Entre Ríos - 27-10-2024 / 18:10
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO
El dilema del macrista Frigerio frente al anarco capitalista Milei
Si bien conquistó la provincia, Frigerio quedó a la deriva, shockeado por el veredicto de las urnas nacionales y sin procesar el duelo de una interna costosísima, entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que los llevó puestos. Frigerio se sintió así obligado a escoltar el experimento que encara Milei, implementando un "mileismo de buenos modales" en la provincia, ya que el PRO reniega de las formas, pero celebra que haga el trabajo sucio.
En 2023, Rogelio Frigerio se imaginaba el escenario ideal: ganaba Entre Ríos y Juntos por el Cambio el país, tenían 10 gobernaciones, casi la mitad del Congreso, y encaraban la agenda de reformas neoliberales pendientes. Pero Javier Milei le arrebató al PRO la bandera del cambio y muchos creyeron que el incierto Milei era mejor que el inepto Mauricio Macri. Milei logró ganar en la segunda vuelta por el apoyo que le dio la mayoría de los votantes del PRO, luego de que la alternativa electoral se redujo a Sergio Massa o los libertarios. Aunque era un salto vacío, porque el libertario prometía destrucción y confrontación, los argentinos votaron eso.
Si bien conquistó la provincia, Frigerio quedó a la deriva, shockeado por el veredicto de las urnas nacionales y sin procesar el duelo de una interna costosísima, entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que los llevó puestos. Frigerio se sintió así obligado a escoltar el experimento que encara Milei, implementando un "mileismo de buenos modales" en la provincia, ya que el PRO reniega de las formas, pero celebra que haga el trabajo sucio.
En estos 10 meses, Frigerio aportó, en todos los casos, los votos para los proyectos del anarco capitalismo, que le estiraron la soga de la gobernabilidad a Milei, quien no tiene gobernadores ni intendentes y que apenas cuenta con un puñado de legisladores. El porteño Frigerio decidió acompañar el cambio libertario y anti federal porque, al fin y al cabo, mucho de lo implementado (sobre todo el paquete de reformas de Federico Sturzenegger) estaba en la plataforma de gobierno de Bullrich.
El punto de quiebre fue el blindaje al veto presidencial sobre la ley de financiamiento universitario. Ahí se terminó de jugar el alineamiento del PRO: si la médula es el equilibrio fiscal, un aumento a los jubilados, otro a los universitarios y uno a los pilotos, terminaría en deuda, emisión e inflación, sostenían.
La lectura de Frigerio parece ser que Macri y Milei limaron asperezas y se prometieron llegar juntos al altar. Los libertarios entendieron que nunca podrán construir de cero un partido de gobierno, con candidatos potables en todo el país, si no arman una alianza con quienes vienen trabajando desde hace rato en el rubro. Los macristas aceptaron que no son los que mandan y que el acuerdo de colaboración se circunscribirá a determinadas áreas nacionales, cuyos "negocios" Macri pretende controlar.
Pero el dilema de fondo de Frigerio es más profundo: qué va a pasar en 2027. ¿Se van a desconocer en dos años? ¿Se van a canibalizar, como Bullrich y Larreta? Dicen que no, que se han prometido amor, quizá no eterno, pero al menos hasta 2031. La novedad es que Macri aceptó que 2027 no será del PRO. ¿Qué pasará en Entre Ríos? Al PRO, Milei le impuso dos condiciones. Una, que acordaran una lista de consenso entre los dos sectores. Y la segunda, que Milei tenga derecho a ser reelegido. La pregunta es: ¿tiene otra alternativa el PRO? ¿Podría hacer otra cosa que no pensar sólo en 2027? Sí y no.
