“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
En Teherán, estudiantes iraníes asaltan la embajada yanqui y toman como rehenes a 52 norteamericanos
Estudiantes iraníes hacen guardia frente a la entrada de la embajada de Estados Unidos en Teherán.
La crisis de los rehenes en Irán se desarrolló en un periodo de 444 días, durante el cual el nuevo gobierno surgido tras la revolución iraní tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos de los Estados Unidos de América (EE.UU.). El 04 de noviembre de 1979 la embajada estadounidense de Irán fue rodeada por un grupo de alrededor de 500 estudiantes iraníes seguidores de la revolución islamista.
Cincuenta y dos estadounidenses fueron tomados como rehenes durante 444 días (del 04 de noviembre de 1979 al 20 de enero de 1981), mientras que seis diplomáticos lograron escapar de la embajada durante la toma, los cuales fueron refugiados por el embajador canadiense y su esposa en su residencia hasta su rescate (con un plan aparte del diseñado para quienes quedaron en la embajada).
La Opinión Popular
El 22 de octubre de 1979 el Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlevi, viajó a Nueva York para ser sometido a un tratamiento contra el cáncer. El 01 de noviembre, el nuevo líder de Irán, el clérigo islamista chiíta, el ayatolá Ruhollah Jomeini, encabezó una revolución islamista que buscaba un nuevo gobierno, argumentando que el Sha era un "títere" de los intereses de Estados Unidos y que debía ser depuesto para imponer un nuevo gobierno, una república de carácter teocrático.
El 4 de noviembre la embajada estadounidense de Irán fue rodeada por un grupo de alrededor de 500 estudiantes iraníes seguidores de la revolución islamista (aunque los números varían entre 300 y 2000). Cincuenta y dos estadounidenses fueron tomados como rehenes durante 444 días (del 4 de noviembre de 1979 al 20 de enero de 1981), mientras que seis diplomáticos lograron escapar de la embajada durante la toma, los cuales fueron refugiados por el embajador canadiense y su esposa en su residencia hasta su rescate (con un plan aparte del diseñado para quienes quedaron en la embajada).
El Presidente Carter llamó a las víctimas del secuestro "víctimas del terrorismo y la anarquía" y añadió que Estados Unidos no iba a ceder al chantaje.
A menudo, el movimiento islamista mostraba a los rehenes con los ojos vendados a la población local y a las cámaras de televisión. Los rebeldes islamistas dijeron que los ciudadanos cautivos serían liberados únicamente a cambio de la extradición del Sha a Irán para ser juzgado por "crímenes contra el pueblo iraní" en consonancia con las palabras del líder islamista, el ayatolá Jomeini, clérigo islamista chiita de línea dura, con una retórica fuertemente antiestadounidense, denominando repetidas veces al gobierno estadounidense como "el Gran Satán" y "el enemigo del Islam".