Entre Ríos - 19-01-2025 / 12:01
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Frigerio: ¿Con Milei o con los intendentes entrerrianos?
Con el respaldo de abogados libertarios, el ministro Luis Caputo busca litigar en múltiples distritos para desmantelar los tributos locales. Además, pidió a los gobernadores que intimen a los municipios para que, en el caso de que no cumplan con lo señalado, se los suspenda en su participación de la masa coparticipable. En un escenario de confrontación, los intendentes advirtieron que seguirán defendiendo sus tasas como herramientas fundamentales para sostener la infraestructura de obras y los servicios que el Estado nacional ha dejado de atender. Frigerio, de qué lado se colocará: ¿Con Milei o con los intendentes entrerrianos?
Desde hace tiempo, las elecciones de medio término son la piedra en el zapato de los oficialismos provinciales. Las del 2025 no serán la excepción: el gobernador Rogelio Frigerio da por hecho que la lista que cuente con el aval de Los Hermanos Milei ganará las elecciones en Entre Ríos. Pero el año que comienza contiene tantos desafíos que los comicios legislativos son uno más de esos frentes. Además de sectores populares empobrecidos, hay tensiones con la pequeña y mediana empresa y con los productores y exportadores de granos cuyo negocio se arruinó con el dólar barato. Es cada vez más evidente la decepción del agro con Milei que se siente en el interior y Frigerio lo sabe: potencia el reclamo histórico de eliminación de las retenciones. El peronismo entrerriano perdió en ese sector en 2023 y se dispone a recuperar el terreno.
Al cabo de estos 12 meses que acaban de comenzar, quedará en claro si la oposición provincial peronista continuará amalgamada. Y también se sabrá si La Libertad Avanza confía en Juntos por Entre Ríos a nivel provincial; si opta por un sector de esa alianza y produce un quiebre desechando a los radicales o si apuesta a una construcción "pura" propia. La decisión de Karina Milei es la que determinará el resto de los movimientos que se avecinan en el tablero provincial.
En 2025 también se podrá constatar si Frigerio contiene a todos los sectores que lo apoyaron en 2023. Y además quedarán expuestas sus dotes de administrador: el ajuste neoliberal nacional -que promete profundizarse- someterá a la provincia a una prueba cotidiana de sustentabilidad fiscal y financiera. Estos dos desafíos fueron sorteados con dificultad en el primer año de gobierno frigerista. El 2025 le exigirá mucho más. Milei prometió para el año que está comenzando "motosierra profunda" y dejó entrever que la responsabilidad de profundizar el ajuste en los gastos del Estado corre por cuenta de los mandatarios provinciales.
Frigerio requiere solvencia fiscal para afrontar el 2025 electoral, y en el país de Los Hermanos Milei no hay siquiera presupuesto nacional. Las provincias están sujetas a la discrecionalidad presidencial como nunca en las últimas décadas. La Corte Suprema de Justicia ignora desde hace un año los incumplimientos de la Nación con las cajas previsionales de las provincias, y las jubilaciones ya están entre los principales problemas de 13 gobernadores. Y mucho peores son los problemas de los jubilados.
Para complicar aún más el panorama, el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, salió a imponer a las provincias que deroguen las tasas municipales al considerarlas arbitrarias y sin contraprestación. La iniciativa desató la ira de intendentes, que salieron a defender su capacidad de recaudar fondos para financiar obras y servicios esenciales. Caputo exige a los gobernadores que presionen a los intendentes en ese sentido y también incluye acciones judiciales, como una presentación en la Suprema Corte contra la Tasa Vial.
Con el respaldo de abogados libertarios, el ministro busca litigar en múltiples distritos para desmantelar los tributos locales. Además, pidió a los gobernadores que intimen a los municipios para que, en el caso de que no cumplan con lo señalado, se los suspenda en su participación de la masa coparticipable. En un escenario de confrontación, los intendentes advirtieron que seguirán defendiendo sus tasas como herramientas fundamentales para sostener la infraestructura de obras y los servicios que el Estado nacional ha dejado de atender. Frigerio, de qué lado se colocará: ¿Con Milei o con los intendentes entrerrianos?
