“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
Nicolino Locche se consagra campeón mundial al vencer al japonés Paul Fuji
El 12 de diciembre de 1968, en Tokio, Japón, frente al hawaiano nacionalizado japonés, Paul Takeshi Fuji (63,4 kg) en el imponente estadio Kuramae Sumo - Templo de Lucha - Nicolino Locche (62,8 kg) tenía 29 años de edad, combatía desde los 8 en división microbio, poseía un total de más de 220 combates entre amateur y profesional y en su ascendente carrera había enfrentado a 5 campeones mundiales, con 3 triunfos y 2 empates, siempre en el Luna Park de Buenos Aires.
Nicolino Felipe Locche fue un boxeador argentino que se consagró campeón mundial en la categoría welter junior. La popularidad del "Intocable", como lo apodaban, comenzó a crecer, llenando el Luna Park en cada una de sus presentaciones. El 12 de diciembre de 1968 llega al auge de su carrera deportiva y se consagra campeón mundial de la AMB venciendo a Paul Takeshi Fuji, por abandono del local luego del noveno round, en Tokio, Japón.
Defendió su título 6 veces ante Manuel Jack Hernández, Carlos Hernández, João Henrique, Adolph Pruitt, Antonio Cervantes y Domingo Barrera Corpas, pero el 10 de marzo de 1972 pierde la corona por puntos en Panamá contra Alfonzo Frazer. Un año después intenta recuperarla sin éxito y decide retirarse en 1975.
La Opinión Popular
El triunfo de Locche ante Fuji
Se cumplen un nuevo aniversario de la obtención del título en Japón por el gran Nicolino.
Todos los especialistas del boxeo coinciden en que la pelea donde Nicolino Locche se consagró campeón mundial en la categoría peso superligero ante Paul Takeshi Fujii fue una obra maestra del pugilismo nacional jamás superada.
Ese 12 de diciembre de 1968, el boxeador mendocino no sólo apeló a sus artes defensivas inigualables, sino que impactó tantas veces con izquierda en la cara del rival que lo obligó a abandonar en el noveno round.
Fujii había enceguecido por la hinchazón de sus ojos. En 1968 aún no había transmisiones satelitales para Argentina. En todo el país las alternativas del combate llegaron por radio.