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Nacionales - 27-01-2025 / 11:01
EL LIBERTARIO ATACÓ CON UN VIOLENTO TEXTO DONDE MUESTRA QUE SUEÑA CON UN RÉGIMEN AUTORITARIO QUE NO TENGA RESTRICCIONES LEGALES

Al fascismo se lo combate: Milei denunció las falacias ajenas... pero se le escaparon las suyas

Al fascismo se lo combate: Milei denunció las falacias ajenas... pero se le escaparon las suyas
El fascista Milei produjo la última semana una escena fundamental. Escribió un texto en el que insulta de modo directo a las personas que no comparten su punto de vista político, los puso en el lugar del crimen y los enlaza como su enemigo principal. Es una declaración de guerra que se verificará o no en los tiempos que vienen: el presidente sueña con un régimen político que no le cree restricciones legales y que suspenda las que están en vigencia.
Después de su polémico discurso en el Foro de Davos, que Javier "el Loco" Milei utilizó para arremeter duramente contra el "wokeísmo", denunciando su supuesto intento de imponer una agenda progresista que, según él, condena al mundo al "fracaso". Sin embargo, en su defensa ante las críticas, el mandatario incurrió en varias falacias argumentativas, desde generalizaciones apresuradas hasta apelaciones a las emociones.
 
La falacia del falso dilema, por ejemplo, se hizo evidente en su afirmación: "Pretenden imponer una agenda cuya única consecuencia es la expansión infinita del Estado; y en consecuencia, la muerte de la libertad." Este razonamiento reduce un tema multifacético, como el rol del Estado en la economía, a una decisión binaria: o su modelo liberal extremo, o el caos y la opresión. Por otro lado, hay modelos de gobernanza que equilibran la intervención estatal con la promoción de libertades, un punto que Milei elige ignorar.
 
Milei también incurrió en una apelación a la autoridad, en este caso la suya propia, al recalcar que confrontó a las "élites globales" en su propio terreno: "Le dijimos en la cara..." Al posicionarse como un héroe que desafía a estas fuerzas, construye un argumento basado en su supuesto valor, pero sin sustentar con datos o análisis concreto por qué su visión sería la correcta.
 
Además, recurrió a una apelación al miedo al advertir que si no se sigue su camino, la libertad en el país estaría en peligro: "Sabemos hacia dónde tenemos que ir para rescatar este país de sus garras." Un recurso emocional que busca movilizar a su base electoral mediante el temor, en lugar de presentar un análisis que valide cómo sus propuestas liberarían efectivamente a la economía o mejorarían la calidad de vida.
 
Otro punto cuestionable fue su declaración sobre la "expansión infinita del Estado" como "la única consecuencia" de las políticas globales. Este tipo de razonamiento encaja en una falacia de generalización apresurada, ya que no presenta pruebas de que todas las políticas que implican intervención estatal conduzcan inevitablemente a la pérdida de libertad. Es una simplificación excesiva que ignora ejemplos internacionales donde el Estado juega un papel importante sin comprometer las libertades.
 
Algunos periodistas y políticos no escaparon de sus ataques, como los nombrados directamente por él Ernesto Tenembaum, Jorge Macri y Sebastián Borensztein, acusándolos de distorsionar sus palabras y de participar en una "campaña de difamación". No obstante, al afirmar que "todos se montaron a una campaña (...) con el solo fin de hacer daño", Milei incurrió en una generalización apresurada, al no aportar pruebas claras de que todas estas figuras estuvieran coordinadas o que sus críticas no fueran independientes.
 
En su tuit, Milei también usó la falacia de la proyección, acusando a sus opositores de recurrir a estigmatizaciones y mentiras para desacreditarlo: "Utilizan la estigmatización, la categorización y las falacias para desprestigiar a quienes tienen el coraje de enfrentarlos", señalamiento que, paradójicamente, se ve empañado por su uso constante de etiquetas despectivas como "élites globales" o "políticos ladrones", lo cual refuerza el mismo tipo de discurso que critica.
 
El uso constante de los términos "ustedes" o "nosotros", donde construye un enemigo monolítico y se coloca como el único salvador, Milei emplea una falacia de personalización, que desvía el foco de la discusión sobre políticas públicas hacia la confrontación directa entre bandos, una estrategia efectiva para fidelizar fanáticos pero que pone en duda la profundidad de sus propuestas frente a los graves problemas estructurales del país.
 