Hoy, dicen no tener opción. Coinciden con Milei en que el superávit fiscal es innegociable, porque sería la condición para que lo demás pueda suceder: baja de impuestos a los ricos y levantamiento del cepo. Pero también puede pasar que en 2027 este estilo autoritario de gobierno se agote, que la ciudadanía entienda que el período de locura terminó, que basta de motosierra y de violencia permanente, y que sea el turno de formas más democráticas de gobierno. Y que la caída de Milei termine por arrastrar a Frigerio. La relación de Milei con Frigerio se pondrá a prueba por estos días en el Congreso donde comenzó el debate de fondo -y de fondos- entre la Nación y las provincias por el Presupuesto 2025.
Hay un esquema de reparto de recursos y responsabilidades conflictivas con la gestión libertaria y el tema es la plata, pero también el tiempo: el ajuste a lo bruto que aplicó en su primer año Milei difícilmente pueda reiterarse en el segundo sin un conflicto institucional con las provincias. Incluso con gobernadores "dialoguistas" como Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro y Frigerio.
El Congreso ya inició el debate en comisión del proyecto de presupuesto 2025 que no repara las pérdidas de los jubilados, no incluye los fondos que esperan las cajas jubilatorias provinciales, minimiza al extremo las partidas para obras públicas y a las universidades nacionales les otorga la mitad de lo que pidieron los rectores. Milei amenazó con vetar cualquier cambio que altere el equilibrio fiscal y dijo que para él no es problema gobernar por segundo año consecutivo sin presupuesto: esa opción le da discrecionalidad casi absoluta, aunque es objetable legalmente, además de ser una pésima señal institucional.
Lo real es que Milei no tiene los votos para imponer el presupuesto que envió al Congreso. La oposición puede aplicar cambios a ese proyecto, pero después le resultará difícil resistir un veto. Además, entre los opositores hay posturas muy distintas: para el peronismo el equilibrio fiscal no es prioritario y entre los "dialoguistas" que coinciden en la necesidad de no gastar más de lo que ingresa, no le será tan sencillo un acuerdo respecto de qué hay que recortar para pagar al FMI o para reducir impuestos a los más ricos.
La mayor parte de los legisladores del interior coincide en que el proyecto de Milei debe garantizar los recursos para las Cajas de Jubilaciones y para que el sistema universitario supere el conflicto permanente que amenaza con dejar sin clases y sin mesas de exámenes a dos millones de estudiantes. Para Frigerio no se trata de una meta muy ambiciosa: ya dio por perdidos para siempre los subsidios al transporte del interior, el Incentivo Docente, todo envío no automático y numerosos programas sociales y sanitarios que se cortaron cuando asumió Milei.
En la Casa Gris piden poco y esperan menos. Después de escuchar al titular de la Anses desconociendo que tenga responsabilidades con las cajas jubilatorias provinciales, asumieron que mientras la Corte Suprema de Justicia siga mirando para otro lado no llegará un peso. Este año la reducción de la inversión en obra pública fue abrupta, la pérdida salarial de los estatales, activo y jubilados, en nueve meses, fue del 32% del poder adquisitivo. Entonces se preparan para un 2025 más complicado.
El clima de época tampoco admite nuevos impuestos provinciales, la profunda crisis no permite recortes en materia social y el discurso político entrerriano correcto exige un Estado presente que cuesta. A Frigerio le será muy dificultoso sostener la gestión provincial sin reactivación económica nacional y afrontando, con recursos del Tesoro provincial, todo el déficit de la Caja de Jubilaciones.
La realidad de Entre Ríos es que, para Milei, el Estado nacional no tiene ningún compromiso con la gente de a pie y que procurará traspasar todo a las provincias y a los municipios, para ocuparse tan solo de la macroeconomía -sin protección alguna y sin un plan de desarrollo-, de la Defensa y de la Justicia federal. Y detrás del desfinanciamiento de las universidades nacionales empieza a insinuarse la voluntad de transferirlas a las provincias. Para Milei, la gente no existe, es tema de las provincias y los municipios.
