Nacionales - 17-05-2023 / 09:05
LA VICE RATIFICÓ QUE NO SERÁ CANDIDATA EN UNA ELECCIÓN CON PROSCRIPCIÓN
Proscribiendo a Cristina la Corte macrista no podrá acabar con la memoria ni con los sueños de millones de argentinos
Mientras concluía el congreso del PJ, la vicepresidenta confirmó vía tuit que no jugará en las elecciones. "No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura". Reiteró que el Poder Judicial, “una task force de Juntos por el Cambio y los grupos económicos concentrados”, proscribió al peronismo y llamó a construir “un programa de gobierno que vuelva enamorar a los argentinos y las argentinas”. El Frente de Todos ahora deberá definir quién será su candidato o candidata.
La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ratificó que no la dejaron ser candidata en las elecciones de este año. El mensaje de la Corte Suprema fue más fuerte que el operativo clamor. No es renunciamiento. Cristina fue obligada a tomar esta decisión. Si fuera renunciamiento, la responsabilidad de la decisión estaría en ella. La Corte con el poder mediático y la oposición la proscribieron. La proscripción, que no es solo a Cristina sino al peronismo, es una falla institucional grave que obligará a la fuerza política mayoritaria a competir en una situación muy desfavorable.
La única decisión que podía tomar Cristina era afrontar ahora la proscripción o esperar a la condena en firme que debe salir de la Corte, como le sucedió al gobernador de San Juan, Sergio Uñac, cinco días antes de las elecciones. Al adelantarse a la condena en firme, le dio la posibilidad al Frente de Todos de hacer campaña sin temor a perder el candidato en la Justicia, donde se libra la madre de todas las batallas.
Si esperaba a que la condena en firme saliera como en San Juan, cinco días antes de las elecciones, hubiera quedado más clara la intención proscriptiva del tribunal que la juzgó y de las distintas instancias que debe atravesar la sentencia hasta llegar a la Corte. Pero en ese caso, el Frente de Todos se quedaba sin candidato, lo que hubiera puesto al país al borde de la violencia.
Las investigaciones contra los jueces de la Corte macrista tendrían que haber empezado desde el primer día que asumió Alberto Fernández. La tarea que realiza la comisión de juicio político de Diputados demuestra que se trata de una Corte muy vulnerable. Han surgido indicios concretos sobre graves irregularidades y corrupción que comprometen a los cuatro jueces que la integran.
Son indicios y testimonios lo suficientemente fuertes como para romper el blindaje mediático que protege a los funcionarios del Partido Judicial. Esta Corte macrista es aún más turbia que la vieja Corte menemista de la mayoría automática. Y su titular, Horacio Rosatti, no oculta las ambiciones políticas que lo llevan a tomar medidas temerarias, al borde de la imprudencia, confiado en la impunidad que le concede su alianza con el macrismo y las grandes corporaciones mediáticas.
Cristina era la candidata más resistida por el llamado Círculo Rojo, que son los representantes del capital concentrado que vertebra el sistema de desigualdad e injusticias. Cristina ha sido la más atacada por ese Círculo Rojo, a diferencia de Javier Milei, que es un hombre del sistema, financiado incluso por los empresarios más recalcitrantes, que también le ponen fichas a la candidatura de Patricia Bullrich. Pero no tienen las simpatías de otros empresarios que advierten la impericia y superficialidad de sus propuestas.
La desazón que generará su ausencia en las listas de candidatos corre el riesgo de profundizar la falta de confianza que se ha extendido en los sectores de la sociedad más agobiados por la inflación. El Frente de Todos puede elegir sus candidatos en unas internas o avalar a aquel que sea más representativo de las posiciones de Cristina, para tratar de contener el caudal mayoritario de votos que convoca ella. Y tiene que ser además un candidato que traccione.
No será la primera vez que los candidatos del movimiento popular sufran la proscripción del sistema. Y en este caso, como en todos los anteriores, quedó lesionada la legitimidad del acto electoral y del sistema que las engendró. El Frente de Todos deberá competir en evidente desigualdad porque no puede llevar como candidata a su principal dirigente. Y aún así tiene la responsabilidad de ganar para transformar y democratizar ese mismo sistema que lo proscribe.
La Opinión Popular
EL MENSAJE Y LA BOMBA EN EL MICROESTADIO DE FERRO
CFK frenó el operativo clamor y ordena el rearmado del peronismo
La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ratificó que no será candidata en las elecciones de este año. Ya lo había dicho el 6 de diciembre de 2022, tras conocerse la sentencia del tribunal Oral Federal 2 por la causa denominada Vialidad, en la que la condenaron a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
En medio del operativo clamor que venía llevando adelante el kirchnerismo para que ella sea la candidata del peronismo, y una vez finalizado el Congreso del PJ, CFK publicó una carta en la que repitió lo que había dicho en diciembre y dejó en claro su decisión: "Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura", aseguró y aclaró: "Como vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, no se trata sólo de la proscripción de una persona, sino del peronismo".
