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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 19-11-2010 / 16:11
ARGENTINA EN GUERRA CONTRA DOS POTENCIAS IMPERIALISTAS: FRANCIA E INGLATERRA

La epopeya anticolonialista de la “Vuelta de Obligado”

La epopeya anticolonialista de la “Vuelta de Obligado”
Como rezaba el lema de la Confederación Argentina, "Por la patria, la verdad siempre vence", a la gran epopeya de la Vuelta de Obligado le llegó un momento de alumbramiento histórico superior. Hoy, el 20 de noviembre es feriado nacional.
El 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional, es a partir de este año, feriado nacional declarado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
 
La Vuelta de Obligado y el resto de las batallas y hechos beligerantes que enfrentaron a la Nación Argentina con las dos principales potencias imperialistas del planeta en lo que se denominó como la "Guerra del Paraná", junto a la actuación de Juan Manuel de Rosas y del pueblo argentino en aquellos días, constituye una de las páginas más gloriosas de la historia nacional.
 
El conflicto comienza con la intervención armada de la escuadra anglo francesa con el apoderamiento de la escuadrilla argentina a mando del almirante Brown, en agosto de 1845, y finaliza con el tratado Southern - Arana, en enero de 1850. Son cinco años de guerra no declarada entre la Confederación y las dos naciones imperialistas más poderosas de la época. 
 
Al decir del historiador entrerriano Aníbal Vásquez: "Las dos primeras potencias mundiales abandonaron el escenario rioplatense, desgarbadas y batidas. Se retiraron sin lucimiento o sin brillo". Fue una victoria nacional sin precedentes y así lo entendió el Libertador, el General San Martín, al legar ese mismo año, al general Rosas, el sable de la Independencia.
 
A pedido del historiador revisionista José María Rosa, y por medio de la Ley Nº 20.770 con fecha 16 de noviembre de 1974, se declaró el 20 de noviembre como "Día de la Soberanía Nacional", en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado.
 
Pero debieron transcurrir más de 160 años para que el almanaque oficial reconociera definitivamente esta fecha. La historia nos enseñó que la verdad siempre vence y este año, gracias a una decisión ejemplar que constituye una enorme reivindicación histórica, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, declaró, mediante del decreto 1584/2010 firmado el 03/11/2010, como día feriado al 20 de noviembre, rindiendo tributo a la gran epopeya de nuestra lucha por la liberación nacional.
 
Escribe: Dr. Gonzalo García

"Noventa buques mercantes,
veinte de guerra,
vienen topando arriba
las aguas nuestras.
Veinte de guerra vienen
con sus banderas.
La pucha con los ingleses,
quién los pudiera.
Qué los parió los gringos
una gran siete;
navegar tantos mares,
venirse al cuete,
qué digo venirse al cuete".


"La Vuelta de Obligado" (Triunfo) de Miguel Brascó y Alberto Merlo.
 
 
"...como argentino me llena de un verdadero orgullo al ver la PROSPERIDAD, LA PAZ INTERIOR, EL ORDEN y el HONOR restablecidos en nuestra querida patria y todos estos progresos efectuados en medio de circunstancias tan difíciles en que pocos estados se habrán hallado. Por tantos bienes realizados yo felicito a Ud. sinceramente como igualmente a toda la Confederación Argentina. Que goce usted de salud completa y que al terminar su vida pública sea colmado del justo reconocimiento de todo argentino. Son los votos que hace y hará siempre a favor de Ud. éste su apasionado amigo y compatriota. Q.B.S.M (Que besa sus manos)".

José de San Martín, última carta del Libertador a Juan Manuel de Rosas. 6 de mayo de 1850.
 
Contra el colonialismo
 
Los largos 25 años que Rosas gobernó la Confederación fueron delicados y comprometidos en lo que a política internacional se refiere. Enfrentado a los efectos de la guerra brasileña en los primeros años de su mandato el gobierno protagonizaría a mediados de los años 30 una guerra con la Confederación Peruano-Boliviana. En 1833 (durante la gobernación de Balcarce) fueron ocupadas las Islas Malvinas por Gran Bretaña. A finales de la década se vería involucrada en las luchas civiles de la República Oriental, convergiendo este conflicto en el bloqueo francés (1838-1840), luego expandido a una intervención conjunta entre Gran Bretaña y Francia (1845-1850).
 
