Nacionales - 07-01-2025 / 07:01
¡A ARMAR LA PELOPINCHO!
Manotazo de ahogado del manco: Pichichi Scioli pidió atrasar las clases para reflotar la temporada 2025, pero el PRO lo hundió
El Gobierno anarco capitalista de Javier “Papada de Sapo” Milei comienza a recoger los frutos del desastre que sembró a lo largo del 2024, lo que da como resultado un inicio flojísimo del movimiento turístico en los primeros días del 2025. Ante el mal inicio de la temporada turística, producto de la masiva caída salarial y el dólar barato para viajar al exterior, el secretario del área, Daniel “Pichichi” Scioli, le reclamó al gobierno porteño que postergue el inicio de las clases. En medio de la pelea entre Milei y Macri por el voto de derecha, el principal bastión del PRO lo descartó al instante.
El Gobierno anarco capitalista de Javier "Papada de Sapo" Milei comienza a recoger los frutos del desastre que sembró a lo largo del 2024, lo que da como resultado un inicio flojísimo del movimiento turístico en los primeros días del 2025. Ante el mal inicio de la temporada turística, producto de la masiva caída salarial y el dólar barato para viajar al exterior, el secretario del área, Daniel "Pichichi" Scioli, le reclamó al gobierno porteño que postergue el inicio de las clases. En medio de la pelea entre Milei y Macri por el voto de derecha, el principal bastión del PRO lo descartó al instante.
En la costa ya se puede ver el fracaso de la temporada veraniega, por lo que el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, "Pichichi" Scioli, intentó dar un manotazo de ahogado para reflotar los números. Scioli jugó una carta desesperada para "salvar" la temporada. Sin embargo, el manco pifió con la idea y se encontró con una dura resistencia del PRO, que terminó por hundir la iniciativa sin remilgos.
La "brillante" idea del gran panqueque libertario fue retrasar el inicio del ciclo escolar para fomentar el turismo nacional. Scioli argumentó que la postergación del comienzo de clases beneficiaría a las familias, permitiéndoles disfrutar de vacaciones durante los feriados de Carnaval. Sin embargo, la respuesta categórica del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dejó en claro que el inicio de clases es un asunto no negociable.
La propuesta de Scioli, aunque presentada mediante vías formales, refleja una lógica patética: el sacrificio de la educación de los niños no puede ser visto como una medida aceptable bajo ningún concepto. La administración educativa sostiene que el aprendizaje y el desarrollo académico de los estudiantes deben prevalecer sobre consideraciones turísticas, especialmente en un contexto donde la educación es fundamental para el futuro del país.
La urgencia de Scioli deja al desnudo el impacto de la crisis económica que afecta al país. La disminución del poder adquisitivo y el aumento de la pobreza han colocado a la industria del turismo en una posición vulnerable, donde las reservas son alarmantemente bajas y los destinos nacionales enfrentan una ocupación por debajo de lo esperable. Sin embargo, la vinculación entre crisis económica y decisiones educativas no es un camino valido.
La necesidad de un equilibrio entre el desarrollo turístico y la educación es indiscutible. La respuesta de la macrista Laura Alonso, vocera de la administración porteña, subraya esta noción al afirmar que "la educación de los chicos siempre está primero". En este sentido, la educación no solo es una prioridad, sino que también es un derecho fundamental que debe ser protegido a toda costa.
En conclusión, la propuesta del "Pichichi", totalmente hueca y vacía, carece de la sensibilidad y la consideración necesarias hacia la educación infantil, como muchas de las medidas de la administración del libertario Milei. La educación debe ser el pilar sobre el cual se fundamenten las decisiones políticas y sociales, incluso en tiempos de crisis. Hay que resaltar la importancia de priorizar la educación como un bien esencial, que trasciende a las ya tristemente acostumbradas crisis neoliberales temporales en la economía argentina.
La Opinión Popular
EL GOBIERNO NACIONAL LE PIDIÓ AL PORTEÑO QUE ATRASE EL INICIO DE CLASES
Ojotas sí, libros no: Scioli jugó una carta desesperada para "salvar" la temporada
La mala temporada que preanuncia el magro primer fin de semana llevó a Scioli a lanzar la idea que, en el marco de la disputa entre el PRO y La Libertad Avanza, fue rechazada de plano.