La Opinión Popular
 

 
La "denuncia" de Milei
 
Milei produjo la última semana una escena fundamental. Escribió un texto en el que insulta de modo directo a las personas que no comparten su punto de vista político, los puso en el lugar del crimen y los enlaza como su enemigo principal. El caso se menciona con diferentes nombres pero fácilmente se entiende: se trata de "la casta", la parte de la población que establece un diálogo "amable" con el poder.
 
En las poquísimas palabras que les dedicó los colocó en el lugar más oscuro: el de "creyentes del régimen". Es una declaración de guerra que se verificará o no en los tiempos que vienen: el presidente sueña con un régimen político que no le cree restricciones legales y que suspenda las que están en vigencia según lo dicen los abundantes "recortes" que llegan a la mano de cualquiera.
 
Lo que Milei acaba de poner en discusión es su posición frente a las clases privilegiadas. Hay abundantes datos a favor de la impresión de que la  incondicionalidad de los sectores de más altos ingresos a favor de Milei ha entrado en un cono de sombras. Lógicamente, el antiperonismo es la bandera común de la grey que apoya la política del gobierno. Pero eso no significa que rendirse ante los poderosos se haya convertido en una referencia política ideal. Y lo cierto es que la evidencia de que Milei se ha rendido a los poderosos podría justificar unas cuantas páginas.
 
Al mismo tiempo hay que decir que las fronteras en términos de ideas políticas son muchísimo más complejas que lo que este sobrevuelo insinúa. Las identidades, las historias personales, la experiencia laboral y moral son un soporte esencial de la personalidad; la política ocupa su propio lugar.
 
Detengámonos en el fenómeno que fue la respuesta espectacular del presidente, que golpea de modo brutal cualquier conciencia moral: "los vamos a ir a buscar" dijo Milei. Y en ningún momento precisó a quiénes se refería, cuanto menos claro se es en estos casos, más se evidencia la intención manipuladora. El mensaje de Milei a propósito del affaire Musk invadió el territorio de lo políticamente correcto, como lo invade repetidamente.
 
"Saltar por encima de lo políticamente correcto" no es un asunto cualquiera. No lo resuelve la contratación de personas que diseñen la imagen del personaje. Ni se logra con la lectura obsesiva de los focus groups. Finalmente hay que reconocer que la política es un género en sí mismo. Complejo. Contradictorio. Variable. En cualquier caso, de lo que se trata es de la corporeidad de la política. Algo así como lo que el gran pensador del siglo pasado, Max Weber, llamara con lenguaje bíblico el "carisma".
 
Es en este terreno en el que estamos obligados a pensar nuestro pasaje político actual. El uso de la palabra y el uso del cuerpo pasan a ser cuestiones centrales de la actividad política. Claro que las formas no son neutrales. El mundo de la propaganda política ha ido adoptando un estilo que, según dicen sus beneficiarios, "beneficia a la política, la hace accesible al "gran público". Sin duda que es así, pero la doctrina extrema de la centralidad del acting en la política produce preguntas muy difíciles de contestar en términos políticos democráticos.
 
La cuestión que produce desconcierto es que el presidente, de alguna manera, se presenta él mismo como el objeto de una conjura. En la práctica, la entrada del episodio de Musk en la escena argentina es el resultado de una "operación de prensa" armada desde el lugar de la presidencia. Si se pone en duda esto, estamos muy complicados para seguir la conversación. Como también, si se ignora el sentido político del episodio: la instalación de la figura del presidente como objeto de una conjura. El por qué del episodio termina apareciendo como una conjura, como un sabotaje contra el presidente.
 
El operativo cierra exitosamente, por lo menos en forma provisoria. "Hay un sector político que está trabajando para desestabilizar a Milei". Es un sector que todavía no adquirió un nombre específico, pero aparece junto con cualquier "ataque" contra Milei. Ahora el problema es que la historia tan ingeniosamente pensada podría plantear, por su lado, otro problema para Milei, el de la sensación de vulnerabilidad de su gobierno.
 
La descripción del "enemigo" es una de las apariciones más amenazantes de los últimos tiempos democráticos en Argentina: la existencia de una fuerza que viene a desestabilizar, en este caso al régimen "liberal" desde el interior de ese mismo régimen. El peligro es mayor aún porque no aparece ningún nombre que corporice el peligro: es un peligro vago, tan vago como ubicuo, de tal modo que la conspiración podría ser la etiqueta de cualquier modo de protesta contra el gobierno.
 