Estos conflictos y los roces diplomáticos con las repúblicas vecinas (Brasil y Paraguay) favorecerían el desenlace que terminó entre 1851 y 1852 con su gobierno.

 
Página gloriosa 
 
Además de la suma gravedad de los hechos y el motivo del "Día de la Soberanía Nacional", la actuación de Rosas y del pueblo argentino constituye una de las páginas más gloriosas de la historia argentina.
 
El mencionado conflicto comienza con la intervención armada de la escuadra anglo francesa con el apoderamiento de la escuadrilla argentina a mando del almirante Brown, en agosto de 1845, y finaliza con el tratado Southern - Arana en enero de 1850. Son cinco años de guerra no declarada entre la Confederación y las dos potencias imperialistas más poderosas de la época.
 

Pacho O´Donnel, en su reciente libro "La Gran Epopeya", señala que "junto con el cruce de los Andes, el Combate de la Vuelta de Obligado conforma la mayor epopeya militar de la historia Argentina. Razones... han oscurecido lamentable e intencionalmente esta gesta, retaceándole el homenaje y la admiración que la sangre derramada en defensa de la soberanía de nuestra Patria merece".

Intereses del imperio francés
 
Los intereses de los ingleses y los franceses eran diferentes: aquellos buscaban exclusivamente beneficios comerciales y éstos, además, la expansión cultural y territorial.
 
Para el ministro francés Thiers "Montevideo era una colonia francesa" y fundamentaba el derecho de Francia a intervenir en el Rió de la Plata en tres argumentos principales y uno accesorio: 1) La "humanidad", atropellada por la "barbarie" de Rosas. 2) El "chauvinismo" o "patriotismo francés" interesado en "notre colonie" (nuestras colonias) amenazada por el indigenismo y el hispanismo, es decir el americanismo de Rosas. 3) El "respeto al derecho" ya que, Rosas violaba el artículo 4 de la convención Mackau, al enviar tropas de la Confederación a la guerra en la Banda Oriental a favor de su aliado el General Oribe. El argumento comercial es más bien accesorio porque la artesanía francesa, su sola exportación, no se perjudicaba con la política aduanera de Rosas.
 
El interés de Francia por el Río de la Plata se mantenía vivo desde el fracaso de la tentativa monárquica de 1820. Las maniobras de los rivadavianos, para comprometer la ayuda del gobierno francés, y terminar con la supuesta anarquía americana habían continuado después de la caída del Directorio.
 
La Revolución de 1830 en Francia, y la instauración de la monarquía "burguesa" del rey Luis Felipe cambiaron el plan primitivo de colocar un Rey francés en el Río de la Plata. Francia necesitaba expansión comercial, conquista de mercados y prestigio guerrero internacional. En suma, necesitaba colonias y ningún territorio parecía más favorable que el de los pequeños países segregados de España, involucrados permanentemente en guerras civiles y donde existían sectores "pensantes", "intelectuales", que demandaban el "protectorado" de una poderosa nación europea.
 
Es preciso agregar que a las necesidades imperialistas de los galos se sumaba que, la inmigración francesa al Río de la Plata había sido numerosa desde los primeros tiempos de la independencia y Francia consideraba a dichos inmigrantes como instrumentos de penetración política y comercial que debían de ser especialmente protegidos generando así como una especie de protectorado de hecho.
 
Pero Francia no podía actuar sola, necesitaba una alianza con Inglaterra para afianzarse en Europa y poder así posesionarse luego de Argelia y Oceanía en el reparto colonial. La intervención conjunta era el precio a pagar por Francia para lograr su consolidación imperial.
 
Política imperial de Inglaterra
 
Los intereses británicos eran comerciales: la libre navegación de los ríos y la solución definitiva del conflicto en la Banda Oriental que impedía, por los bloqueos, realizar operaciones comerciales en la región del Río de la Plata.
 