Pero, la orden de Caputo de eliminar tributos "ilegales y arbitrarios" no vino acompañada de un instructivo sobre cómo reemplazar esos fondos. ¿Que los municipios se las arreglen solos? En su cruzada por el ajuste fiscal, el "Toto" no tiene tiempo para sutilezas como financiar obras paradas o explicar de dónde sacarán plata los municipios. Problema de ellos, ¿no? Que los intendentes rebusquen otros métodos para sostener sus gastos. ¿Venta de rifas? ¿Festival de empanadas? En resumen, Caputo exige recortar tasas locales pero no ofrece soluciones. Eso sí, mientras se pelea con intendentes por unos pesos, mantiene intactos los impuestos nacionales que se recaudan en el interior pero que no vuelven a los vecinos sino que van a sostener la timba financiera o a pagar los intereses de la deuda externa.
Para los intendentes es un problema resolver cómo resistir a la pretensión libertaria y evitar el desfinanciamiento. Las empresas de servicios públicos tienen en sus boletas incorporados tributos de municipios, como la tasa por el alumbrado público, que cada comuna o ciudad incorporó. Pero también lo es para Frigerio, porque además de trasladar la presión nacional al interior, en muchas de facturas aparece el concepto de Ingresos Brutos. Y ese es otro eje del estrangulamiento que diseña la Casa Rosada. Si la gestión libertaria decidiera avanzar en ese sentido, ¿Frigerio acompañaría una iniciativa que podría complicar el día a día de su mandato?
En 2024, Frigerio logró sostener el relato de la necesaria y total colaboración con el gobierno de Milei. A contramano del mandato electoral, y exagerando a menudo las coincidencias, la Provincia apoyó todas las medidas que impulsaron desde el Ejecutivo libertario. Aunque eso incluyera rebaja de jubilaciones, la eliminación de planes de inserción laboral, boletos gratuitos o subsidiados, financiamiento productivo y una nula inversión en un país de obras paralizadas. El porteño seguirá apostando al diálogo y espera que este sea un año de concesiones.
¿O las futuras obras públicas y el agujero que deja el ajuste nacional, harán que en 2025 haya endeudamiento provincial a gran escala, facilitado por el descenso del riesgo país? Es que los tres recursos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (96 por ciento), inversión real directa (70 por ciento, es decir la obra pública) y transferencias corrientes a provincias (67,8 por ciento). No son recortes normales sino que diezmaron partidas enteras.
A su vez, en relación a su importancia dentro del gasto total, el recorte en el gasto público -que alcanzó unos 39,8 billones de pesos a moneda constante de diciembre- fue explicado por las jubilaciones y pensiones, que soportaron el 19 por ciento, la inversión real directa el 15 por ciento, las transferencias a provincias el 17 por ciento, los programas sociales un 12 por ciento, subsidios a la energía el 10 por ciento y salarios el 9 por ciento, entre los gastos más importantes. "La casta" fueron los jubilados, la obra pública y otros fondos dirigidos a provincias.
El ajustazo de los recursos provinciales aplicado a través del golpe a las transferencias discrecionales, hablan de una movida que arranca en el Puerto de Buenos Aires y avanza sobre el interior federal con saques que llegan hasta completar un "ahorro" que promedia nada menos que el 76% del paquete fiscal. En ese raid hay de todo y no siempre intrascendente ni inocente. Entre los sacudidos por la motosierra, aparece un fondo destinado a mejorar los salarios de los maestros, otros para obras viales, infraestructura hidráulica, viviendas y políticas alimentarias, más el financiamiento de las cajas jubilatorias no transferidas a la Nación, como la de Entre Ríos.
Obvio, llegado un punto semejante habrá gobernadores apretados que deberán arreglárselas como puedan. Y en ese como puedan entra algo que suena a cantado: un toma y daca político con Milei o, si se quiere, el conocido "te doy si me apoyas". Finalmente, no faltan mandatarios provinciales, como Frigerio, dispuestos a apoyar lo que sea, para preservar sus posiciones de poder.
Claro que en el mientras tanto o el simultáneamente hay problemas que, sumados a otros del mismo tipo, ya han tomado formas estructurales. Notoriamente, los atrasos en obras de infraestructura generados por la falta de inversión real. Entre enero y octubre los recursos destinados a la obra pública nacional cayeron un impresionante 83% real, o sea, descontada la inflación. ¿Esto es parte del Estado que Milei desprecia o peor, que se propone destruir desde adentro, según el mismo dice?
