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Entre Ríos - 15-09-2024 / 21:09
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias
El Congreso de la Nación, con una mayoría inédita, había aprobado una Ley de Reforma Previsional que implicaba un aumento, moderado pero necesario, para los golpeados bolsillos de los jubilados. Sin embargo, el poder Ejecutivo vetó la ley, ganaron Javier Milei y Rogelio Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias. Además, el presidente usó palabras violentas y ofensivas hacia los legisladores. Celebró que no se lograra la mayoría necesaria para rechazar su veto, agradeciendo "a los 87 héroes que le pusieron un freno a los degenerados fiscales".
El Congreso de la Nación, con una mayoría inédita, había aprobado una Ley de Reforma Previsional que implicaba un aumento, moderado pero necesario, para los golpeados bolsillos de los jubilados. Sin embargo, el poder Ejecutivo vetó la ley, ganaron Javier Milei y Rogelio Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias. Además, el presidente usó palabras violentas y ofensivas hacia los legisladores. Celebró que no se lograra la mayoría necesaria para rechazar su veto, agradeciendo "a los 87 héroes que le pusieron un freno a los degenerados fiscales".
 
Lo ocurrido en el Congreso no fue heroísmo, sino una muestra de especulación, de roscas inconfesables, sostenida con prebendas, compra de votos, represión con gases, palos y balas de goma. Quienes avalaron el veto, o cambiaron su postura sin explicación alguna, están bajo la sombra de "la Banelco de Milei", como al gran escándalo de la denuncia por coimas en el Senado en abril de 2000, cuando se votó la reforma laboral del gobierno de Fernando de la Rúa y que derivó en la renuncia del vice Carlos "Chacho" Álvarez.
 
Milei y Frigerio han optado por una receta neoliberal conocida: ajustar sobre los jubilados, destruyendo el poder adquisitivo de quienes han trabajado toda su vida. Además, la ley vetada incluía un artículo vital para la provincia de Entre Ríos, ya que reponía la transferencia automática de recursos para cubrir el déficit de la Caja Provincial de Jubilaciones, transferencias que Milei había suspendido injustamente. Resulta insólito que, mientras nuestra provincia amenaza con reclamar judicialmente estos fondos, Frigerio apoye un veto que nos perjudica directamente.
 
El apoyo de Frigerio al veto de Milei se dio horas antes de la sesión, en el momento en que se anunció sorpresivamente la renuncia de Pedro Galimberti, diputado radical por Entre Ríos que había votado a favor de la reforma jubilatoria. En su lugar entró Nancy Ballejos, del PRO: el oficialismo se ganó una banca. Galimberti fue designado al frente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), un cargo en un ente binacional donde cobrará 10.000 dólares por mes. Y el diputado Francisco Morchio, que le responde al gobernador, estuvo ausente. Todo esto lo negoció el porteño Frigerio.
 
Ahora bien, ¿que consigue Frigerio con esta sumisión a Milei? ¿Es un acuerdo para bajar las altas tarifas energéticas en la provincia o solo para repartirse cargos? Toda la negociación que Frigerio hace es agarrar Salto Grande y darle un cargo para su cuñado, otro cargo a Galimberti para que se vaya de la Cámara y otro cargo a un amigo del senador tránsfuga Edgardo Kueider que votó la Ley Bases. La estrategia de Frigerio, de alinearse incondicionalmente con Milei, no le sirve a Entre Ríos. Tendría que haber una defensa más fuerte del interés provincial y negociar mejor.
 
Milei está dando señales tanto de pragmatismo negociador como de intolerancia y amateurismo político. En agradecimiento por los "servicios prestados" por gobernadores colaboracionistas como Frigerio, la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía dispuso prohibir a los municipios el cobro de tasas e impuestos adicionales en facturas de servicios públicos, como la energía eléctrica. El impacto de esta medida es perjudicial para los municipios y para los ciudadanos ya que con las tasas municipales que se perciben en la factura de energía, se hace frente a la denominada Tasa de Alumbrado Público, por el que las comunas realizan las diferentes inversiones en la red de alumbrado público, a la vez que permite su permanente mantenimiento.
 

