“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
El rey de Italia pide a Mussolini que forme gabinete, dando origen a la dictadura fascista
En octubre de 1922, durante la fascista Marcha sobre Roma dimite el Gobierno italiano y el 22 de octubre el Rey le pide a Mussolini que forme gabinete, lo que da origen a la dictadura fascista.
Víctor Manuel III de Italia. En 1919, terminada la guerra, con un país empobrecido y un gobierno débil, Benito Mussolini refundaba una organización de Milán con el nombre de Fasci italiani di combattimento (Fascios italianos de combate), que empezaron a destacar por su lucha callejera contra huelguistas, izquierdistas y otros enemigos políticos y sociales.
El temor ante una revolución similar a la rusa de las clases medias y la alta burguesía italiana vio en los fascistas de Mussolini la mejor arma para desarticular los movimientos obreros organizados. Sus partidarios se fueron encuadrando de manera paramilitar como Camisas Negras.
Entre sus dirigentes fundadores había intelectuales nacionalistas, ex-oficiales del ejército, miembros del cuerpo especial Arditi y jóvenes terratenientes que se oponían a los sindicatos de obreros y campesinos del entorno rural. En 1921 se convertirían en partido político con el nombre de Partito Nazionale Fascista (Partido Nacional Fascista, PNF), caracterizado por su oposición a liberalismo y comunismo.
En octubre de 1922, durante la fascista Marcha sobre Roma dimite el Gobierno italiano y el 22 de octubre el Rey le pide a Mussolini que forme gabinete, lo que da origen a la dictadura fascista. Así, Mussolini obligó al rey de Italia, Víctor Manuel III, a entregarle el poder, que detentó con el título de Duce (caudillo).
La Opinión Popular
MARCHA SOBRE ROMA. Mussolini ordenó a mediados de octubre de 1922 que todos los militantes del Partido Nacional Fascista se preparasen para llevar a cabo manifestaciones públicas masivas en todas las ciudades principales de Italia, recurriendo a toda la violencia posible, de ser preciso. Para esa fecha, los fascistas habían conseguido, por medio de agresiones y amenazas varias, forzar la renuncia de casi todas las autoridades socialistas del Norte de Italia, región que dominaron en pocos días, ante la pasividad del ejército y la policía.