Lo real es que los gobernadores y legisladores deberían empezar a prepararse para una batalla política de fondo: centralismo porteño vs federalismo y de un debate trascendental sobre las responsabilidades de cada estamento del Estado y los recursos para atenderlas. Ya que no queda claro cómo financiarán las provincias las prestaciones con un presupuesto que los obliga a ajustar aun más. Y considerando que las personas nacen, viven y mueren en las provincias, que con sus industrias y campos son las que generan los impuestos que el cruel e insensible Milei maneja tan arbitrariamente.
La Opinión Popular
Milei no tiene filtro cuando habla como Presidente
En lo político, Javier "el Loco" Milei transmite violencia permanente. En sus actos y también en sus palabras. Pero ese capital, que le sirvió para ganar una elección, hoy puede volvérsele en contra cuando debe representar a la totalidad de los argentinos, y no solo a los que él llama "gente de bien". La polarización permanente con los que no piensan como él -y que, según las encuestas, son más de la mitad de los votantes- se está convirtiendo en una costumbre peligrosa y de final impredecible.
En los últimos días, el Presidente habló del "morbo" que le produciría "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro". Y también despidió al fallecido Ginés González García con una catarata de escatologías: "Ayer dejó este mundo ese ser siniestro que fue el impresentable y repugnante ministro de Salud que tuvimos. Cómplice de la cuarentena cavernícola más grande de la historia", dijo el delirante Presidente, y concluyó que Ginés, que ya no podía contestarle, "será recordado como un hijo de re mil putas". No conforme, también reposteó un texto que decía: "Ginés vacunó a sus amigos. Alberto vacunó a las amigas de Fabiola y Cristina nos vacunó a todos". Impresentable.
Los excesos de un jefe de Estado que se comporta como un matón vuelven irrespirable el clima social, donde las escenas de violencia se vienen multiplicando en las últimas semanas, como aquella del militante libertario rentado Franco Antúnez que, luego de provocar a los manifestantes que protestaban por el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, tuvo que huir a refugiarse en un local de empanadas para que no lo agredieran. Milei se solidarizó con el influencer de La Libertad Avanza y hasta se sacó fotos en el negocio, pero ignoró por completo a la otra parte.
La violencia física casi siempre es precedida de otra que la alimenta, la verbal, que emana desde la cima del poder del Estado. El Presidente debería dejar de jugar con fuego. Y entender que no se puede gobernar insultando.
Momento refulgente para la economía especulativa financiera
El método anarco capitalista para volver a los mercados consiste en expropiar un tercio o más del poder adquisitivo los salarios, desmantelar la salud pública, vaciar las universidades, abortar el programa nuclear, abandonar la obra pública, dejar de repartir alimentos, desprenderse de los trenes, arrojar a seis millones de argentinos a la pobreza y tres millones a la indigencia. El problema de cazar un oso con una bazuca es que incluso si acertás al blanco después no queda ni la piel para vender.
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que el mayor ajuste fiscal de la historia, un blanqueo y las liquidaciones demoradas de exportaciones del agro, combinaron fuerzas para dar forma a un momento rutilante para la economía financiera. Los dólares alternativos siguen planchados y almidonados por debajo de los 1.200 pesos en la City porteña; el Riesgo País se ubicó por debajo de los 1.000 puntos, algo que no ocurría desde antes de las PASO de 2019; el índice Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subió 5,6% en dólares y los bonos soberanos escalaron 6% en dólares.
Después de un par de meses negativos en materia de acumulación de reservas, en lo que va de octubre el Banco Central lleva comprados más de 1.200 millones de dólares y las reservas brutas crecieron a razón de 675 millones de dólares en la semana. En buena medida gracias al blanqueo de capitales, pero también por la liquidación de exportaciones que habían sido demoradas a la espera de una devaluación que nunca llegó y que no aparece en el horizonte.
Además de aportar un contexto propicio para hacer redituables negocios en muy corto tiempo, para los especuladores financieros están en condiciones de hacerlos.
Para la economía real la situación es bastante menos halagüeña. La caída de la inflación trajo respiro, pero la prometida reactivación en forma de V no aparece en el panorama. Es cierto que la producción industrial dejó de caer y comienzan a crecer algunas pocas actividades, pero las condiciones generales muestran más estancamiento que reactivación.
