Nacionales - 29-07-2024 / 11:07
A PESAR DE LAS PROMESAS DE CAMPAÑA Y LAS EXPECTATIVAS DEL CAMPO, CONTINÚAN LAS RETENCIONES Y EL CEPO
En La Rural, Milei les habló con su ideología, y la oligarquía lo escuchó con su bolsillo
Milei se esforzó en dejar en claro que el gobierno está totalmente alineado a los intereses de la oligarquía y no ahorró palabras de elogio. "Todos ustedes son los grandes protagonistas de la vida económica argentina, quienes tiran adelante el carro del país a pesar de que la colina está cada vez más empinada y sin duda merecen ser llamados héroes", señaló. Y agregó: "La política los castigó con impuestos para financiar sus aventuras dirigistas y esto "fue acompañado por difamación del sector agrario, diciendo pestes, llamándolos oligarcas y cipayos". Las plateas acompañaban entusiasmadas, pero de a poco fueron perdiendo el entusiasmo. En la imagen: Milei y el curioso modo de tomarse un mate servido por la esposa de Jorge Macri, María Belén Ludueña.
La 136° Exposición de la Sociedad Rural quedó formalmente inaugurada este domingo tras los discursos de Nicolás Pino, presidente de la entidad, y de Javier "el Loco" Milei. "Es un honor y un privilegio que un presidente de la nación hayan vuelto al predio de Palermo a la exposición Rural", comenzó señalando Pino, en un discurso que estuvo marcado por la sintonía de la oligarquía agraria con el gobierno anarco capitalista y el apoyo político del sector hacia las medidas neoliberales que viene tomando, a pesar que mantiene las regulaciones en la economía, contrastando claramente con su discurso de campaña.
A lo largo de sus palabras se encargó de ratificarlo, pero también aprovechó para reclamar públicamente una serie de medidas por las que las grandes patronales del campo vienen presionando fuertemente como son la eliminación del cepo cambiario (devaluación) y la quita de las retenciones a las exportaciones.
"Podríamos centrarnos en la queja y el reclamo: existirían motivos suficientes. En cambio, preferimos en este momento apelar a la paciencia del hombre y la mujer del campo, porque creemos útil darle al gobierno un espacio de confianza, como se lo dio la ciudadanía en las elecciones de 2023", señaló Pino. Pero enseguida, aprovechó para dejar planteado cuáles son sus demandas actuales: "Estamos atentos a ver si esos movimientos positivos continúan y se siguen concretando en otras medidas de gobierno".
La previa al discurso había estado marcada por distintas versiones. Quizá como pura especulación o quizá como voceros de las grandes patronales agropecuarias, algunos medios de comunicación insistieron en "la necesidad" de eliminar las retenciones e incluso deslizaron que podría llegar a haber algún anuncio en ese sentido. Finalmente no fue lo que sucedió, pero Pino dejó bien en claro que ese es uno de los principales reclamos de todo el "campo", apoyado con grandes aplausos que bajaban de las pitucas tribunas del predio.
A su turno, Milei, un mentiroso crónico, se esforzó en dejar en claro que el gobierno está totalmente alineado a los intereses de la oligarquía y no ahorró palabras de elogio. "Todos ustedes son los grandes protagonistas de la vida económica argentina, quienes tiran adelante el carro del país a pesar de que la colina está cada vez más empinada y sin duda merecen ser llamados héroes", señaló. Y agregó: "La política los castigó con impuestos para financiar sus aventuras dirigistas y esto "fue acompañado por difamación del sector agrario, diciendo pestes, llamándolos oligarcas y cipayos". Las plateas acompañaban entusiasmadas, pero de a poco fueron perdiendo el entusiasmo.
A pesar de las palabras de elogios, Milei también dejó en claro su postura y expuso así la tensión que existe entre el gobierno y el sector de las entidades que presiona por la devaluación y la eliminación de retenciones para liquidar la cosecha: "No nos importa cuánta presión haya y de dónde venga, nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente". Luego de eso se dedicó a enumerar algunas medidas menores para el campo que dejaron gusto a poco entre los dueños de la tierra y planteó que la intención del Gobierno es reducir el impuesto PAIS a un 7,5% en septiembre y directamente eliminarlo en diciembre. Algo que habrá que ver si es posible, ya que afectaría todavía más los planes fiscales y la recaudación del Estado.
