Correo de Lectores - 09-06-2009 / 00:06
Nota de Sergio V. Reggi, de la Agrupación “Fermín Chávez” de Concordia.
9 de Junio de 1956: La fuerza es el derecho de las bestias
Sergio Reggi de la Agrupación “Fermín Chávez” de Concordia.
Mucho derramamiento de sangre y asesinatos, ha sufrido nuestro país, a lo largo de su historia. Los fusilamientos fue uno de los métodos elegidos por los grandes traidores de la patria.
Desde la Independencia, hasta adentrado en el siglo XX. Los fusilamientos se volvieron una práctica habitual para "liquidar" a los verdaderos héroes.
Uno de los fusilamientos, más emblemático de la historia argentina, es la del Gobernador de Buenos Aires, Coronel Manuel Dorrego.
Era el 17 de octubre de 1945, un santafesino, llamado Darwin Passaponti, de apenas 16 años, quien salió a defender sus ideales, proclamando la libertad de nuestro líder, recibe un balazo en la cabeza. Convirtiéndose así, en el primer mártir del peronismo.
Así llegamos, a un 9 de junio de 1956. En varios puntos del país fueron fusilados a sangre fría, 31 compañeros peronistas, por decreto del gobierno antiperonista de Aramburu y Rojas. Entre ellos, había 18 militares y 13 civiles. Ellos, nuestros compañeros, solamente pretendían recuperar el gobierno, para entregarlo a las autoridades constitucionales, que fueron derrocadas en Septiembre de 1955.
Como decía el General Juan Domingo Perón: "El peronismo se ha llenado de mártires y entre ellos no hay un solo hombre que, como nuestros enemigos, pueda ser tildado de asesino con fundamento, como podemos llamarlos a ellos con razón. La sangre generosa de estos compañeros caídos por la infamia "libertadora" será siempre el pedestal de Abel, que los seguirá hasta su tumba, llenándolos de remordimiento y de vergüenza".
A lo que podemos acompañar, la reflexión del historiador Norberto Galasso: "Los fusilamientos de junio de 1956, son la instalación del terror como condición para impedir toda resistencia, ante la reconversión económica, decidida por los grandes poderes locales y extranjeros. La barbarie de las ejecuciones del 56', se emparentada con la matanza que continuo en marzo del 76'."
Esto no trata de ser un discurso pro-peronista, sino una legítima reivindicación de los ideales y principios de los que lucharon, de los caídos. Por eso, tiene que haber reconocimiento de la ciudadanía democrática, no partidista, para quienes fueron víctimas de esa masacre, como una forma de poner distancia con la intolerancia y el desprecio a la vida, que llevaron a justificar la usurpación de instituciones, para eliminar a quienes se les oponían.
Como Peronistas del campo nacional y popular, repudiamos los fusilamientos del 56' y como decía el General Perón: "La fuerza es el derecho de las bestias". Por ello instamos, a no olvidar a nuestros mártires, que dieron lo más preciado que tenían que eran sus propias vidas. Por una Nación Libre y Soberana en lo Económico, Político y Social.
Escribe: Sergio Reggi.