitalista de Javier Milei, durante todo el año 2024, sobre los envíos a las provincias, el ministro de Economía, Luis Caputo, le reclamó a los gobernadores e intendentes que bajaran los impuestos provinciales y tasas municipales. Distintas organizaciones empresarias, entre ellas el G6, se acoplaron a la exigencia. Una agenda económica anti federal de la mano de un discurso reaccionario contra las mujeres y la diversidad sexual. ¿El gobernador Rogelio Frigerio se plantará alguna vez frente a las presiones para profundizar la poda fiscal en la provincia?
La presión de Milei y Caputo se da luego de un año en que el ajuste de 15 puntos del PBI que ejecutó el libertario tuvo como blanco las provincias, entre otros. Sobre el total de los recortes realizados, el 17% correspondió a fondos que estaban destinados a las provincias, según el último estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), mientras que un 15% correspondió a Inversión Real Directa, donde también había partidas para obras en las jurisdicciones del interior. En términos absolutos, las transferencias de capital a las provincias cayeron 96%, mientras que las transferencias corrientes se redujeron 67,8%.
En ese marco, el Gobierno libertario y entidades empresarias del sector privado redoblaron en las últimas horas la presión sobre provincias y municipios para lograr una disminución de la carga tributaria local, con el impuesto a los ingresos brutos como centro de la polémica. El ministro Caputo se montó sobre el anuncio de la eliminación de impuestos internos a los automóviles de alta gama para apuntar otra vez contra gobernadores e intendentes.
"Quiero remarcar la importancia de reducir el déficit vía reducción de gastos, y no vía aumento de impuestos como están haciendo algunas provincias y municipios (tasas en este caso) de manera injustificada, ya que todos están recibiendo mayores ingresos por el aumento en la recaudación", fruteó Caputo. Con ese argumento, el Ministro afirmó que "sería muy importante para el país que provincias y municipios se sumaran al esfuerzo que están haciendo todos los argentinos y redujeran Ingresos Brutos y tasas municipales". La nueva andanada de declaraciones también sumó al asesor de Caputo, Felipe Núñez, quien afirmó: "Mientras nosotros bajamos retenciones, Impuesto PAIS e impuestos internos a los autos de lujo, los gobernadores suben Ingresos Brutos, Sellos y Patente. Es hora de exigirles que bajen los impuestos a ellos".
El Frigerio seguro de hace unos meses, sin pruritos y con voz firme de apoyo a las políticas neoliberales del Presidente, dio paso a uno más temeroso y defensivo. ¿Abroquelado y plantado sobre lo que debe cuidar? La mutación tiene una explicación lógica. Desde finales del año pasado, pero particularmente en estas primeras semanas de 2025, las señales sobre los recursos federales, que llegan desde la Casa Rosada no son alentadoras. Es que en todas las entrevistas que dio, Milei insistió en que la responsabilidad de profundizar el ajuste en los gastos del Estado ahora corre por cuenta de las provincias. "Yo quiero que todos los argentinos se involucren con el equilibrio fiscal", insistió.
No se trata de un gritoneo aislado de Milei, sino de una embestida coordinada, que Caputo encabezó, junto a grandes empresarios contra el interior provincial. Primero les envió una carta en reclamo por el incremento de la carga tributaria municipal y reclamó sanciones para las jurisdicciones que no cumplan. Después, desde Estados Unidos, directamente les pidió que bajen los impuestos en un mensaje por X, el canal favorito de los libertarios para sermonear o castigar. "A las provincias y municipios les digo que están cordialmente invitados a esta tarea (bajar impuestos). Todavía no hemos visto una provincia reducir Ingresos Brutos, sin lugar a dudas el peor impuesto que una economía puede tener", sostuvo, mientras reduce impuestos a los automóviles de lujo y rebaja retenciones a las patronales agrarias exportadoras. Todo para los más ricos.
Con el ministerio de Economía liderando la embestida, diferentes organizaciones empresarias se acoplaron al pedido de ajuste provincial. El Grupo de los 6 (G6) se pronunció a favor de un recorte impositivo y afirmó que el incremento de estos tributos "se ha convertido en un método de financiamiento local antes que en una contraprestación efectiva". El G6 lo integran la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y la Unión Industrial Argentina (UIA). Todas dirigidas por grandes empresarios que viven reclamando bajas de impuestos y cuando los consiguen no los trasladan a los precios.