"Esta medida atenta contra las autonomías municipales y puede poner en riesgo servicios esenciales, como el alumbrado público", expresó el diputado nacional Gustavo Bordet. "La regulación del servicio de distribución de energía en Entre Ríos es jurisdicción provincial, y no corresponde una regulación de la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación", dejó en claro Bordet, sobre una medida que avanza sobre el federalismo del interior.
 
Desde el ángulo meramente fiscal, el feroz recorte de las transferencias de Milei a las provincias forzó a muchas de éstas a recortar, por transición, sus remesas a las municipalidades. ¿Cómo salvan éstas la ropa? Algo han tenido que ajustar sus gastos, pero, sobre todo, lo que hicieron fue buscar nuevas formas de recaudación. Entre ellas, el mencionado aumento en las tasas municipales.
 
Despreciando la casta, Milei está alterando a su conveniencia las lógicas de funcionamiento del sistema político y de sus adyacencias gremiales, empresarias y hasta futbolísticas. El impacto gubernativo fue profundo en la Casa Gris y Frigerio descartó desde entonces el estudiado plan de instalación nacional que había confeccionado su equipo. Interrumpió en seco sus apariciones en la prensa nacional para concentrarse en la cada vez más compleja gestión provincial.
 
Frigerio evita cualquier crítica a Milei. Esquiva por todos los medios el rótulo de opositor y ni siquiera eleva la voz para reclamar la millonaria deuda que acumula la Anses con la Caja de Jubilaciones, que empieza a complicar a la administración provincial. Por ahora, las marcas de una gestión propia está ausentes: líneas de crédito subsidiadas, extensión de la Universidad Provincial, programas de empleo, boletos gratuitos y un discurso sobre el Estado presente.
 
El frigerismo macrista se prepara para el mal trago que siempre le acarrean al oficialismo las elecciones de medio término y sigue pendiente de la posibilidad de una alianza provincial con La Libertad Avanza, aunque están pendientes quienes encabezarán la lista de diputados y senadores nacionales. Está claro que no era este el escenario que Frigerio proyectaba un año atrás: es el escenario que le impuso Milei al oficialismo entrerriano.
 
La unidad que tanto les costó alcanzar y que tan bien lograron conservar el macrismo y el radicalismo en Juntos por Entre Ríos requiere ahora de la bendición de Milei para mantener su propósito original, que es derrotar del poder provincial al peronismo. Macrismo y radicalismo aprendieron a competir de modo permanente sin que esto implique riesgos de ruptura. Todo venía bien hasta que apareció Milei, quien no para nunca de denostar a la UCR, por lo que comienza a existir un fuerte ruido interno en el espacio oficialista.
 
Frigerio tiene que hacer malabares. La diferencia es que cuenta con la plasticidad suficiente para juntarse con Mauricio Macri en el PRO, para parecer radical frente a sus socios entrerrianos y para sentarse a la mesa libertaria como si fuera miembro de la Escuela Austríaca. El porteño quiere que La Libertad Avanza sea parte del acuerdo provincial para enfrentar al peronismo en 2027. Pero ¿está dispuesto a asumir la obediencia ciega que reclama Milei a los suyos? Hasta ahora le viene haciendo bien los "deberes".
 
Ahora, la pregunta que obsesiona a unos y otros es qué pasaría con Juntos por Entre Ríos si La Libertad Avanza intentara construir un candidato propio en la provincia. Hasta ahora, unos y otros daban por sentado que Milei no sería capaz de consolidar un armado propio en Entre Ríos y que tarde o temprano optaría por integrarse a lo que hasta ahora es Juntos por el Cambio a nivel local, y a apoyarlo a Frigerio como candidato a la reelección.
 
Ahora son varios los que se preguntan si no apelará a ese esquema por necesidad en 2025 -incrementar la cantidad de bancas en el Congreso es vital para los libertarios- para luego intentar construir un candidato propio en 2027. Esas alternativas no desvelan sólo a radicales y macristas. También constituyen la gran preocupación a futuro del PJ entrerriano: determinar si el partido que importa en la provincia será entre dos o entre tres es fundamental. Todos saben que, con Milei enfrente, la previsibilidad no será de la partida.
 
