EL 12 DE NOVIEMBRE DE 1863 ES ASESINADO EL CAUDILLO FEDERAL
El asesinato del Chacho, la unidad a los palos de Mitre y la barbarie de Sarmiento
A la edad de 65 años es asesinado en la localidad riojana de Olta el militar y caudillo federal Ángel “Chacho” Peñaloza, uno de los últimos líderes de esa corriente federal en alzarse en armas contra el centralismo porteño durante el gobierno del presidente Bartolomé Mitre.
El triunfo de las fuerzas mitristas porteñas en Pavón, en 1861, puso fin a la Confederación Argentina iniciando un proceso de reorganización nacional bajo la hegemonía de Buenos Aires, hasta entonces separada del resto de las provincias. Así, el proyecto popular federalista parecía acabado, derrotado por el proyecto liberal unitario.
Sin embargo, en 1862, el levantamiento del caudillo riojano Ángel Vicente "Chacho" Peñaloza puso en cuestión al centralismo porteño, iniciando la resistencia con un ejército numeroso. Para imponer la "unidad a los palos", su hegemonía a sangre y fuego, el ejército mitrista estuvo en operaciones en casi todo el territorio nacional y en especial en el Noroeste donde había resuelto resistir ese gran caudillo federal.
Pero sin el apoyo de Urquiza, el Jefe traidor del Partido Federal, el líder cuyano fue, derrota tras derrota, obligado a replegarse. El 12 de noviembre de 1863, visiblemente agotado, el "Chacho" fue capturado en Olta, La Rioja, entregando su daga en señal de rendición; pero el mayor Pablo Irrazábal cobardemente lo asesinaría con una lanza, y ya desarmado, lo ultimaría luego con disparos de carabina.
Al concepto genocida, de eliminar de nuestras tierras al Gaucho, se lo recordará Sarmiento a Mitre, en una de sus cartas más tristemente famosas, fechada tres días después de Pavón: "No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos".
Esta fue, sin dudas, la filosofía criminal con la que se movieron impunemente durante más de diez años los herederos de Rivadavia, la élite oligárquica porteña vencedora de Caseros y Pavón. La impopularidad de los gobiernos impuestos por los ejércitos del Puerto llevó ineludiblemente a la resistencia de los caudillos montoneros que defendían el federalismo y las políticas nacionales.
"El Chacho" fue un autentico caudillo federal, uno de los últimos líderes de esa corriente popular, alzados en armas contra el centralismo unitario de Buenos Aires. Por su lucha sin cuartel, por su defensa del federalismo y su vil asesinato, se convirtió en una figura emblemática de la cultura histórica nacional.
La Opinión Popular