En esta etapa, todavía no aparecen los nombres propios que podrían "identificar" a los conspiradores. El itinerario dice que primero hay que identificar al enemigo y desde esa identificación preparar la defensa. Si esto no es más que una payasada como tantas otras, pronto sabremos en qué dirección se orienta la persecución.
 
Por Edgardo Mocca
Por Germán Molkuc
 
Fuentes: Página 12 y Urgente 24
 

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29-01-2025 / 10:01
En La Libertad Avanza creen que Javier "el Loco" Milei sembró en Davos el terreno para que se arme un fuerte frente antifascista en su contra luego de atacar al feminismo y comparar a los gays con pedófilos en un foro dedicado a las inversiones y los negocios. Desde hace meses, los libertarios que no se suben a todos los episodios de la batalla cultural vienen temiendo que la oposición arme un eje "republicano" ante la amenaza autoritaria de Milei de gobernar por decreto y por encima del Congreso.
 
Lo que no imaginaban era que la resistencia no vendría por el cuidado de las instituciones, una categoría imprecisa para el grueso de la población, sino a la defensa de las libertades individuales. En cuestión de días Milei dijo que iba a perseguir a los "zurdos hijos de puta" -su jefe de gabinete aclaró irónicamente que sería sólo para debatir- y luego atacó a las mujeres y los homosexuales.
 
El presidente quedó atrapado en su propio discurso macartista, con expresiones contra la diversidad sexual y el feminismo, empujado por Santiago Caputo y Rodrigo Lugones, que mueven la maquinaria de la batalla cultural y estuvieron detrás de las salvajadas que dijo ante un auditorio al que tendría que seducir para que invierta en la Argentina.
 
A diferencia del discurso disruptivo del año pasado, en el que se centró en las críticas al "comunismo", esta vez Milei no cosechó los elogios de personajes de la derecha mundial como Giorgia Meloni y Steve Bannon. Elon Musk fue el único de ese espectro que salió a defender al libertario. "Amo a Javier Milei", dijo el millonario nazi dueño de Tesla, que le debía un favor al argentino luego de que lo defendiera por su saludo nazi en la asunción de Donald Trump.
 
Lo que consiguió Milei esta vez, además de indignar a Larry Fink, el CEO del fondo de inversión más grande del mundo, fue provocar una marcha antifascista en el centro porteño y en otras ciudades del país para el próximo sábado. La primera respuesta se había dado el sábado en Parque Centenario, en donde se realizó una asamblea multitudinaria que logró notoriedad porque el influencer libertario Marco Palazzo tuvo que huir escoltado por la Policía, como otros fanáticos seguidores rentados de Milei que fueron a provocar en marchas opositoras.

Una vez convocada la marcha, Milei decidió profundizar en vez de bajar un cambio, como suele hacer ante cada crítica, y sugirió mediante sus retuits que él no es el fascista sino que son los gays. "El verdadero acto de fascismo es que, contra todo principio democrático, el 0,12% de la población pretenda imponerle su agenda al 99,88%", fue el tuit de Dannan que difundió Milei en su cuenta. Además de una movilización en contra que se prevé multitudinaria, Milei sólo logró espantar votantes de manera transversal y a cambio de nada. El discurso de Milei en Davos es un error político que le da una oportunidad a la oposición de construir consensos en torno a valores como la igualdad.

Milei intenta construir todos los días un nuevo enemigo interno y se está cavando su propia fosa. Sus errores abren la puerta para que sectores de diversas posturas políticas encuentren puntos en común. Lo planteó Jorge Macri por derecha, y obviamente hay una respuesta del peronismo y la izquierda. Esto puede de alguna forma ir construyendo una idea frentista en la oposición. La CGT y las dos CTA confirmaron su participación en la marcha antifascista. La unidad de todos los sectores es lo que está haciendo falta para derrotar a los crueles dirigentes fascistas libertarios. No hay que esperar más y tomar las calles.

La Opinión Popular


28-01-2025 / 11:01
Producto de la crisis del experimento anarco capitalista, que intenta llevar adelante Javier "el Loco" Milei, cada vez son más los sin techo. La imagen de la esquina de Callao y Corrientes expuso una realidad palpable que confirman los datos oficiales. "Salí de la librería a la calle a buscar una cosa, levanté la cabeza y ví algo que no podía creer, así que saqué una foto", dice Alfredo Suhring: habla de la vereda de Corrientes y Callao, donde está su lugar de trabajo, la librería Zivals.
 