Respaldaban estos reclamos los centros industriales de Liverpool, Manchester y Yorkshire, banqueros, comerciantes e industriales de las plazas citadas: "Que se adopte medidas para limitar las restricciones puestas al comercio en el Plata" expresaban.
 
Y solicitaban también que "se pusiera fin a los disturbios en el Uruguay y se asegurara el acceso de los comerciantes británicos a los mercados del Paraguay y las regiones del Interior".
 
Negocios, política y los unitarios...
 
Los conflictos externos que tuvo la Confederación en tiempo de Rosas tuvieron un origen eminentemente económico y se relacionaron con el dominio geopolítico del estratégico Río de la Plata.

 
Pero no hay que menospreciar los factores de tipo político, más aún, éstos a veces prevalecieron en las decisiones. Por ejemplo Francia ostentaba un belicismo intransigente desde la derrota en Waterloo y pretendía terminar con el pacifismo a que la obligaban los vencedores de Napoleón.
 
Pero, los conflictos externos que sufría la Confederación no se iniciaban solamente de las grandes potencias europeas. Los emigrados unitarios conspiraban constantemente desde Bolivia, Chile y la Banda Oriental, organizando invasiones y ofreciendo a los gobiernos que los asilaban, como moneda de negociación, fracciones de territorio argentino de Jujuy y Salta, Cuyo y la Mesopotamia, en cuyos pueblos simultáneamente excitaban la tradicional hostilidad a la hegemonía bonaerense.
 
Comienza la intervención
 
Una vez que el parlamento británico pone sobre el tapete la idea de la intervención armada en el Río de la Plata, fundándola en la necesidad de defender los intereses mercantiles en peligro, Francia, que no quería quedar a la zaga, decide la intervención a través de su vocero parlamentario Thiers y ambas naciones resuelven la intromisión conjunta enviando una poderosa flota.
 
La capital de la Banda Oriental se encontraba sitiada por tierra por las tropas de la Confederación y su aliado, el General Oribe. Montevideo era defendida por los emigrados argentinos, franceses, españoles, italianos, ingleses.
 
Rosas ordena el bloqueo naval y los extranjeros, viendo perjudicados sus intereses comerciales, se alistan en la defensa de la ciudad. Semanas más tarde, y cuando los sitiados en Montevideo habían perdido las esperanzas de auxilio internacional, arriba a Buenos Aires una "comisión mediadora" integrada por el inglés William Ouseley y el francés Deffaudis a bordo de los primeros buques de guerra a vapor que navegan por el Río de la Plata. Confiados en el respaldo de la flota, exigen el retiro de las tropas de la Confederación y el levantamiento del bloqueo. Aseguraban estar autorizados para usar la fuerza si era necesario. Rosas no se conmueve, invoca su carácter de beligerante y la soberanía sobre los ríos interiores; además sostiene la legitimidad del General Oribe como presidente legal del Uruguay. Ante el ultimátum de los ministros extranjeros, Rosas, inflexible, les mandó extender los pasaportes; es decir, los expulsó de Buenos Aires.
 
Rosas contra los piratas
 
El 2 de agosto de 1845, la escuadra anglo-francesa se apoderó de la flota argentina y desembarcó tropas en Montevideo. Los agresores izan sus pabellones en las embarcaciones nacionales al mando del Almirante Brown.
 
El pretexto con que Inglaterra y Francia pretendieron encubrir su agresión militar fue que la guerra entre Montevideo y Buenos Aires perjudicaba el comercio. En realidad, se trataba lisa y llanamente de la conquista por las armas de la cuenca del Plata y de los territorios que bañaban sus ríos. Pretendían dominar la Banda Oriental y establecer allí sus bases de operaciones comerciales (también militares) sobre los ríos internos.

 
En este sentido, la política americanista de Rosas en defensa de la independencia de Uruguay y el reconocimiento de Oribe como su autoridad, como así también su poder real sobre el interior de la Confederación, eran un obstáculo para los intereses de los agresores.
 
Rosas declaró piratas a los barcos de las potencias agresoras. La Confederación peligraba y corría el riesgo de desmembrarse territorialmente. Se encontraba jaqueada por dos potencias europeas y además, por todos sus vecinos interesados en ensanchar sus fronteras.
 