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CONTEXTO NACIONAL
 

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias 

Milei presentó su Presupuesto 2025 en el Congreso

 
En un show de bajo presupuesto y ante un Congreso raleado y con un discurso plagado de datos falsos, Javier Milei no presentó ningún número del presupuesto. Dejó claro que lo único que le interesa es pagar la deuda con déficit cero y bajarles impuestos a los más ricos, lo que implica recortar todo lo que haga falta en jubilaciones, sueldos, salud y educación. Sólo anunció otro mazazo a las provincias por 60.000 millones de dólares.
 
El Presidente no dio un solo detalle de la ley que fue a presentar al Congreso, pero se sirvió de la cadena nacional para despotricar contra el kirchnerismo, a quien ya eligió como contrincante de cara a las próximas elecciones. Mauricio Macri, en ese marco, resultó prácticamente ninguneado. "Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal", prometió el libertario, sin mencionar a los jubilados ni a las universidades públicas. Hubo insultos y cruces con la oposición, pero el discurso no tuvo el eco esperado.
 
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que Javier Milei presentó su Presupuesto 2025 en el Congreso después de una difícil semana legislativa en la que acumuló una victoria agónica y dos derrotas. La inflación volvió a subir y el Banco Central a perder divisas, se espera para octubre una mayor presión en el frente cambiario.
 
En horario central y por cadena nacional, el presidente Milei habló al país en un ámbito que le viene resultando esquivo: el Congreso, presentando públicamente su proyecto de Presupuesto 2025 que trae como novedad la inclusión de una "regla fiscal" cuyo objetivo será garantizar el déficit cero.
 
Se desconocen la dureza y el alcance de esa regla fiscal que determinará, por ejemplo, que algunos gastos o inversiones dependerán del comportamiento de los ingresos y de la inflación. Los analistas se preguntan por estos días cómo hará el Gobierno nacional para alinear la anunciada eliminación del impuesto PAIS, que vence a fin de año y Milei ya dijo que no lo renovará, con la meta de déficit cero expresada en la regla fiscal.
 
De acuerdo con estimaciones del FMI, la proyección de recaudación del impuesto PAIS en 2025 equivale a 0,76% del PIB. Para evitar que la quita de ese impuesto lleve al déficit fiscal, el Gobierno deberá incrementar sus ingresos por otras vías o reducir el gasto.
 
Voceros cercanos al ministerio de Economía son demasiado optimistas y confían en que el agujero fiscal que deje el impuesto PAIS será cubierto con crecimiento de la economía combinado con la suba en la recaudación de impuestos relacionados a precios que se desregularon y seguirán aumentando, como transporte, combustibles y tarifas.
 
De la magnitud que tenga en 2025 la recuperación de la economía, que el Gobierno viene pronosticando desde hace meses y hasta ahora brilla por su ausencia, dependerá en buena medida la posibilidad de continuar con el camino de aliviar la presión impositiva. Milei ya anticipó que después del impuesto PAIS, las prioridades serán eliminar las retenciones y el impuesto al cheque, pero hasta ahora no hay certeza de que algo de eso se pueda cumplir.
 
El tratamiento legislativo del proyecto de Presupuesto 2025 se anticipa ríspido dada la condición de minoría que enfrenta el oficialismo en ambas cámaras, pero más allá de la posibilidad de que se le incluyan algunas modificaciones (que a su vez podrían ser vetadas por el Presidente), nada sugiere que el proyecto sea rechazado. Después de todo, gobernar un año más sin presupuesto le daría a Milei mayor discrecionalidad en el uso de los recursos, dato que no se le escapa a la oposición.
 

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias 
 
Terreno hostil
 
Después de haberse anotado el resonante triunfo que significó la sanción de la Ley de Bases, el oficialismo dejó que se enfriara la relación con sus aliados eventuales. Incumplió compromisos que había asumido con varias provincias, especialmente en materia de obra pública, no se molestó en dar explicaciones y perdió respaldos en el Congreso.
 
