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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
Por La Opinión Popular - 05-04-2024 / 12:04
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO

Frigerio no puede ser cómplice ni tibio con Milei porque no servirá para recuperar lo que nos saqueó

Frigerio no puede ser cómplice ni tibio con Milei porque no servirá para recuperar lo que nos saqueó
En Entre Ríos, hasta en la época de Mauricio Macri había canales de diálogo, había puentes, interlocutores. Hoy no. En ese marco, el gobernador entrerriano ha tomado una postura de sumisión, sea por convicción o resignación ante el hecho de no ser atendido. Fue el primero en dar su apoyo político, institucional y moral, ante el anuncio del "Pacto de Mayo". Es un camino equivocado porque esa tendencia a subordinarse a la autoridad de Milei no le va a servir para que la Nación devuelva algo de lo que saqueó. Es más que evidente la intransigencia de Milei ante la dirigencia política, con la que debería compartir su gestión. Cree que gobierna solo, cuando solo ejerce uno de los poderes del Estado, porque desprecia a los políticos, al Estado y sus regulaciones. Además, es un dirigente político que está siempre dispuesto a provocar y confrontar para mantener la centralidad.
El experimento anarco capitalista, en beneficio del 10 por ciento que es clase alta, está generando ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. El resultado de las políticas que quiere implementar Javier "el Loco" Milei genera cada vez mayor pobreza y más argentinos excluidos. Busca que Argentina termine siendo, en forma permanente, un país sin clase media. La miseria planificada por la gestión de un gobierno improvisado, centralista y porteño, ya comenzó a hacer estragos en el interior federal.
 
Sacaron el incentivo docente, el subsidio del transporte. Han quitado todo el acompañamiento de la obra pública, tanto en rutas como en la construcción de viviendas. Eliminaron los recursos para los niños pobres con los aportes que se hacían para los comedores. También retienen los fondos que son extra coparticipables para atender desequilibrios, pero que forman parte del presupuesto, dejando a la provincia sin esas herramientas, en una situación de vulnerabilidad.
 
Tal como ya lo expresó, Rogelio Frigerio tiene sintonía ideológica con el modelo que lleva adelante Milei, y se ha desorientado al ver que no existe discusión ni intercambio de ideas, para gobernar en un país que es cien por ciento federal. No hay dialogo ni respeto a la democracia, ni a las autonomías provinciales, ni a la legitimidad popular, aunque las autoridades provinciales también fueron elegidas por el voto popular, en algunos casos con mayor porcentaje de lo que fue elegido Milei.
 
El dilema de Frigerio es: o defiende a Milei o defiende a los entrerrianos. En la Casa Gris, y en privado, muchos piensan que está mal lo que hace Milei, pero tienen miedo de decir la verdad, al igual que Mirtha Legrand, quien se quejó del recorte al Incaa y el cierre del Gaumont y recibió una lluvia de ataques de los trolls libertarios en redes sociales. También hay gobernadores que tienen miedo a hablar porque el Presidente usa el método de censura directa, agrediendo e insultando, lo que lleva a que no se animen a decir nada. Y dejan en claro que no saben cómo pararse frente a la gestión de Milei.
 
En el caso de Entre Ríos, hasta en la época de Mauricio Macri había canales de diálogo, había puentes, interlocutores. Hoy no. En ese marco, el gobernador entrerriano ha tomado una postura de sumisión, sea por convicción o resignación ante el hecho de no ser atendido. Fue el primero en dar su apoyo político, institucional y moral, ante el anuncio del "Pacto de Mayo". Es un camino equivocado porque esa tendencia a subordinarse a la autoridad de Milei no le va a servir para que la Nación devuelva algo de lo que saqueó. Es más que evidente la intransigencia de Milei ante la dirigencia política, con la que debería compartir su gestión. Cree que gobierna solo, cuando solo ejerce uno de los poderes del Estado, porque desprecia a los políticos, al Estado y sus regulaciones. Además, es un dirigente político que está siempre dispuesto a provocar y confrontar para mantener la centralidad.
 
Milei está muy equivocado si piensa que puede gobernar sin o contra las provincias; o que se puede sacar el país adelante con desarrollo e inclusión, pensando en fundir no a los gobernadores, sino a las provincias. Retacear los recursos de las provincias es menos salud, menos educación, menos seguridad, menos justicia, menos obra pública. Se debería dialogar y debatir con él absolutamente todo, pero primero que cumpla con la Constitución, los pactos fiscales y las leyes. Y que a las provincias le devuelvan lo que indebidamente le han retenido.
 