Por supuesto, el tiempo dirá cuánto de sobreactuación y cuánto de real tiene el reclamo de Caputo contra los gobernadores. Hay quienes interpretan que se trata de una verborragia diseñada para distraer la atención de la administración nacional, urgida por dólares y por sostener el relato de ajuste fiscal en un año electoral, llegando con el dólar planchado a los comicios, en una falsa sensación de calma. Pero, según informes, solo la tasa de seguridad e higiene representa en promedio el 34% de los recursos municipales propios lo que puede llegar a representar cerca del 2% del valor final de un producto. En cuanto a ingresos brutos y sellos explican el 84% de los ingresos impositivos de origen provincial.
En el peronismo entrerriano están convencidos de que no se trata de una bravuconeada más de Milei, sino que hay una intención desde el poder central que no se dice: es más destrucción del Estado llevando a las provincias, y especialmente a los gobernadores, a mendigar recursos frente al puerto de Buenos Aires, para condicionarlos desde el centralismo porteño. Algo de eso dijo Milei en su viaje para acompañar a Donald Trump en su asunción. Allí elogió el sistema tributario yanqui. "La competencia fiscal constante entre los estados es la regla, como hoy ocurre con el éxodo de empresas que hay de California a Texas y Florida", ejemplificó. "Hacia ahí es donde nosotros queremos ir: a un sistema de competencia fiscal entre las provincias, para que cada una pueda decidir qué carga fiscal imponerle a los ciudadanos y que servicios ofrecer a cambio", añadió.
En Estados Unidos hay impuestos nacionales, los menos, y locales que varían según la política de cada Estado. Tampoco hay una ley de coparticipación, como en Argentina, que tiene un sentido más equitativo o redistributivo y para compensar asimetrías. Lanzar a las provincias a una competencia fiscal, sin salvavidas, puede llevar a algunos distritos a un escenario dramático de complejidad económica y social.
En Entre Ríos, por ejemplo, la dependencia de las transferencias nacionales por impuestos es abrumadora: entre el 70% y el 75% de los ingresos tienen origen federal, y del porcentaje restante de la recaudación provincial, alrededor de un 80% corresponde a Ingresos Brutos; el tributo que, casualmente, Caputo insiste con eliminar o al menos reducir. La necesidad de Milei de sumar votos en el Congreso puede darle una oportunidad de negociación a Frigerio, porque, por primera vez, se enfrenta a una realidad en la que lo único concreto es la incertidumbre.
Desde la asunción de Milei, las provincias dejaron percibir algunos recursos coparticipables, viéndose perjudicadas como, por ejemplo, con la baja de la compensación al transporte, la quita del incentivo docente y de la conectividad. Esos servicios no se resintieron del todo porque la Provincia se hizo cargo de recursos que dejó de mandar la Nación. Por otra parte, la política neoliberal nacional del ajuste, el dólar pisado y la recesión, los tres pilares en los que Milei se apoyó para reducir la inflación, han generado una fuerte caída del consumo, por lo que se dejan de percibir impuestos que son coparticipables, como el IVA, por lo tanto la provincia recibe menos por participación nacional.
Hasta qué punto pueden resignar recursos las provincias en general y Entre Ríos, en particular, sin que se resientan los servicios, porque la salud, la educación y la seguridad en Entre Ríos no las pagas ni las brinda el Gobierno de la Nación, las brinda y las paga el Gobierno de la Provincia. Frigerio ya hizo los deberes con Milei y este debería aflojar con la presión a la provincia. Mientras aumenta la preocupación por la caída de la coparticipación, también aflige el impacto que tendrá en unas 60.000 familias entrerrianas la quita de subsidios a la energía por parte de la Casa Rosada, medida que se sentirá con severidad en las próximas boletas. Ya que los aumentos de luz y gas son mayores a lo que informa el Gobierno y el poder de compra de los salarios y jubilaciones no recuperan lo perdido.
