“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
Gualberto Villarroel, el presidente boliviano mártir
Gualberto Villarroel.
El 20 de diciembre de 1943 se produce el Golpe de Estado Nacionalista Revolucionario que proclama presidente a Gualberto Villarroel sostenido por el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estensoro. Se inicia una serie de reformas que favorecen a los campesinos indígenas.
Villarroel modificó y promulgó reformas profundas, incluidas el reconocimiento a los sindicatos y el derecho a pensión y al retiro voluntario y la abolición permanente del pongueaje y mitaje (servidumbre gratuita de indígenas a patrones). Realizó una asamblea indígena, la primera de este tipo en la historia de America Latina, e instituyó reformas sociales.
Villarroel, presidente de la Junta Militar de Gobierno 1943-1944, presidente provisorio 1944-1945 y presidente constitucional desde 1945, fue un reformista, a veces valorado por sus simpatías con el argentino Juan Perón y sus alegatos a favor de la Tercera Posición.
El 21 de julio de 1946 fue derrocado por una turba, que lo asesinó en el Palacio de Gobierno para posteriormente arrastrarlo por la plaza mientras era apuñalado y golpeado cruelmente, y que colgó posteriormente su cadáver en la Plaza Murillo, en La Paz, junto con tres de sus colaboradores.
El presidente mártir, murió por su pueblo para evitar una guerra civil entre militares y pueblo, y abandonado por ambos. Los responsables del asesinato fueron la rosca del estaño y los partidos de la izquierda antinacional.