De acuerdo con datos del INDEC, los salarios volvieron a ganarle a la inflación en agosto, pero la comparación interanual muestra una caída de 10,7% en el poder adquisitivo. Los salarios se recuperan lentamente, pero todavía hay mucho terreno para llegar a los niveles del año pasado.
El consumo no acompaña la ínfima suba de los salarios porque el incremento de las tarifas carcome el poder adquisitivo de la gente. Según el INDEC, el consumo en supermercados creció apenas 0,2% en agosto respecto a julio, en lo que representó la primera mejora en tres meses, sin embargo la comparación interanual muestra un descenso de más de 10 puntos.
El uso de tarjetas de crédito como medio de pago en supermercados aumentó en 10 puntos porcentuales y llegó a más de 46% de las ventas totales, lo que indica que cada vez más gente recurre al crédito para afrontar sus gastos diarios.
Economistas y empresarios coinciden en un pronóstico que anticipa la continuidad del camino hacia la baja de la inflación, al menos mientras el Gobierno consiga sostener el ancla cambiaria. Con el torniquete monetario apretado y los dólares del blanqueo, la paz debería durar cuanto menos hasta febrero o marzo del año próximo, pero de allí en adelante dependerá de la capacidad del Gobierno de resolver los vencimientos de la deuda.
Pero tal vez la mayor de las dudas gira en torno al cepo cambiario sin el cual resultaría muy difícil evitar una devaluación, al menos en las condiciones actuales, pero que al mismo tiempo limita severamente las posibilidades de recibir las inversiones necesarias para el crecimiento de la economía.
Disciplina fiscal, según los libertarios
Más allá del apuro que manifiestan desde los sectores más poderosos del empresariado en levantar el cepo, lo cierto es que la estabilidad actual es cepo-dependiente. Entonces la agenda neoliberal más inmediata de reformas se centra en dos ejes: privatizaciones y desregulación.
En la mira de las privatizaciones está Aerolíneas Argentinas. El asunto fue discutido en la reunión de Casa Rosada entre representantes de La Libertad Avanza, el PRO y el radicalismo. La Comisión de Transportes de Diputados comenzará a abordar la cuestión el próximo martes.
En materia de desregulación, el último hito fue la reestructuración de la AFIP, que pasó a llamarse ARCA y el titular del área, Federico Sturzenegger, anticipó que habrá novedades tendientes a la reducción del Estado y a la simplificación de trámites.
Lo que también adelantó el ex banquero central de Macri, es que no habrá reducciones impositivas. "No me pidan que baje impuestos porque van a rebotar", les advirtió a los empresarios en Mar del Plata, durante el Coloquio de Idea.
Podrán ser libertarios y los más férreos defensores de la iniciativa privada, pero tanto en los dichos como en los hechos, practican y defienden una política fiscal que les permita acceder los recursos necesarios para el equilibrio fiscal. En eso marcan una diferencia respecto a la opinión de los dirigentes del PRO y del radicalismo que pregonan la baja de impuestos como receta mágica para el crecimiento de la economía.
De hecho, el principal logro de este gobierno nacional consiste en haber revertido el déficit fiscal, algo que Néstor Kirchner consiguió hace dos décadas, con la diferencia de que no hubo un brutal ajuste para la gente ni se dejó de financiar a la salud o a la educación y tampoco se recurrió al endeudamiento.
Oposición a Milei
La capitulación en cámara lenta del PRO y la ruptura del bloque radical en la Cámara de Diputados consolidan simultáneamente dos escenarios. Por un lado, el gobierno consolida el tercio que le sirve para blindar el veto presidencial y cubrirse de la eventualidad de un juicio político. Por el otro, cada vez queda más lejos de conformar una mayoría de 129 para impulsar los proyectos que necesite para gobernar. Para eso están las facultades delegadas y los DNU.