La Opinión Popular
CONTEXTO NACIONAL
La invocación fascista de Milei encuentra un rechazo masivo
Sostiene Sebastián Lacunza, columnista de El Diario AR, que no hizo falta mucho tiempo para que se confirmara que el rostro de Javier Milei es uno solo; que la hipótesis de que ese inadaptado de los paneles televisivos se transformaría en un presidente audaz, el "loco" liberal que hacía falta para emprender transformaciones inimaginadas, resultó fallida.
Hubo (hay) mucho autoconvencimiento de cierta elite y un sector de la población que se percibe republicano e institucionalista para introducir el sobre en la urna con el nombre de un procaz que se narraba entre las sábanas de los votantes, obsesionado con niños envaselinados y "palos en el orto", despectivo de la democracia, gritón con los débiles y sumiso con los poderosos, oscuro consultor, prometedor de dolarizaciones estrafalarias y aplastamiento de "zurdos de mierda". Las risotadas y la fingida candidez de sus entrevistadores hicieron lo posible para suavizarlo. Fue en vano.
Un año después, el Presidente argentino está a la vanguardia de una ola reaccionaria global. Al parecer, la violencia que exudaba el panelista de "Intratables" no era tan anecdótica. Ahora entusiasma a neonazis alemanes, a racistas estadounidenses, al primer ministro israelí imputado en La Haya por genocidio, a pinochetistas recargados, a Elon Musk y a los conductores del prime time de los canales La Nación +, TN y América 24.
Esta adhesión unánime, grotesca, de los espacios más vistos de tres de los principales grupos de comunicación es muy reveladora de cuánto hay de "nuevo" y "disruptivo" en Milei. Le piden más y Milei lo da todo. Últimamente, ese todo sumó versículos fascistas cada vez más literales.
De la pátina del "respeto" a la elección sexual de cada individuo que el Milei naciente, 2017-2018, esbozaba en sus apariciones "libertarias", pasó a la moralina rancia que apunta a los homosexuales como depravados. El "régimen viril" de Mussolini era implacable con los "degenerados".
El mandatario argentino afirma que la agenda negacionista y reivindicatoria del terrorismo de Estado de Victoria Villarruel no es la de él, y por eso la segrega. Si no es la de él, se ve que se la envidia, porque el acoso a la memoria histórica es cada vez más explícito, algo menos marcial que el de Villarruel.
Esta semana, Milei insistió con el enaltecimiento del "hombre común", en una intervención vil contra Axel Kicillof, tras el asesinato de un repartidor en el partido de Moreno. La sombra neofascista vuelve a decir presente con la reminiscencia dell uomo qualunque.
Así las cosas, ya no hay autoengaño que alcance. El siguiente paso para sus adherentes está en pleno desarrollo y consiste en asumir la deriva extremista como propia.
Imitadores y resistencia
Milei está arrastrando a una parte del sistema político y periodístico hacia el sadismo. El caso emblemático es el del marplatense Guillermo Montenegro. El centro de la principal ciudad turística argentina vive una crisis de mugre y dejadez, pero el intendente se anima a buscar votos y likes con videos virales en los que un grupo de matones municipales atormenta a indigentes.
La mitad de la dirigencia relevante del PRO se pasó a La Libertad Avanza, o está próxima a hacerlo, o ensaya imitaciones sin terminar de sacar los pies del plato. Otros intentan retroceder, con dificultades. Fueron demasiado lejos durante el primer año del ultraderechista en Casa Rosada. Alguno, como el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se tentó hace no tanto con posar junto a Milei con el pulgar hacia arriba y su conocida mueca infantil para ocultar la papada, foto que pronto preferirá borrar.
Moderados y "centristas" del extinto Juntos por el Cambio ayer dijeron presente en la masiva manifestación "lgbtinbq+ antifascista y antirracista". Interesante paso, que habría sido más útil si varios de ellos no hubieran apoyado en el Congreso todo lo que a Milei realmente le importaba, con la excusa pueril de "darle las herramientas al Presidente".