La foto que tomó muestra la larga fila de cuerpos de los que viven en la calle. Es de día, la mañana del viernes, plena la ola de calor, y los sin techo duermen como pueden, muchos con las cabezas vueltas hacia la pared como único gesto de resguardo posible frente al exterior. La foto se viralizó; Suhring la posteó en las redes junto con unos párrafos. "Este es el local en el que trabajo hace más de 20 años, nunca vi una cosa así, parecemos zombies, estamos ciegos. Es muy doloroso este cuadro y se repite casi en todas las cuadras de la Capital". "No me gusta esta libertad", remató.
 
El explosivo aumento del número de personas en situación de calle en los últimos meses es inocultable. "Es muy claro, muy evidente", confirma Horacio Ávila, de la organización Proyecto 7, que trabaja en la problemática desde hace casi 20 años. "Anticipamos que esto iba a pasar en el comienzo del gobierno de Milei, cuando firmó el DNU que desreguló los alquileres. El aumento de todos los precios, el agravamiento de la pobreza y de la indigencia está teniendo estas consecuencias", describió.
 
Ávila cuenta que en su mayoría, los que quedan en la calle son personas que venían de trabajar en negro, en un momento en que el Gobierno propicia la eliminación de las más mínimas protecciones laborales. "Por ejemplo el que trabaja en un lavadero de autos en cuanto cae la demanda listo, le dicen que se terminó", dijo. "También las changas, los rebusques por cuenta propia, están afectadas por la baja en el consumo", agregó.
 
Como ocurre desde siempre, la Ciudad de Buenos Aires suma a sus sin techo propios los que llegan desde la Provincia de Buenos Aires y el interior del país por una cuestión de supervivencia. Tienen la expectativa de que en la Capital pueden llegar a conseguir lo más básico, un trabajo, una ducha o un plato de comida. Suhring dice que "siempre hubo gente que para en la vereda de la librería". "Yo trato de asistirlos, pero esta vez la situación me sobrepasó", relató.
 
Según datos oficiales del propio Ejecutivo porteño, revelados en su momento por la vicejefa Clara Muzzio, a noviembre del año pasado la cantidad de personas en situación de calle había crecido en un 35 por ciento respecto del mismo mes de 2023. Ese último censo --el más actualizado-- contó 4.416 total personas sin techo en total: unas 3.166 dentro de los paradores y otros 1.250 en "calle efectiva". Esos números, de todos modos, son cuestionados por las organizaciones sociales, que estiman que con por lo menos el triple.
 
El problema excede los límites de la General Paz, pese a que Capital Federal es el epicentro. Otros datos lo confirman, como el relevamiento que realizó el Renacalle (registro similar al Renabap, de los barrios populares) a nivel nacional, que en 2023 detectó más de 500 personas sin techo en Santa Fe Capital, más de 150 en Paraná, Entre Ríos, y casi 200 en San Salvador de Jujuy, entre otras ciudades importantes del país. Milei lo hizo. 
 

27-01-2025 / 11:01
Después de su polémico discurso en el Foro de Davos, que Javier "el Loco" Milei utilizó para arremeter duramente contra el "wokeísmo", denunciando su supuesto intento de imponer una agenda progresista que, según él, condena al mundo al "fracaso". Sin embargo, en su defensa ante las críticas, el mandatario incurrió en varias falacias argumentativas, desde generalizaciones apresuradas hasta apelaciones a las emociones.
 
La falacia del falso dilema, por ejemplo, se hizo evidente en su afirmación: "Pretenden imponer una agenda cuya única consecuencia es la expansión infinita del Estado; y en consecuencia, la muerte de la libertad." Este razonamiento reduce un tema multifacético, como el rol del Estado en la economía, a una decisión binaria: o su modelo liberal extremo, o el caos y la opresión. Por otro lado, hay modelos de gobernanza que equilibran la intervención estatal con la promoción de libertades, un punto que Milei elige ignorar.
 
Milei también incurrió en una apelación a la autoridad, en este caso la suya propia, al recalcar que confrontó a las "élites globales" en su propio terreno: "Le dijimos en la cara..." Al posicionarse como un héroe que desafía a estas fuerzas, construye un argumento basado en su supuesto valor, pero sin sustentar con datos o análisis concreto por qué su visión sería la correcta.
 