Los últimos sondeos de opinión muestran una caída de la imagen pública de Javier Milei. Un relevamiento de la consultora Zuban Córdoba señala que 55% de los argentinos tiene una imagen negativa del presidente y desaprueba su gobierno, mientras que el consultor Nehuén Fariña ubicó esa cifra más cerca del 60%.
Los analistas coinciden en que la imagen presidencial, que se mantuvo alta durante los meses más duros del ajuste, comenzó a caer con mayor velocidad con los vetos a las leyes jubilatoria y de presupuesto para las universidades. Las perspectivas de mejora a futuro también se van diluyendo en el imaginario de la gente, lo que está relacionado a las demoras percibidas en la recuperación del poder adquisitivo del salario.
En el plano de la economía, Milei le propuso a su votante un contrato que exigía un esfuerzo inicial a cambio de una supuesta mejoría duradera. Cada vez son más lo que entienden que el sacrificio se está extendiendo más de lo esperado (el argentino nunca tuvo vocación de mártir) y la bonanza está demorando demasiado.
El peronismo declama unidad mientras ejercita el internismo
El principal partido opositor es escenario de dos tensiones simultáneas. La primera apunta a resolver una cuestión que históricamente es fundamental para ese movimiento: establecer quién es el líder y hacerlo de un modo que quede en claro para todos.
La segunda consiste en decidir cuál será la postura frente al Gobierno de Milei, allí entran en pugna los gobernadores que prefieren una postura más negociadora y los dirigentes sin responsabilidad de gestión que tienen mayores libertades para practicar una oposición mucho más frontal.
La interna que enfrenta a Cristina con Kicillof se inscribe en la primera de las tensiones. La ex mandataria probablemente no apunte a una candidatura que la lleve de nuevo a la máxima magistratura, pero sí pretende conservar un lugar de poder y es la presidencia del PJ. El gobernador bonaerense sí quiere ser el candidato peronista en las presidenciales de 2027, pero sabe que llegar bajo el ala de Cristina, como lo hizo Alberto en 2023, es un boleto directo a la derrota.
La segunda tensión, el posicionamiento frente al gobierno nacional, está detrás de la interna Cristina/Quintela por la conducción del PJ. El gobernador riojano representa a sus pares peronistas que no quieren que la ex presidenta los acuse de traición cada vez que se sientan a negociar algo con Milei.
De allí que el único respaldo explícito a la candidatura de Quintela, haya venido del lado del mandatario tucumano Osvaldo Jaldo, el más cercano a Gobierno de Milei entre los peronistas.
Hasta ahora Kicillof se mantuvo al margen de esa interna, lo que le valió el mote de Poncio Pilatos en boca de Cristina, pero dirigentes que responden al gobernador bonaerense prestaron avales para la candidatura del riojano.
Kicillof enfrenta su propio dilema: necesita despegarse un poco de CFK para sumar votos por fuera del núcleo duro K, pero enfrentarse directamente a quien fuera su mentora le valdría una crisis de gobernabilidad en su provincia, ya que muchos intendentes y funcionarios en todas las líneas de su gestión responden a la ex mandataria.
Radicales se rompen y se doblan, todo al mismo tiempo
Todos los espacios de la oposición se desgranan o se fracturan y algunos, como el PRO, se enfrentan a una amenaza seria de disolución, como le ocurrió a la UCeDé en los 90.
Los que se doblan para el lado que más calienta el sol fundaron la línea de los "radicales con peluca", que pasaron de ser "dialoguistas" a enfervorizados defensores del gobierno libertario y del partido populista de derecha, visto el éxito en votos de su campaña construida desde la mentira y el odio.
Alimentándose políticamente de la desgracia ajena, como algunos insectos lo hacen de la sangre de otros seres vivos, a Milei le bastó una invitación a la Casa Rosada, ilustrada con una foto, para detonar una fractura que a esa altura era inocultable. Del lado de los portadores de pelucas, quedó el presidente del bloque de Diputados, el derechista Rodrigo de Loredo, lo que obligó a los radicales opositores, encabezados por Manes y Lousteau, a montar rancho aparte bajo la denominación "Democracia para siempre".