Fue un pedido a pura ideología libertaria para que, a pesar de la ausencia de nuevas medidas, los productores acompañen igual y permitan que el gobierno consiga así parte de los dólares que necesita recaudar para hacer frente al grave problema de acumulación de reservas que atraviesa. Todavía quedan 34.954 millones de toneladas de soja que están guardadas y que no se vendieron, lo que representa que el 73% de la producción anual todavía no fue comercializada. Un número muy superior al de los años anteriores, a pesar de la sintonía política con el oficialismo. En ese contexto Milei subió al palco y les habló con ideología, pero la oligarquía solo escucha con el bolsillo.
La Opinión Popular
LA PREVIA, LAS EXPECTATIVAS Y LAS CARAS LARGAS DESPUÉS DEL ACTO
Milei en la Rural, lo esperaron ansiosos pero se fueron sin nada
Productores agropecuarios y dirigentes de la SRA aguardaban anuncios sobre retenciones y el cepo que finalmente no llegaron. El Presidente hizo promesas a futuro y reclamó respaldo político para que no vuelva "el populismo barato"
Por Melisa Molina
Javier Milei, recién llegado de Francia, y en medio de una brutal interna entre su hermana Karina y la vicepresidenta Victoria Villarruel, se paró en el atril del predio de Palermo de la Sociedad Rural y, ante productores agropecuarios y dirigentes de la SRA que esperaban ansiosos anuncios vinculados a la eliminación de las retenciones o del cepo, no hizo más que pedirles que lo acompañen sin anunciar nada de eso.
De paso, los amenazó: si no lo acompañan, dijo, volverá "el populismo barato", y vaticinó que el país "se convertirá en la villa miseria más grande". "Ya saben cuál es la alternativa, la han vivido durante décadas. Por eso confío en que, aunque la realidad de hoy por ahora sea insuficiente, sabrán ponderar qué es lo mejor para ustedes y sus familias, y para el bienestar de todos los argentinos", disparó.
Luego, desesperado porque él y su ministro de Economía, Luis Caputo, necesitan que "el campo" liquide la cosecha que tienen guardada en silobolsas y les den dólares, gritó: "Solo hay dos caminos: o libertad sustentable o nos seguimos hundiendo en la miseria del Estado presente. No hay terceras vías, solo dos opciones de país. Por primera vez en 100 años tenemos un gobierno que quiere lo mismo que ustedes. Tomemos el toro por las astas y apostemos a la Argentina".
Los ruralistas retrasaron un día el acto inaugural de su exposición anual para que el Presidente llegue a tiempo luego de su visita a París, donde participó junto a su hermana de la apertura de los juegos olímpicos. En la SRA estaban exultantes porque era la primera vez, después de cinco años, que un Presidente participaba del evento. El último había sido Mauricio Macri.
Sin embargo, las caras de todos se fueron alargando a medida que se iban dando cuenta que Milei solo había ido para dar excusas y pedir tiempo, sin hacer ningún gran anuncio concreto como la quita de las retenciones, que les había prometido en campaña.
"No vine a mentirles, prefiero decir una verdad dura que una mentira confortable. Nadie tiene tantas ganas como nosotros de salir del cepo y de este modelo desastroso, donde el Estado, entre retenciones y cepo, le expropia al campo el 70% de lo que produce. Se va a terminar con eso de una vez", dijo, pero acto seguido puso una excusa: "debemos saber también que quitar los parches sin antes solucionar el problema de fondo sería grabar la crisis que heredamos, por eso no nos importa cuánta presión haya y de dónde venga, nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente. El programa económico tiene tiempos y hay que mirar la película, no la foto", justificó.
Minutos antes, las palabras de recibimiento las dio el titular de la SRA, Nicolás Pino. "Seguimos agobiados por las retenciones que nos tratan de manera desigual. Son extorsivas, discriminatorias y confiscatorias. Son un impuesto arcaico que saquea a los productores. Si se eliminan, aumenta la producción", dijo y se dio vuelta para mirar a los ojos a Milei, que le decía a todo que sí con la cabeza. "200 mil millones de dólares en los últimos 22 años nos han sacado", insistió Pino y volvió a girar: "Tenemos la certeza de que usted va a eliminarlas. Confiamos en su palabra". Milei se levantó para darle la mano. "Le damos nuestro voto de confianza", continuó.