Además, recurrió a una apelación al miedo al advertir que si no se sigue su camino, la libertad en el país estaría en peligro: "Sabemos hacia dónde tenemos que ir para rescatar este país de sus garras." Un recurso emocional que busca movilizar a su base electoral mediante el temor, en lugar de presentar un análisis que valide cómo sus propuestas liberarían efectivamente a la economía o mejorarían la calidad de vida.
 
Otro punto cuestionable fue su declaración sobre la "expansión infinita del Estado" como "la única consecuencia" de las políticas globales. Este tipo de razonamiento encaja en una falacia de generalización apresurada, ya que no presenta pruebas de que todas las políticas que implican intervención estatal conduzcan inevitablemente a la pérdida de libertad. Es una simplificación excesiva que ignora ejemplos internacionales donde el Estado juega un papel importante sin comprometer las libertades.
 
Algunos periodistas y políticos no escaparon de sus ataques, como los nombrados directamente por él Ernesto Tenembaum, Jorge Macri y Sebastián Borensztein, acusándolos de distorsionar sus palabras y de participar en una "campaña de difamación". No obstante, al afirmar que "todos se montaron a una campaña (...) con el solo fin de hacer daño", Milei incurrió en una generalización apresurada, al no aportar pruebas claras de que todas estas figuras estuvieran coordinadas o que sus críticas no fueran independientes.
 
En su tuit, Milei también usó la falacia de la proyección, acusando a sus opositores de recurrir a estigmatizaciones y mentiras para desacreditarlo: "Utilizan la estigmatización, la categorización y las falacias para desprestigiar a quienes tienen el coraje de enfrentarlos", señalamiento que, paradójicamente, se ve empañado por su uso constante de etiquetas despectivas como "élites globales" o "políticos ladrones", lo cual refuerza el mismo tipo de discurso que critica.
 
El uso constante de los términos "ustedes" o "nosotros", donde construye un enemigo monolítico y se coloca como el único salvador, Milei emplea una falacia de personalización, que desvía el foco de la discusión sobre políticas públicas hacia la confrontación directa entre bandos, una estrategia efectiva para fidelizar fanáticos pero que pone en duda la profundidad de sus propuestas frente a los graves problemas estructurales del país.
 
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26-01-2025 / 09:01
Autoconvocados contra el odio desplegado por Javier "el Loco" Milei, un personaje obsesivo, narcisista, intolerante, violento y de reacciones intempestivas, contra la comunidad LGBT y los feminismos en Davos, miles confluyeron ayer en el Parque Lezama. Frente a la amenaza de la destrucción por decreto de derechos conquistados, gritaron "no pasarán". La multitudinaria asamblea contra los ataques del Gobierno a las mujeres y la comunidad LGBT, acordó convocar para el próximo 1º de febrero a una Marcha Federal del Orgullo antifascista para poner freno a la ofensiva oficial contra los derechos vigentes. Una encuesta muestra que la gran mayoría de los argentinos respalda las políticas de género.

"Aplaudámonos entre nosotres", fue la frase que abrió la asamblea autoconvocada en Parque Lezama. No era para menos: en menos de 48 horas, miles de personas se reunieron luego de que Javier Milei escalara radicalmente la violencia contra femenidades y comunidad LGTBIQ+ en el Foro de Davos. El anfiteatro del Parque Lezama fue el espacio icónico del partido de la Libertad Avanza.

Pero ayer por la tarde, otros colores y un llamado previo de boca en boca confluyó en una acción que pone en el centro una disputa que sobrevuela la batalla cultural: el llamado a la calle. Después de casi cinco horas de asamblea se decidió convocar a todos los sectores castigados por la política del ultra derechista Milei a una Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antiracista el próximo sábado 1 de febrero. La acción se replicó en decenas de ciudades del país.

"Las incitaciones al odio que el presidente pronunció en la Conferencia de Davos no son nuevas, pero sí marcan un antecedente en la radicalidad de su violencia, en su manifiesto deseo de exterminio", decía el documento que se leyó para inaugurar la asamblea. A los pocos minutos un youtuber rentado libertario, Marco Palazzo,  se acercó a provocar a la plaza, luego de que el vocero presidencial publicara la convocatoria en sus redes sociales. Desde el micrófono llamaron a no responder a las provocaciones y a seguir el proceso asambleario.
 