Las reminiscencias de la marcha de ayer con las dos manifestaciones universitarias (abril y octubre) y la del 24 de marzo fueron nítidas. Primero, por su masividad, y segundo, por la diversidad social y cultural que expresaron. La postal permite inferir un escenario que, bien leídas, dejan ver la mayoría de las encuestas.
Existe un apoyo al Gobierno, anclado en el hartazgo con ciclos políticos anteriores, la menor volatilidad económica y el odio a "la casta", pero el rechazo que generan los hermanos Milei es de igual volumen y, acaso, mayor intensidad.
El sábado circularon ríos interminables de personas por las calles de Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Bariloche, Córdoba, Paraná y Mar del Plata. Las manifestaciones también se hicieron sentir en Barcelona, Montevideo, Santiago, Roma y Ciudad de México, y muchas otras ciudades. Cientos de testimonios de a pie recogidos en los medios dieron cuenta de convicciones profundas, bien elaboradas y mejor dichas, sobre los derechos y la vida en común. Lo contrario del vómito de las redes que tiene a Milei como uno de sus exponentes más desorbitados.
El Presidente, su aparato estatal, sus premios pedorros de cartón y sus medios pisan fuerte, con un sentido claro y una conducción política indiscutible. No ocurre lo mismo con el campo opositor, que marca presencia masiva en las calles y reclamos sectoriales, pero no encuentra un cauce político identificable.
¿En qué anda el peronismo?
Cristina y Máximo Kirchner dedicaron buena parte de su esfuerzo de la segunda mitad del año en alcanzar la presidencia del Partido Justicialista. La expresidenta en la jefatura partidaria nacional, con su hijo ya asentado en la bonaerense.
Una lectura atendible era que la movida estaba destinada a obturar cualquier proceso de liderazgo con vocación independiente del Instituto Patria y La Cámpora. No importaba tanto la silla pejotista, que nunca significó demasiado en el peronismo, sino bloquear un armado en el que estaba involucrado Kicillof, "el único de nosotros que tiene fichas propias en el bolsillo", en la descripción timbera de un exministro que no forma parte del entorno del gobernador.
Cristina anunció su intención de "ordenar lo que se desordenó" en el partido y puso como ejemplo del desorden a los gobernadores de Tucumán y Catamarca, vendidos al Ejecutivo de los hermanos Milei.
Desde la asunción de las nuevas autoridades partidarias, el 11 de diciembre pasado, no hubo novedades del reordenamiento. Tampoco pronunciamientos, reuniones, cronogramas y trazos de estrategias electorales o apertura de expedientes para expulsar, por ejemplo, a Daniel Scioli. La inercia previa siguió su curso congelado.
Por el contrario, llegan novedades de las provincias. Una de ellas da cuenta de que, en Jujuy, donde el peronismo vive de crisis en crisis desde que perdió la gobernación en 2015, La Cámpora pactó con Rubén Rivarola, el histórico mandamás del partido que fue desplazado mediante intervención en 2023 por darle los votos necesarios al radical Gerardo Morales para reformar la Constitución, entre gallos y medianoche.
Rivarola, dueño del diario El Tribuno y empresario multirrubro, cumple a la perfección el papel de opoficialista tan característico de los sistemas políticos provinciales. Su última actuación relevante fue haber apoyado el arancelamiento de la salud pública en Jujuy, una medida inédita aprobada por la Legislatura en diciembre y revertida por el gobernador radical, Carlos Sadir, en enero, ante la ola de protestas. Al defender su posición, Rivarola dejó una frase para el recuerdo: "No me digan que no pueden pagarlo; estamos hablando de diez gaseosas para tener salud".
En la era de las redes, la parálisis del PJ podría subsanarse parcialmente en el territorio digital, epicentro del debate político actual. Tampoco es el caso. Desde octubre, la cuenta de Twitter @P_Justicialista pio tres veces. Dos fueron retuits de posteos de Cristina y uno anunció la asunción de la expresidenta en la jefatura del partido. Por suerte, en Argentina no pasa nada y no es necesario mayor activismo de parte del principal partido de la oposición.
A esa dinámica endogámica y paralizante es a la que Kicillof parece haber decidido hacerle frente, tras dos años de zigzagueos.
Fuente: eldiarioar.com