Un nuevo capítulo en la disputa entre La Libertad Avanza y el PRO tomó esta vez un atajo impensado en la Ciudad de Buenos Aires, el gran terreno donde hoy se vuelve más feroz de esa disputa: la fecha de comienzo de clases. Con la alarma de una temporada de verano que arrancó con números bajos, estadías cortas, menor consumo y pérdida de competitividad con respecto a destinos del exterior, el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, lanzó al aire una feliz idea: que la Ciudad inicie el ciclo lectivo de todas las modalidades después de los feriados de Carnaval del 3 y 4 de marzo. Desde el distrito que gobierna Jorge Macri se apuraron a cruzarlo: "No es una posibilidad, ni siquiera remota", sintetizaron desde Educación ante la consulta de Página/12.
La vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, habló de una "particular propuesta del secretario" y, con la educación como bandera, marcó que "el inicio de clases no es negociable". La ministra porteña del área, Mercedes Miguel, siguió en la misma línea: "Entendemos la importancia de fomentar el turismo, pero la prioridad absoluta en la Ciudad es el aprendizaje".
Así las cosas, en CABA las clases comenzarán el próximo lunes 24 de febrero en inicial y primaria. Y el miércoles 5 de marzo lo hará el nivel secundario. Y el oficialismo porteño seguirá esforzándose por atajar la avanzada libertaria en el distrito que vio nacer al PRO, aprovechando cada título, cada gesto y cada error no forzado para plantar diferencia ante un electorado que se deja disputar por derecha.
Un gestito de idea
La idea salvadora de Scioli fue enunciada en un entrevista radial: "Ayer hablé con el secretario de Turismo de la Ciudad, Valentín Díaz Gilligan, le transmití la preocupación y (me dijo que) se iba a ocupar, iba a hablar con el jefe de Gobierno", aseguró el ex candidato a presidente y ex embajador en Brasil del gobierno peronista. Para el secretario se trata de "integrar, aplicar sentido común". "Merece el esfuerzo y que armonicemos en todo el país el comienzo de las clases apenas termina Carnaval, como hizo la provincia de Buenos Aires", marcó.
Desde el gobierno porteño, sin embargo, transmitieron la sorpresa y hasta el enojo por un pedido público que, aseguran, no tuvieron un correlato formal de ningún tipo hacia ningún funcionario porteño. "No hubo ninguna consulta previa, y hasta el momento no hubo solicitud. Tampoco hubo un pedido oficial desde el gobierno", confirmaron a este diario desde Educación. E insistieron: "Para nosotros no es una posibilidad cambiar la fecha de inicio de clases, por calendario tenemos previsto comenzar el 24 de febrero". "Para la Ciudad es un tema terminado, la fecha es la anunciada", concluyeron.
"En nuestra Ciudad, la educación es una prioridad indiscutida y el inicio de clases no es negociable. La particular propuesta del secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli me resulta útil para reforzar una vez más que para la Ciudad la educación de los chicos siempre está primero", se extendió Alonso bajo el título "La educación primero". "Atrasar las clases impediría cumplir con el calendario escolar establecidos por la Ley Nacional y la Resolución 484/24 del Consejo Federal de Educación", recordó la ministra Miguel.
Mucho más allá del turismo y la educación, lo que se juega el PRO en la Ciudad por estas horas en las que se prefiguran las elecciones de medio término, es ni más ni menos que su supervivencia: sin acuerdo electoral a la vista, el mileísmo se prepara para desembarcar con todo en el bastión amarillo. Como puede, lo que queda del PRO se abroquela para resistir.
Foto feliz
Desde Mar del Plata, Scioli se ocupó de la temporada de verano también de otras maneras. "La temporada 2025 en Mar del Plata avanza con la fuerza del cielo y la esperanza de una Argentina grande, libre y próspera", posteó en X, con la retórica machacona de los conversos. Mostró la foto de una playa llena, soleada y feliz, con un epígrafe documental: "Playa Bristol, Mar del Plata. Domingo 5 de enero, 13.56 hs.". Enseguida se llenó de respuestas de usuarios que, desde el mismo lugar y en el mismo momento, registraban una realidad mucho más rala: poca gente, carpas vacías, y además un día fresco y ventoso.