En tanto, el peronismo se prepara para librar la batalla electoral. Entre sus objetivos, están: Aumentar las jubilaciones y los salarios para recuperar el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados; cerrar la apertura indiscriminada de importaciones, priorizando y protegiendo las economías regionales, esenciales para el desarrollo del interior del país; defender la industria nacional, impulsando políticas que favorezcan su crecimiento y competitividad; y combatir la desigualdad en los precios de los alimentos, ya que resulta inadmisible que productos básicos como fideos, harina y leche sean más caros en Argentina que en Europa. Precios de Europa con salarios de África.
La Opinión Popular
El establishment venera el extremismo libertario con un fervor muy superior al de la sociedad
Al mandatario argentino Javier "el Loco" Milei , que gobierna solo para los ricos, se lo suele medir por el entusiasmo que genera en el establishment local y en ultras derechistas del mundo, por lo general, violentos de palabra o de hecho que desprecian la democracia.
Negacionistas, integristas religiosos, racistas, gavillas del estilo Jair Bolsonaro y machistas empedernidos están encantados con la emergencia del excéntrico presidente argentino. Éste niega ser algo de todo eso, lo que no le impide acudir raudo a recibir los premios pedorros que le organizan.
Milei, al igual que Donald Trump y Elon Musk coinciden en que la justicia social es lo peor que puede ocurrirle a un país, y que los países progresarán a medida que los ricos más ricos entre los ricos, la oligarquía, sean liberados de cualquier control y atadura, o incluso ocupen los lugares centrales de poder. Coinciden en que el paraíso llegará cuando el Estado deje de ayudar a los pobres y los ricos paguen menos impuestos.
Una agenda retardataria como la de Milei es cruel con los débiles. Deja a enfermos sin medicamentos y atención hospitalaria, socava programas para prevenir el embarazo adolescente, lanza a los jubilados con ingresos recortados a suplicar por descuentos en farmacias y se empeña en borrar las huellas del terrorismo de Estado, hostilizando a sus víctimas.
Por lo demás, se trata de un Presidente que exhibe conductas incivilizadas, al punto de incurrir en insultos, gestos masturbatorios y otras groserías por el estilo. Agravia a sus pares de países estratégicos, como Brasil, Chile y Colombia; celebra la violencia y matanzas si son perpetradas por socios ideológicos, como el gobierno sionista de Israel, de Benjamín Netanyahu. Nada de eso queda exento de consecuencias en el corto o largo plazo.
La apuesta de Milei para sostener su programa y dinamitar el Banco Central
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei trata de instalar la idea de que "la macro va bien". Si bien la inflación desaceleró respecto de los valores de los últimos años, las condiciones socio-económicas se deterioran mientras aumenta la deuda pública, las reservas no levantan y la marcada apreciación del dólar amenaza, en un cuadro todavía recesivo, con un nuevo industricidio. Por ahora, estas luces rojas están veladas por el espejismo de la "hechicería financiera" neoliberal. La deuda pública también es la macro y aumentó en 90.000 millones de dólares con Milei.
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que la tan mentada competencia de monedas dio un paso al frente a partir de una serie de medidas adoptadas por el Banco Central. El Gobierno anarco capitalista de Milei busca los dólares que están en los colchones y los del blanqueo, incentiva el carry trade y el endeudamiento privado en divisa.
En Gobierno libertario avanzó esta semana en una serie de medidas y decisiones que fueron presentadas como un paso significativo hacia la dolarización y la destrucción del Banco Central. Vistas en conjunto, apuntan a incorporar dólares al sistema a través de diferentes vías, lo que resultaría vital para sostener la política cambiaria que actúa como ancla inflacionaria.
Lo primero fue la reducción del crawling peg (régimen de microdevaluaciones) de 2% a 1% mensual, cambio que no fue acompañado -como muchos economistas esperaban- por una reducción en las tasas de interés que define el Banco Central. El resultado es que la bicicleta financiera vuelve a ser un excelente negocio para los especuladores.
Actualmente las Letras Fiscales de Liquidez ofrecen intereses de 2,7% mensual en pesos, que en combinación con el crawling peg a 1%, convalidan ganancias de 1,7% mensual en dólares a quienes se suban a pedalear en la bicicleta fabulosa del carry trade.
Los engranajes de este artificio financiero están aceitados con los créditos que los privados toman en dólares, los convierten a pesos que rápidamente se ponen a "trabajar" con algún instrumento financiero y luego se vuelven a convertir a dólares con una ganancia segura.