Tensaron la cuerda con sus aliados más cercanos del PRO y hasta perdieron soldados propios en una interna feroz que todavía está abierta. Todo eso fue aprovechado por el variopinto archipiélago opositor que logró construir amplias mayorías para impulsar asuntos puntuales.
 
Entonces se sucedieron derrotas legislativas del oficialismo con la sanción de la ley jubilatoria, el primer rechazo al DNU de los cien mil millones en gastos reservados para la SIDE y en la pérdida del manejo de la comisión bicameral de control de los servicios de inteligencia.
 
La situación obligó a Milei a interrumpir temporariamente su campaña de líder mundial de la nueva extrema derecha y bajar al barro a discutir con los "liliputienses" de la política local. En una jugada defensiva desesperada, logró revertir el voto de un puñado de diputados radicales para alcanzar el tercio de los votos que necesitaba a efectos de sostener el veto a la ley jubilatoria.
 
Con el resultado asegurado y en una promesa que sonó más a un menosprecio que a un reconocimiento, el Presidente prometió compensar a los radicales conversos con un asado.
 
Trascartón llegó la sesión en Senadores con dos sopapos para el oficialismo. Se confirmó el rechazo parlamentario al DNU de los fondos reservados para la SIDE con un aplastante 49 a 11 y se aprobó la ley de financiamiento educativo para las universidades con un resultado de 57 a 10.
 
Milei ya anticipó que, tal como hizo con la ley jubilatoria, también vetará la ley de financiamiento para las universidades, aunque algunos en el Gobierno temen revivir la masiva marcha que se dio a fines de abril, en el pico de la disputa por el presupuesto de las universidades.
 

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias 
 
La panquequeada de varios legisladores radicales después de reunirse con Milei dejó a la UCR en llamas
 
El bloque de la UCR impulsó un proyecto tendiente a compensar a los jubilados por la desactualización de sus haberes que sufrieron a inicios de año. Lo que era un triunfo para los radicales, rápidamente se convirtió en un escándalo que amenaza con volver a fracturar al debilitado partido.
 
El proyecto se convirtió en ley con un amplio respaldo del espectro opositor y en el centenario partido celebraron no solo el resultado de la votación, sino también el hecho de haber recuperado parte del protagonismo perdido. Pero después el Presidente vetó la ley y trató de "degenerados fiscales" a quienes la respaldaron.
 
No estaba claro si el oficialismo podría respaldar en Diputados el veto de Milei, aunque solo necesitara un tercio de los votos de los presentes. Entonces sucedió un placentero encuentro del libertario con un puñado de legisladores radicales. No está claro cuál fue el tono de la conversación ni el menú, pero varios de los que minutos antes se reivindicaban como defensores de los ingresos de los jubilados fueron imbuidos por un repentino halo de responsabilidad fiscal que los llevó a apoyar el veto.
 
Cinco diputados nacionales radicales, Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi, que participaron de la elaboración del proyecto de ley de jubilaciones, después votaron a favor de convertirlo en ley y llenaron sus redes sociales con posteos en defensa de los ingresos de los jubilados, terminaron cambiando rotundamente de opinión y votaron a favor del veto, es decir: en contra de la ley que ellos mismos habían impulsado.
 
Roxana Reyes y Gerardo Cipolini también quedaron en la mira; la primera por haberse retirado antes de la votación y el segundo por ausentarse. La situación trajo reminiscencias inmediatas de la Banelco de Flamarique.
 
Los libertarios que supuestamente habían llegado para desterrar los vicios de la vieja política, se parecen cada vez más a aquello que habían venido a cambiar. Finalmente, la casta eran los jubilados y Ariel Lijo, un ejemplo de transparencia al servicio de la justicia.
 
Los radicales estallaron en ira, todo lo que habían construido a fuerza de trabajosos acuerdos, Milei lo destruyó con una sola reunión. Volaron acusaciones de traición y pedidos de expulsión.
 
