21 DE ENERO DE 1994
La muerte de 25 jóvenes aprendices de bombero
La llamada tragedia de los bomberitos hace referencia a una desgracia ocurrida el 21 de enero de 1994 en Puerto Madryn, en que una dotación de 25 bomberos, que tenían entre 11 y 23 años, y de los cuales once eran menores de edad, fallecieron por asfixia al intentar controlar un incendio en un campo.
El 21 de enero de 1994 se produce la tragedia en Puerto Madryn. En medio de los incendios forestales mueren 25 aprendices de bombero. Tenían entre 11 y 25 años. Los jóvenes fueron enviados a combatir los últimos focos cuando se pensaba que el fuego ya estaba controlado. Al llegar, el fuerte viento reavivó las llamas y no pudieron retroceder. Los cuerpos fueron encontrados al día siguiente. Toda la ciudad marchó para despedirlos.
La Opinión Popular
"Tragedia de los Bomberitos"
El 21 de enero de 1994, Puerto Madryn vivió uno de sus días más tristes. Un incendio descontrolado consumió vidas, dejando una profunda cicatriz en la ciudad. Julio César Moreira, entonces suboficial, recuerda ese día como el más difícil de su carrera.
La temperatura alcanzaba los 42 grados. En medio del caos, la policía y los bomberos trabajaban incansablemente. "Nos tocó encontrar y trasladar a los compañeros caídos. Era una escena devastadora", relató Moreira.
La coordinación entre fuerzas fue fundamental. Prefectura, la Fuerza Aérea y otras instituciones colaboraron para controlar la situación. Sin embargo, la magnitud del siniestro superó todos los esfuerzos iniciales.
Las pérdidas humanas dejaron marcas imborrables. "Conocíamos a muchos de los bomberos. Algunos eran amigos o vecinos", expresó Moreira. La tragedia golpeó no solo a las familias, sino a toda la comunidad.
El impacto psicológico fue devastador para los rescatistas. "Nunca nos ofrecieron tratamiento psicológico. Tuvimos que recuperarnos solos", confesó. El dolor persiste cada vez que se recuerda ese día.
La falta de recursos complicó el operativo. Enfrentar un incendio de tal magnitud requería equipamiento que no estaba disponible en ese momento. Esto agravó las consecuencias para quienes estaban en el lugar.
Los familiares también tuvieron que afrontar un sufrimiento indescriptible. La identificación de los cuerpos fue un proceso largo y doloroso. "Había discusiones entre familias por reconocer a sus seres queridos", recordó Moreira.
Cada año, el Día del Bombero trae recuerdos difíciles. "A todos nos cae una lágrima ese día", dijo Moreira. A pesar del tiempo transcurrido, el peso emocional sigue presente en quienes vivieron esos momentos.
Fuente: La 17