De mediados de agosto hasta el 10 de enero último, el stock de créditos bancarios en dólares al sector privado aumentó de poco más de 6.500 millones de dólares a más de 11.000 mil millones de dólares, según datos oficiales del BCRA. Cuando ingresan las divisas correspondientes a esos créditos, se liquidan automáticamente, lo que genera un ingreso de dólares que le permitió al Banco Central sostener un balance comprador a pesar del déficit de cuenta corriente que en noviembre hilvanó su sexto mes consecutivo con números en rojo.
De acuerdo con la lectura que hizo la consultora 1816 en un reciente informe, ese aumento de más de 4.500 millones de dólares en créditos, explicó prácticamente el 100% de las compras de divisas por parte del Banco Central durante ese período.
Para que los bancos puedan prestar dólares, tienen que tener depósitos en esa moneda. Los depósitos aumentaron gracias al blanqueo y el Gobierno apunta a que continúen por esa vía. A eso apuntan medidas como la habilitación del pago en dólares con tarjetas de débito, que llegó junto a la disposición que permitió que todos los comercios cobren directamente en la moneda yanqui, o la que permitió la apertura de cuentas en dólares a menores de edad desde los 13 años.
Con la formalización del bimonetarismo y la posibilidad de pagar en dólares con tarjeta de débito sin mediar ninguna operación de conversión de monedas, el Gobierno facilita el consumo con dólares que la gente tiene ahorrados en su casa y le da un motivo al que tiene dólares en el banco para dejarlos más tiempo allí, porque no necesitará sacarlos para (por ejemplo) comprar una propiedad o un vehículo y pagarlo directamente con moneda extranjera.
Pero la apuesta al carry trade para sostener el ingreso de dólares, algo que ya hizo el mismo Luis Caputo durante el Gobierno neoliberal de Mauricio Macri, funciona mientras el flujo de entrada de dólares al sistema supere al de salida. Los problemas llegan cuando los privados que están subidos a la bicicleta tienen que cancelar más créditos que los que pueden obtener o cuando los inversores temen que las condiciones puedan cambiar y optan por salir.
De allí la necesidad de abrir la tranquera a nuevos jugadores, lo que además resultaría posible porque los bancos cuentan con más de 30 mil millones de dólares en depósitos en dólares, en buena medida gracias al blanqueo. Siguiendo ese objetivo, algunos analistas anticipan que el Gobierno libertario podría permitir que empresas y personas que no tienen ingresos en dólares puedan sacar créditos en esa moneda, algo que se prohibió después del colapso de la convertibilidad.
Mientras sigan entrando más dólares que los que salen en este esquema de capitales golondrina, el Gobierno podrá continuar sosteniendo el modelo de apreciación cambiaria, al menos hasta que las exportaciones de Vaca Muerta y de las inversiones que lleguen con el RIGI aporten divisas más genuinas. Si es que llegan.
Todos saben, también dentro del gobierno, que esta batalla es insostenible. Pero dilatan su corrección porque el ancla cambiaria es, como con todos los gobiernos, fundamental para contener la inflación y sería una catástrofe que volviera a dispararse antes de las elecciones legislativas. Pero cuanto más se prolongue, mayor será el estrépito de su caída.
La inflación baja pero el consumo no aumenta
Opinólogos ligados a este gobierno dicen que "la macro va bien", pero los datos lo desmienten. El PBI cayó 3% en el tercer trimestre de 2024 y el desempleo alcanzó el 6,9%, lo que representa un incremento de 1.2 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2023. Si esta tendencia continúa va a producir más descensos en el consumo. Un consumo flojo produce recortes en los planes de inversión de las empresas. Y una economía débil traerá más despidos aun.
El consumo masivo en 2024 registró una de las peores caídas de las últimas dos décadas, reflejando el impacto de la recesión económica en los bolsillos de la clase media y baja. Según un informe de la consultora Scentia, las ventas en supermercados y almacenes de barrio se contrajeron un 13,9 por ciento en comparación con 2023, mientras que en diciembre pasado la baja interanual alcanzó el 18 por ciento, incluso frente a una base de comparación ya afectada por la devaluación y la desregulación de precios implementadas a fines de 2023 por el anarco capitalista Milei.