La que le respondió sin metáforas fue la extitular de AySA, Malena Galmarini: "Siempre fuiste un mentiroso. Siempre fuiste alfombra. Siempre fuiste casta. Siempre te inventaste tu realidad. Ni por el frío que hacía podría haber tanta gente. Lástima que es por el peor secretario de la historia. Y por el peor modelo económico y la falta de solidaridad del gobierno que sos parte. Tu última vuelta", vaticinó.
Fotos que preocupan
Aunque aún es temprano para cifras concluyentes, en los destinos turísticos argentinos, y muy particularmente en la costa, el impacto de las fuerzas del cielo ya se hace sentir en forma de una afluencia de gente notoriamente menor que el año pasado, "cuando la temporada ya era mala", advierten los operadores turísticos. Lejos del lleno total, la temporada comenzó con cifras de entre el 60 y el 80 por ciento de ocupación en los principales destinos turísticos.
El gobierno nacional responde con cifras que considera auspiciosas: para el primer fin de semana de enero, 77 por ciento de ocupación en el partido de Pinamar, 85 por ciento en el de Villa Gesell; 64 por ciento en Mendoza; entre un 43 y un 68 por ciento en Traslasierra, Córdoba; entre un 62 y un 87 por ciento en Calamuchita; entre un 55 y un 80 por ciento en las Sierras del Sur; en San Martín de los Andes, un 68,7 por ciento. En todos los casos son cifras inferiores al año anterior.
Desde Villa Gesell informaron que el primer fin de semana del año la ocupación alcanzó el 84 por ciento. Esta ciudad en particular "salió a competir" con los precios exorbitantes de otras playas que difundieron los medios. "En ciudades vecinas el alquiler de una carpa puede llegar a superar los 100.000 pesos por día, en Gesell los precios de sombra van de 30.000 a 50.000 pesos por día, la mitad", difundieron desde el municipio, junto a un particular patrón churro: entre 8.000 y 10.000 pesos, contra 12.000 pesos para arriba en otros balnearios.
Allí los operadores ya están hablando de que así "se salvó la temporada", aunque los números, proyectan, serán a la baja. Pero advierten: "Si estamos hablando de salvar en la mejor quincena del año, no quiero pensar lo que va a ser la segunda de febrero".
Tampoco el clima ayudó, pero las postales de playa fueron preocupantes. "En el viaje de ida del viernes, no había nadie en la ruta, era como un día de invierno. Poca gente, muchos seguro se espantaron por el clima, recién salió el sol el domingo", describe un habitual visitante de Cariló. "Acá cuando está feo, llega gente de playas cercanas a pasear, entonces se ve ese movimiento. Pero aún así conseguimos lugar para cenar sin espera, algo rarísimo para un fin de semana de enero. Claramente este año hay mucha menos gente", grafica.
El turismo cercano y "de último momento" es el que este año empuja algún repunte en los centros turísticos. "Aquí en el Valle de Calamuchita hay un buen nivel de ocupación en general, mucho mejor que en otros valles de Córdoba. Mucho de último momento, que es la tendencia que venimos viendo desde hace un par de años, pero que se profundiza este año en el contexto actual", describe Aline Rethore, presidenta de la Asociación Hotelera Gastronómica de Calamuchita. Villa General Belgrano es el destino más exitoso de la región, comenta.
"Estamos contentos si lo pensamos en contexto actual, aunque no estamos hablando del nivel de ocupación del año pasado", advierte. "Y tampoco se pudo trasladar la inflación a las tarifas, hay una pérdida de competitividad de Argentina con todos los ajustes de costos. Estamos salvando la temporada pero con pérdida de margen de ganancia en las operaciones hoteleras", sintetiza.
Describe también un turismo más gasolero: "son varios los aspectos que cambiaron, se notó en las fiestas, la gente no sale tanto a comer afuera, se queda en las cabañas o en el hotel, hoy es más del sanguchito, un buen desayuno y nos salteamos el almuerzo".
Por Karina Micheletto
Fuente: Página 12