Las promesas incumplidas de la democracia en la cercanía de los 40 años de su restitución, la ausencia de respuestas a los problemas económicos y sociales, la Corte Suprema como "task force" de la oposición y de los poderes concentrados y una durísima crítica al FMI por su préstamo "insólito, inédito y político" al gobierno de Mauricio Macri, convalidado más tarde por Alberto Fernández fueron algunas claves de la carta. El jueves, al cumplirse exactamente cuatro años desde que anunció la fórmula que encabezaría Alberto Fernández con ella como vicepresidenta, CFK dará una entrevista mientras crece la expectativa sobre nuevas definiciones.
Cómo sigue
En su carta, CFK adelantó, tal como dijo en su último discurso en Río Negro y como repitió su hijo, Máximo Kirchner, al cierre del congreso del PJ bonaerense el sábado pasado, que "ante esta situación resulta imprescindible --más que nunca-- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable. Un programa de gobierno que es necesario no sólo para el peronismo, sino para el sistema democrático en su conjunto".
A la salida del Congreso del PJ, dirigentes de su espacio aseguraban que "ella sigue siendo la conducción", y que ahora es necesario esperar para que CFK indique los pasos a seguir. Además, puntualizaban: "De esto se sale con un programa y con la suscripción de las partes a ese programa". "Tendremos que trabajarlo y todos seremos garantes de que se cumpla", explicaban.
Ahora restará esperar si el peronismo decide o no ir por unas internas o por un candidato único. Los nombres que suenan son el ministro de Economía, Sergio Massa, --que reclama que no haya PASO--; el embajador en Brasil, Daniel Scioli; el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi --que luego del anuncio de CFK dijo que en los próximos días oficializaría su candidatura-- y dirigentes sociales como Juan Grabois, entre otros.
Una bomba tras el Congreso
La noticia cayó como una bomba en el microestadio de Ferro, donde se terminaba de llevar a cabo el Congreso del PJ nacional. Allí los casi 500 congresales de todas las provincias, tan sólo minutos antes, habían cantado con los dedos en V "Cristina Presidenta". De hecho, muchos de ellos al día siguiente tenían cita en la sede porteña del sindicato SMATA para organizar un nuevo acto del "operativo clamor", esta vez, planificado para el 25 de mayo en la avenida 9 de Julio. La reunión, según contaron a este diario sus organizadores, se sostendrá, pero allí definirán qué harán con el evento y si seguirá en pie tras la definición de la vice.
En el Congreso del PJ se definió que la persona encargada de firmar la autorización para construir las alianzas electorales con la que el peronismo irá a los comicios, será solo el presidente del Congreso, Gildo Insfrán. No tendrá lapicera para ello el Presidente, Alberto Fernández, como se había especulado. Eso ocurrió años anteriores como en 2019 cuando, por ejemplo, los encargados de la firma fueron Insfrán y el expresidente del Partido, José Luis Gioja. Esta vez Fernández quedó corrido de la política de alianzas.
Antes de bajar al escenario donde se votaron los cinco puntos del orden del día (todos salieron por unanimidad), hubo una reunión reducida en la que estuvieron el jefe de gabinete Agustín Rossi, el vice Juan Manuel Olmos, el Canciller Santiago Cafiero, Insfrán, "Wado" de Pedro y el gobernador en uso de licencia de Tucumán, Juan Manzur. Allí se definió que Insfrán iba a ser la única firma para construir las alianzas, pero se debatió si tenían que tener firma o no el Presidente y el gobernador Axel Kicillof. Algo que no ocurrió. También se definió la renovación de las autoridades del Congreso, que más tarde fue votada. Estaba previsto que el Presidente asista --y hasta tuvo una silla asignada en el escenario-- pero definió no ir. En el centro del escenario, se sentó Insfrán, a su lado De Pedro y del otro lado la titular del ANSES, Fernanda Raverta, que fue elegida como una de las vicepresidentas del Congreso. Insfrán, en tanto, volvió a ser elegido como Presidente.
"Esta persona va a hacer la mejor alianza para que el peronismo siga siendo gobierno", dijo el gobernador de Formosa para cerrar. Durante la media hora que duró el Congreso se votó la orden del día; se convocó a la marcha del 25; se cantó "Cristina Presidenta"; se repudió el fallo de la Corte Suprema que suspendió las elecciones en Tucumán y San Juan y para terminar se cantó la marcha peronista con los dedos en V. Cuando todos salían y daban declaraciones empezaron a sonar los teléfonos y los dirigentes frenaban las entrevistas que estaban realizando para tomarse un minuto y leer en sus celulares la carta de la vicepresidenta.
Por Melisa Molina
Por Luis Bruschtein
Fuente: Página12