"Antes no se veía esta pornografía, esta inmundicia explícita", indicó el presidente de la UCR y senador, Martín Lousteau. "Yo me tengo que hacer cargo del radicalismo. Y a mí me da vergüenza lo que pasó, lo reprocho y condeno enérgicamente", dijo. "Lo que pasó es que algunos fueron a buscar un beneficio personal a costa de los jubilados; así de simple, así de grave", indicó Lousteau, por si quedaba alguna duda.
 
Facundo Manes y otros diez diputados enviaron una carta al presidente de bloque Rodrigo De Loredo en la que expresaron "malestar y repudio con la actitud adoptada por cinco diputados integrantes de nuestro bloque que rompieron un acuerdo unánime y cambiaron su voto para acompañar el veto total del Gobierno a la Ley Previsional, causando así un daño sobre la credibilidad y ética de sus posiciones del radicalismo frente a la ciudadanía".
 
La Organización de Trabajadores Radicales (OTR) que pidió la expulsión Campero, Arjol, Cervi, Picat y Tournier "por haber incurrido en inconducta partidaria y traición a los más elementales principios de la UCR. Estos personajes, que solo nos dejan en ridículo solo persiguen beneficios personales. Sin pensar que a los que dañan, en este caso, es a sus propios padres, madres y abuelos. Si a ellos nos les importa nuestros mayores, a nosotros si nos importan", dice la nota firmada por su secretario general Luis Cerini.
 

Con el veto ganaron Milei y Frigerio, perdieron los jubilados y las provincias 
 
Maldita inflación
 
Pero la suerte de la gestión de Milei, y la de los argentinos que estamos bajo su gobierno, se define menos por los escándalos de la política que por el sinuoso recorrido de la economía.
 
En ese plano, el Gobierno recibió esta semana una muy mala noticia: la inflación volvió a aumentar. Después de haber marcado 4% en julio, fue de 4,2% en agosto. El camino de reducción de este índice se cortó en mayo, cuando se ubicó en el parámetro de los 4 puntos mensuales, piso duro que no consigue perforar desde entonces. Las consultoras anticipan que el dato de septiembre será mejor y que probablemente se ubique incluso por debajo de los 3,5 puntos. Pero advierten que será una baja pasajera, producto de la reducción del impuesto PAIS.
 
Las dificultades que está encontrando el Gobierno libertario para bajar la inflación resultan particularmente preocupantes si se considera que prácticamente todas las medidas adoptadas por Economía ponen al combate contra la suba de precios como objetivo primordial del programa, incluso resignando otros objetivos como la reactivación de la economía o la acumulación de reservas.
 
Mientras más se demore en ubicar a la inflación por debajo de los 2 puntos mensuales, mayor será el atraso cambiario que se irá acumulando y la presión devaluatoria. El Gobierno se resignó a vender en el mercado del contado con liquidación prácticamente todos los dólares que entran por exportaciones a efectos de evitar que se amplíe la brecha cambiaria y cerró todas las fuentes de emisión monetaria.
 
En los últimos dos meses, el Gobierno se desprendió de más de 700 millones de dólares de sus reservas para contener la brecha, en momentos en los que las reservas netas mantienen un rojo de 5.000 millones de dólares. El problema es que los dólares que no se acumularon hasta ahora faltarán en las próximas semanas.
 
Porque en octubre se termina la cosecha gruesa y el Banco Central deberá afrontar una demanda extra de dólares proveniente de los importadores. Por un lado, porque habrá que pagar importaciones atrasadas del viejo esquema de cuatro cuotas que se solapa con el nuevo esquema en dos cuotas, y por otro lado, porque habrá más importaciones por la baja del impuesto PAIS.
 
Si el Gobierno cumpliera con su promesa de no prorrogar la vigencia del mencionado impuesto que vence el último día de este año, las importaciones seguirían aumentando en detrimento no solo de la balanza comercial y las reservas del Central, sino también de la industria nacional que se verá afectada por las importaciones baratas.
 
El tema no es menor porque el ajuste más grande la historia desató un proceso recesivo inédito de la economía que tuvo impacto directo en el empleo. De acuerdo con datos oficiales del SIPA, desde la asunción de Milei, se destruyeron 173.931 puestos de trabajo registrados asalariados, 136.370 de ellos en el sector privado.
 
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