Luego, Pino habló del otro gran tema: la no liquidación de la cosecha. Algo que pone muy nervioso al gobierno. "Los productores no somos magnates egoístas que se sientan en lo que producen especulando. El productor no es un especulador, sino una persona eficiente en el manejo de lo que produce", remarcó para fijar su postura y añadió: "el productor piensa en sus costos, en preservar el suelo y en cubrir sus necesidades. ¿En qué rama se liquida sin más lo que se tiene? Que no se llame especulación a lo que es sana y buena administración", explicó como adelanto de que el campo no hará ningún favor extra al gobierno.
Milei, ante la falta de grandes anuncios que los deje conformes, durante su discurso se deshizo en elogios "al campo". Les dijo que: "Representan el alma de la economía nacional", que "son los grandes protagonistas de la vida económica", que "son los que tiran el carro del país", y que "merecen ser llamados héroes". Ya que estaba, también agregó que "los empresarios son benefactores sociales".
Por último, casi desesperado, el Presidente usó una frase del peronismo, pero la dio vuelta. En lugar de decir que los días más felices fueron peronistas, espetó: "Es una verdad inobjetable que los días más felices fueron los más felices del campo, porque cuando al campo le va bien, a la Argentina le va bien".
Luego, subrayó que "cultivar al suelo es servir a la patria", y que "no se me ocurre un lema más apropiado para nuestra nación". Ponderó que "el campo domesticó lo salvaje", y analizó que "el proceso de declive comenzó cuando los políticos le dieron la espalda al campo y la política los castigó con impuestos para financiar sus aventuras dirigistas".
Obviando los golpes de estado cívico-militares que perjudicaron ese proceso, criticó al peronismo diciendo que "prometieron que iban a industrializar al país y difamaron al campo llamándolos oligarcas, pero no industrializaron y todo eso fue una quimera".
"Es hora de volver a empezar a definir qué es cierto y qué no, porque ellos entienden la economía como suma cero y eso es una burrada, porque no es que cuando unos ganan, otros pierden", vociferó el presidente y se burló: "Esa salvajada solo puede ser producto de la mente de un socialista o de un energúmeno, que es otra forma de llamar a los socialistas", gritó eufórico y provocó la risa de los que estaban con él en el palco.
A la hora de hablar de sus "logros" en la gestión, en tanto, dijo que "todos los días eliminamos regulaciones y cada día estamos más cerca de abrir el cepo", aunque aclaró que "primero era necesario equilibrio fiscal y por eso ajustamos al sector público como nunca antes".
"Ahora eliminamos los pasivos remunerados del BCRA, terminamos con la tortura de los PUTS y estamos con un programa de emisión cero. Ahí vamos a eliminar el cepo para siempre", se envalentonó y volvió a prometer que eliminará el Impuesto País cuando, hasta ahora, su gobierno no hizo más que subirlo.
"La suba del Impuesto País es transitoria. En septiembre vamos a bajarlo al 7,5 y vamos a eliminarlo en diciembre", se comprometió. Tal como si viviera en una realidad paralela, el Presidente también aseguró que "están mejorando los salarios reales en terreno positivo este año", y que "lo mismo pasa con las jubilaciones".
Para terminar, después de gritar "Viva la libertad carajo", Milei se corrió un poco de su propio protocolo y vitoreó: "Viva el campo carajo". Luego se sentó --calmado y con un café en la mano-- a ver desde su asiento como desfilaban delante de él las vacas, los caballos, las ovejas, los chanchos y los ruralistas vestidos de gauchos, que lo saludaban con sus cucardas puestas y le decían "estamos con usted Presidente".
También hubo un show con personas disfrazadas de indios, que, con pelucas puestas, bailaban arriba de sus caballos una canción que decía todo el tiempo: "los indios nos están contemplando". Algo que al Presidente, fanático acérrimo de Julio Argentino Roca --quien se encargó de exterminar a los pueblos originarios en toda la Patagonia-- no le habría agradado demasiado.
Fuentes: Página 12 y La Izquierda Diario