“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
Perón crea el Instituto Nacional de las Remuneraciones, que obliga a las empresas privadas que paguen el aguinaldo
Por decreto N° 33.302 del 20 de diciembre de 1945 el Coronel Juan Perón crea el "Instituto Nacional de Remuneraciones", se otorga un aumento salarial y se instituye, por primera vez, el sueldo anual complementario o aguinaldo.
Ante la reacción oligárquica, el 10 de octubre de 1945, el coronel Juan Perón es forzado a renunciar a los cargos de Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión. En un acto improvisado Perón -ya sin cargos- se despide de los trabajadores desde las antiguas oficinas de la Secretaría de Trabajo y Previsión. La compañera Evita estaba presente.
Allí, Perón pronuncia un célebre discurso en el que detalla un avanzado programa de reivindicaciones laborales. Resaltó: "También dejo firmado un decreto de una importancia extraordinaria para los trabajadores. Es el que se refiere al aumento de sueldos y salarios, implantación del salario móvil, vital y básico y la participación en las ganancias. Dicho decreto, que he suscripto en mi carácter de Secretario de Estado tiene las firmas de los ministros de Obras Públicas y de Marina, y beneficia no solamente a los gestores de la iniciativa -la Confederación de Empleados de Comercio-, sino a todos los trabajadores argentinos".
La lucha para que se hiciera efectivo el Decreto continuó, después del histórico 17 de octubre de 1945, por varios meses. El 11 de diciembre, se realizó un acto en Plaza de Mayo, convocado por la CGT. El reclamo central era por la sanción del decreto anunciado el 10 de octubre.
Las movilizaciones y reclamos, dieron sus frutos cuando se dio a conocer el 20 de diciembre de 1945 el Decreto 33.302, por el cual se aumentan los salarios, se creaba el Instituto Nacional de Remuneraciones, cuya función era entre otras fijar el salario mínimo y se instituyó el sueldo anual complementario o aguinaldo.
La Opinión Popular
Juan Perón, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, desarrolló una intensa actividad con los gremios. Pero, a fines de Septiembre de 1945, una crisis dentro del gobierno nacional, hizo que aumentaran los cuestionamientos a la labor que llevaba adelante.
El 10 de octubre, los intentos por solucionar la crisis se diluían. Un grupo de sindicalistas, se entrevistó con Perón y se decidió la realización de una concentración, para que se dirigiera a los trabajadores, anunciando su renuncia.
Se reunieron 70.000 trabajadores. Perón pronunció un discurso de despedida donde resaltó: "También dejo firmado un decreto de una importancia extraordinaria para los trabajadores. Es el que se refiere al aumento de sueldos y salarios, implantación del salario móvil, vital y básico y la participación en las ganancias. Dicho decreto, que he suscripto en mi carácter de Secretario de Estado tiene las firmas de los ministros de Obras Públicas y de Marina, y beneficia no solamente a los gestores de la iniciativa -la Confederación de Empleados de Comercio-, sino a todos los trabajadores argentinos".
Los acontecimientos después de la renuncia de Perón son conocidos: entre el 10 y el 12, estuvo clandestino, el 13 fue detenido y llevado a Martín García. Acontecería, luego la jornada histórica del 17 de octubre, con la gran movilización obrera y popular, marchando desde los barrios obreros, desde las fábricas, hacia la Plaza de Mayo. En Rosario, La Plata, Ensenada, Berisso, y en otros lugares, se dieron importantes movilizaciones populares.
La lucha para que se hiciera efectivo el Decreto continuó por varios meses. El 11 de diciembre, se realizó un acto en Plaza de Mayo, convocado por la CGT, el sindicato de Empleados de Comercio y la Federación de Empleados Telefónico. El reclamo central era por la sanción del decreto.
Las movilizaciones y reclamos, dieron sus frutos cuando se dio a conocer el 20 de diciembre de 1945 el Decreto 33.302, por el cual se aumentan los salarios, se creaba el Instituto Nacional de Remuneraciones, cuya función era entre otras fijar el salario mínimo y se instituyó el sueldo anual complementario o aguinaldo.
La medida provocó gran júbilo en los sectores populares, indignó a los sectores patronales e incluso también a quienes ironizaban acerca del absurdo que significaba suponer que el año tenía trece meses, como expresaba Jorge Luis Borges. Se dejó en suspenso la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.
La Unión Industrial y la Bolsa de Comercio coincidieron en sostener la ilegalidad de la medida y que era imposible aplicarla. Unos días después, más de dos mil delegados del Comercio, la Industria y la Producción se reunieron en la Bolsa de Comercio. Allí se resolvió desconocer la medida e impulsar un lock out de tres días en todo el país del 14 al 16 de enero de 1946.
Los empresarios paralizaron el país durante tres días, mientras los trabajadores se movilizaban y realizaron varios paros reclamando que se respetara lo establecido en el Decreto 33.302 y se hiciera efectivo el pago del aguinaldo.
Con el correr de los días ante la firme respuesta de los asalariados, los patrones fueron aceptando lo establecido en el Decreto. Una vez más habían chocado los intereses de empresarios y trabajadores.