“Discutir con la ultraderecha es como jugar al ajedrez con una paloma: la paloma derribará las piezas, se cagará en el tablero y luego saldrá volando, atribuyéndose orgullosa la victoria y dejándote a ti la tarea de tener que limpiar la mierda”. Ece Temelkurán
Éxodo jujeño: El Pueblo y el Ejército del Norte, liderado por Belgrano, se retiran hacia Tucumán
Ante el avance de tropas españolas, el Ejército del Norte comandado por el general Manuel Belgrano se repliega hacia Tucumán en el llamado “éxodo jujeño”, que dejó atrás tierra arrasada para impedir el abastecimiento del enemigo. En la imagen: El Éxodo Jujeño (Museo Histórico Provincial de Jujuy).
Bendición de la Bandera Argentina por el canónigo Juan Ignacio Gorriti en la Catedral de San Salvador de Jujuy, sostenida por Manuel Belgrano.
El heroico Éxodo Jujeño fue la retirada hacia Tucumán que, cumpliendo parcialmente la orden de evacuación hasta Córdoba impartida por el Primer Triunvirato de las Provincias Unidas del Río de la Plata, emprendió -el 23 de agosto de 1812- el Ejército del Norte, comandado por el general Manuel Belgrano, y la población de San Salvador de Jujuy, que abandonó completamente la ciudad y sus campos.
Ante la inminencia del avance de un poderoso ejército español desde el norte al mando de Pío Tristán, se emite un bando disponiendo la retirada general. La orden de Belgrano era contundente. Había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles, como respuesta estratégica ante el avance del Ejército Realista proveniente desde el Alto Perú. La retaguardia fue protegida por el mayor general Eustaquio Díaz Vélez, resistiendo el acoso enemigo.? El rigor de la medida debió respaldarse con la amenaza de fusilar a quienes no cumplieran la orden.