Milei, un presidente débil, sin partido, ni legisladores ni equipo propio de gobierno, convocó a un diálogo trucho, el "Pacto de Mayo", en un ejercicio de poder violento porque llaman una vez que ha despojado a las provincias. ¿Quiere negociar o solo procura imponer? 

El Jefe de Gabinete, Nicolás Pose, y el Ministro del Interior, Guillermo Francos, sentaron a los mandatarios provinciales en una mesa para ofrecerles una parte o devolverte algo de lo que ya les saquearon, reponiendo el abusivo impuesto a las Ganancias que, en definitiva, es meterles la mano en los bolsillos a los trabajadores para reembolsarle algo a las provincias. ¿Hasta dónde es posible un pacto democrático, que es una concertación entre partes, en tales condiciones?
 
¿A qué costo quiere Milei aplicar su plan motosierra, con recesión y pauperización, ya que no es compatible con la vida de la gente? ¿No piensa acaso Frigerio en los entrerrianos? ¿No debería prestar atención a las condiciones de vida del pueblo, y preocuparse por el empleo, el crecimiento y los salarios? Milei dolarizó el costo de vida, pero no los salarios. Lo que va a pasar cuando llegue la boleta de la luz con un brutal incremento será tremendo, y no solamente va a perjudicar a los ciudadanos.
 
¿Cómo va a impactar en los productores, la industria, los comerciantes entrerrianos? Hay lamentablemente dos palabras que no figuran en la agenda de Milei: producción y trabajo. Plantea lo financiero, lo cambiario, pero no cómo producir y trabajar. Eso se suma a una situación en donde no hay consumo por la inflación desbordada. Los comerciantes no venden nada y los servicios son cada vez más caros. Si deciden reducir personal, ¿cuántos entrerrianos se van a quedar sin trabajo? Mientras la provincia pierde recursos, las demandas sociales, en materia de salud, educación y en los comedores, irán creciendo.
 
En la Provincia hay alarma por la parálisis productiva, temen que haya una fuerte afectación del empleo -que comenzará esta semana con cientos de despidos de contratados del Estado nacional- y advierten que el ajuste ya está ante un límite en lo que respecta a tarifas. "Lo que sigue es el cierre masivo de comercios y pymes", reiteran desde la Casa Gris, donde asumen que pretender mejorar la recaudación provincial es una quimera.
 
Frigerio le aparecen límites en materia de una gestión que no ha comenzado a funcionar. En el equipo económico advierten que la Provincia no tiene espaldas para asumir el costo de todo lo que deja de pagar Milei: los boletos sociales, el pago del incentivo docente con recursos provinciales y los caudales propios que se necesitan mensualmente porque la Anses no les envía lo que corresponde a los jubilados provinciales. ¿Deberá recurrir a los Bonos Federales? 
 
¿Se puede dar vuelta esta complicada situación? Depende de la unidad que puedan tener las provincias más allá de la ideología y los partidos políticos que cada uno represente. Hay que hacer un llamado fuerte a cada uno de los distritos provinciales, sin importar el signo político, en defensa del interior federal y del Estado, que es el garante de que la gente pueda estar mejor. La posibilidad de cambio va a pasar por la firmeza que pueda tener los gobernadores y los legisladores nacionales. Es evidente que Frigerio le huye al conflicto pero es hora de ponerse los pantalones largos frente al poder central.
 
Urge rechazar el inconstitucional DNU 70/23 para frenar la grave situación que atraviesa el interior. Si los gobernadores se ponen de acuerdo, pueden terminar con este mamarracho jurídico que sigue haciendo mucho daño y conduce, inevitablemente, a una crisis política, económica y social. Es momento que Frigerio reclame por mayores recursos coparticipables, mayor autonomía, mayor federalismo y mayor respeto a las provincias. La lucha por el federalismo es lo único que va a garantizar desarrollo armónico con igualdad de oportunidades en cada rincón de la Argentina. Es necesario estar a la altura de las circunstancias, de la coyuntura histórica, para eso lo eligieron los entrerrianos.
 
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