Participaron organizaciones lgtbiq+, feministas, de izquierda, peronistas, asambleas barriales, organizaciones de jubiladxs, estudiantes, trabajadorxs de los espacios de memoria y despedidxs del Estado, desde distintos puntos del conurbano se acercaron a la asamblea. Era tal el entusiasmo que hasta se barajó la posibilidad de salir a marchar en ese mismo momento. Las intervenciones llamaban a una organización a largo plazo, a poder confluir con los distintos sectores y poder organizar una acción masiva que finalmente se acordó que sea el próximo sábado desde la Plaza de los Dos Congresos hasta Plaza de Mayo a las 16hs.
 
Según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública, una mayoría sólida está en contra de los planteos que el presidente hizo en Davos: seis de cada diez ciudadanos respaldan el matrimonio igualitario; también seis de cada diez sostienen que las medidas ecológicas para proteger el planeta son necesarias; siete de cada diez afirman que se debe garantizar la igualdad de las mujeres en el mundo laboral y seis de cada diez dicen que se deben mantener las políticas de inclusión e igualdad social. A Milei lo apoya el núcleo fanático que ha construido desde que asumió como presidente. Un segmento que oscila en el 38 por ciento y que representa a un electorado de derecha y extrema derecha, muy antiperonista y además opuesto de manera ferviente a los derechos humanos, sociales y a la protección y respeto de las minorías.
 
La Opinión Popular


25-01-2025 / 11:01
Tras la voladura de los gasoductos rusos que le encareció la energía y la obligó a comprarla en Estados Unidos, Donald Trump acusó a Europa, en Davos, de ser "injusta" con su país y exigió a los gobiernos que dupliquen o tripliquen el gasto en armamento que, en general, deberán comprar al dispositivo armamentístico estadounidense. Javier Milei fue testigo del maltrato de Trump a sus principales socios y aún así se ofreció para ocupar ese lugar con un tratado de libre comercio con la potencia maltratadora.
 
A contrapelo de la idea de libre comercio, la posición de Trump fue "o China o nosotros" y "con las condiciones que imponemos nosotros". No hay ni un resquicio para el famoso orden neoliberal que dicen representar. El discurso y las declaraciones previas de Trump ofrecen una idea de la visión trumpista del mundo.
 
Cuando le preguntaron por la intención del presidente español Pedro Sánchez de regular los contenidos de odio, falsas noticias, juego, pornografía, estafas y manipulación en las redes sociales, Trump respondió con una broma: "¿España está en los BRICS?, porque si está en los BRICS le aplicaremos aranceles de hasta el 100 por ciento".
 
Los mega empresarios tecno feudales fueron invitados de honor en la asunción de Trump. En el esquema trumpista de poder mundial, constituyen la legión que garantiza hegemonía cultural. En esa respuesta sobre Sánchez, dejó claro que considera fuerza propia a estas megaempresas.
 
Y ha sido especialmente agresivo con los BRICS y en general con las asociaciones de economías emergentes que puedan obstaculizar la imposición de sus condiciones draconianas en el intercambio comercial. Javier Milei declaró que buscará realizar un tratado de libre comercio con Estados Unidos y que está dispuesto a que Argentina abandone el Mercosur, un organismo que fue creado, entre otras metas, para negociar en condiciones más favorables con las potencias.
 
El nacionalismo de las economías centrales es enemigo del nacionalismo en las economías emergentes o dependientes. Resulta inocente creer que por ser nacionalista, Trump sería aliado del peronismo. Más bien todo lo contrario: el nacionalismo del poderoso necesita un aliado obsecuente del lado menos fuerte. Por eso encaja a la perfección Trump con Milei. Pensó que se iba topar con más resistencia y se encontró con el más obsecuente.
 
Las políticas de Trump presentan las ideas de libertad económica y democracia como pura demagogia. Lo que llaman libre comercio es lo opuesto, o sea la preeminencia del poderoso. El más fuerte impone las condiciones, lo cual no tiene nada de libre ni de libertad, sino de sometimiento a imposiciones que siempre son desfavorables y empobrecedoras. En ese juego, los libertarios de Milei representan la esclavitud ante los poderosos y la entrega de derechos soberanos.
 
La preeminencia del poderoso es opuesta a la democracia. El discurso de Milei en el foro económico de Davos no fue sobre economía, sino a favor de la discriminación y los prejuicios como marco ético de la preeminencia del poderoso en la economía. Acusó a los organismos financieros internacionales de ser herramientas de extorsión para difundir la ideología "woke", o sea los derechos de la mujer, y de las minorías de género o del cuidado del medio ambiente. Y generalizó el prejuicio de acusar de pedófilos a los homosexuales.
 

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