Con el peronismo y el radicalismo quebrados en varios pedazos y el PRO luchando por no diluirse en la marea libertaria, el presidente Milei cree que tiene la mesa servida para concretar en 2025 una elección de consolidación, siempre que la economía se lo permita y al dólar no se le ocurra despertar de su siesta.
Señalan mentiras evidentes de Frigerio en el Presupuesto Provincial 2025
La semana pasada el gobernador Rogelio Frigerio remitió a la Legislatura entrerriana el Presupuesto Provincial 2025. En un repaso por ese proyecto de ley de leyes, el referente del peronismo, Álvaro Gabas, en el portal Página Política, planteó que hay "yerros por estimaciones" comenzando por "las variables macroeconómicas y la coparticipación nacional" prevista.
"El Presupuesto prevé para el año próximo una inflación del 18% anual, es decir, menos del 1,3% mensual (Indicador que Argentina tuvo hace 11 años). Un crecimiento del 5% del PIB para el 2025, guarismo que el país no alcanza desde el año 2011 y que, para este año las proyecciones son de caída mayor al 4%. Por si fuera poco, el PBG (Producto Bruto Geográfico) entrerriano refleja una caída mayor al 5% anual. Asimismo, el Gobernador reconoce (en el mensaje introductorio que envía a la Legislatura) la caída del 10% anual real por coparticipación federal. En efecto, resulta incomprensible avizorar un aumento del 34,5% de crecimiento (materializado en el presupuesto) de recursos tributarios nacionales, máxime cuando hay eliminación del Impuesto País, caída estrepitosa de la recaudación nacional (medida en términos reales) y pérdida elocuente en la actividad económica", subrayó Gabás.
Añadió que "las cifras son aún más inexactas en el presupuesto 2025 cuando se detalla una merma en términos reales del 98% de transferencias de capital discrecionales del gobierno nacional hacia nuestra provincia y el mismo Gobierno de Milei ya hizo públicas sus intenciones de continuar con esta política de cercenamiento hacia las provincias. Va de suyo, que las partidas de coparticipación federal están subestimadas", interpretó.
Destacó que "en el propio presupuesto se reconoce la falta de experiencia pública, en la Administración de Recursos Tributarios ya que señalan la demora en la emisión de las partidas inmobiliarias y automotores". "Sin perjuicio de ello, las estimaciones por ingresos tributarios provinciales, ascienden a $ 869.254.115.000. Es decir, un 54% más en términos nominales, que los ingresos ejecutados (esquema AIF devengado agosto/2024 con proyección lineal a diciembre/24).
En consecuencia, y de acuerdo a la inflación estimada del 18% anual por el presupuesto, los recursos tributarios provinciales alcanzarían un 36% de incremento interanual real. Es evidente que estas proyecciones son improbables de cumplir, por dos factores: primero, porque no existen registros de incrementos interanuales reales con esos indicadores y segundo, porque la economía argentina y provincial se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema en su estructura. La inexperiencia también aquí ha marcado el desacierto", continuó el análisis de Gabas.
En materia de deuda pública, se prevé un total de $ 288 mil millones, un 169% más que el presupuestado en el año 2024, con un total de $ 107 mil millones. "El mayor incremento se refleja en el endeudamiento con organismos internacionales al pasar de $ 16,4 mil millones en 2024 a $ 41,2 mil millones en 2025", precisó.
"Por último, según la ejecución presupuestaria, la provincia aplicó $ 22.506 millones en obra pública. Sin embargo, el presupuesto para este año es de $ 173.879 millones. En consecuencia, esta partida solo se ejecutó un 12,9%. Resulta cándido suponer que, el gobierno provincial ejecutará los $ 408.280 millones presupuestados para el año 2025. Siguiendo la política provincial, de no invertir en obra pública y ante la necesidad de recursos corrientes para cumplir con los compromisos mensuales, resulta inverosímil dicho presupuesto", concluyó.
La Opinión Popular