Se conoció esta semana el índice de precios al por mayor, que marcó un sorprendente 0,8% en diciembre pasado, con lo que cerró el 2024 con un incremento total del 67,1%, según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El número de diciembre fue el más bajo de los últimos 55 meses. El último más bajo data de mayo de 2020, cuando la economía se paralizaba por el Covid.
En alguna medida la inflación mayorista oficia como anticipo de lo que puede pasar con los precios minoristas en los próximos meses, lo cual alimenta los pronósticos más que optimistas que hacen desde el Gobierno respecto a ese indicador.
Sin embargo, el consumo masivo sigue totalmente reprimido. Eso al menos es lo que refleja un reciente informe de la consultora Scentia que arroja para diciembre una caída de 18% en comparación con igual mes del año pasado y una reducción de 13,9% en el acumulado de 2024 respecto al año anterior.
De acuerdo con los analistas de la economía, las explicaciones hay que buscarlas en la elaboración del índice de inflación, que mide una canasta de consumos que no se condice con la realidad de la gran mayoría de las familias argentinas.
Ocurre que productos y servicios como la energía, las prepagas, la educación privada, el transporte público, el combustible o los alquileres, que aumentaron mucho más que todos los demás precios desde que asumió Milei, tienen en la canasta que mide el INDEC mucho menos incidencia de la que tienen en la economía real de las familias.
Eso explica por qué mucha gente advierte que la inflación es mucho mayor que la que reporta el INDEC. Porque los precios de productos básicos como los alimentos, las bebidas y los artículos de limpieza podrán estar planchados, pero al asalariado le queda cada vez menos la plata después de pagar la boleta de la luz, la del agua, el gas y colegio privado de sus hijos.
Entonces por más que su sueldo aumento por encima de la inflación, puede comprar menos cosas y eso es lo que se ve reflejado en la caída de 18% internual del consumo masivo.
El calor extremo pone a prueba a los sistemas de energía y de combate de incendios en todo país
Los científicos lo atribuyen al cambio climático y los negacionistas al cumplimiento de un ciclo natural, pero lo que nadie discute es que las temperaturas son cada vez más elevadas y en este rincón del mundo eso se nota especialmente en la parte del año que estamos transcurriendo.
Los calores extremos vienen asociados a episodios cada vez más trágicos de incendios y complicaciones crecientes para abastecer la demanda de energía que se dispara con el ronronear de los equipos de aire acondicionado.
En la soleada California, los incendios causaron 16 muertes, arrasaron más de 15 mil hectáreas, destruyeron más de 12 mil construcciones y provocaron la evacuación de unas 153 mil personas.
De este lado del Ecuador, en el Parque Nacional Nahuel Huapi se desarrolla un incendio que lleva 24 días activo y consumió más de 4.200 hectáreas. En la zona de Epuyén, Chubut, los incendios forestales redujeron a cenizas más de 1900 hectáreas, provocaron la evacuación de 200 personas y arrasaron 50 viviendas. Otros incendios de consideración se produjeron ayer en Santa Fe, Entre Ríos y Provincia de Buenos Aires.
En tanto, Milei desmantela los servicios contra incendios. Restaurar los daños que provocaron este año los incendios en Argentina costará millones de dólares, mientras que los daños ambientales en algunos casos son irrecuperables y en otros demandará muchos años.
La saturación de los sistemas de generación y distribución de energía es otro de los problemas cada vez más recurrentes en todo el país cada vez que el calor aprieta. En la rica Ciudad de Buenos Aires, la que más recursos tiene en comparación con su cantidad de habitantes, el viernes más de 40 mil personas sufrieron cortes de energía de más de 10 horas, en algunas zonas los cortes habían comenzado en la noche del miércoles.
Después de un año con brutales tarifazos y ganancias record para las empresas del sector energético, el Gobierno de Milei advierte que, con la suba de las temperaturas, en varias regiones del país crece la demanda y deriva en cortes de luz. Si sumamos las ganancias de Pampa Energía, Central Puerto, Edenor y Edesur llegamos a la cifra de 500 mil millones en seis meses.
Las tarifas aumentaron un 300%, pero las empresas no invirtieron lo necesario y ahora anuncian que "podría haber cortes". Los especialistas marcan la responsabilidad oficial, ya que Milei suspendió la construcción de dos centrales térmicas licitadas por el gobierno anterior.
La Opinión Popular