Vende patrias y dignidad nacional
 
En tanto, los unitarios cometían actos de alta traición a la patria; Sarmiento incitaba a Chile a apoderarse del estrecho de Magallanes; Florencio Varela proponía la independencia de la Mesopotamia; y Echeverría alentaba a los invasores.
 
En cambio, el pueblo acompañaba a Rosas, pero también lo hacían los padres fundadores de la patria que aún estaban vivos. San Martín le ofrecía sus servicios y le obsequiaba su sable; Brown aceptaba la conducción de la escuadra; Manuel Moreno representaba a la Confederación en Inglaterra y Tomás Guido hacía lo propio en Río de Janeiro.
 
La Sala de Representantes aprobó la conducta de Rosas en vibrantes discursos patrióticos: "La guerra es una gran calamidad pero sus estragos son preferibles a la ignominia. No hay causa más poderosa ni más justa que el honor de una nación".
 
Operaciones militares
 
En septiembre de 1845, los invasores bombardearon, tomaron y saquearon Colonia del Sacramento y ocuparon la Isla Martín García. Allí se destacó por su violencia el italiano José Garibaldi, quien luego atacó a lo largo del río Uruguay las ciudades de Gualeguaychú, Concordia, Paysandú y Salto, saqueando todo lo que encontraba a su paso.(1)
 
El 18 de septiembre se declaró oficialmente el bloqueo de los puertos argentinos y a fines de ese mes fue ocupado el puerto uruguayo de Maldonado, para atacar por la espalda a Oribe. Casi simultáneamente se conocía la noticia que se preparaba un convoy para remontar el Paraná hasta Corrientes y Paraguay (2), custodiado por buques de guerra para demostrar que no existía soberanía argentina sobre el río.
 
Batalla de "La Vuelta de Obligado"
 
El 20 de noviembre de 1845 tuvo lugar la batalla de La Vuelta de Obligado. El río Paraná, cerca de San Pedro, después de tomar dirección norte-sur, dobla hacia el Sur- Este y es éste paraje al que se lo conoce como Vuelta de Obligado.
 
Era un lugar de paso forzoso para las escuadras enemigas que querían llegar al Paraguay. En la costa del río fueron colocadas las baterías del General Lucio Mansilla.
 
Lucio Norberto Mansilla, cuñado de Juan Manuel de Rosas, soldado de la Independencia, combatió en Chacabuco a las órdenes de San Martín y fue, además, gobernador de nuestra provincia, Entre Ríos.
 
Para aumentar la eficacia de los fuegos de posición se procuró la detención del avance de las naves enemigas cruzando tres gruesas cadenas ancladas sobre la posición y atadas en el otro extremo próximo a la orilla izquierda del río. La disparidad de fuerzas era abrumadoramente desfavorable. La flota enemiga se componía de 11 buques de guerra con 99 cañones, entre ellos tres vapores, seguidos por una flota de cien barcos mercantes cargados de productos.
 
Mansilla, al frente del combate
 
La escuadra anglo-francesa desafiaba abiertamente a la Confederación conducida por Rosas pero, sobre todo, ofendía nuestra soberanía nacional.

 
Así lo entendían los combatientes de Obligado al mando de Mansilla, que antes de iniciar la batalla proclamó:
 
"¡Milicianos del departamento del Norte! ¡Valientes soldados federales, defensores denodados de la Independencia de la República y de la América! Los insignificantes restos de los salvajes unitarios que han podido salvar de la persecución de los victoriosos ejércitos de la Confederación y orientales libres, en las memorables batallas de Arroyo Grande; India Muerta y otras; que pudieron asilarse en las murallas de la desgraciada ciudad de Montevideo, vienen hoy sostenidos por los codiciosos marinos de Francia e Inglaterra, navegando las aguas del gran Paraná, sobre cuya costa estamos para privar su navegación bajo de otra bandera que no sea la nacional ¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis!...Considerad el tamaño insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. Pero se engañan esos miserables: ¡¡aquí no lo serán!!...¿No es verdad camaradas? ¡¡Vamos a probarlo!!"
 
"¡Suena el cañón! ¡Ya no hay paz con la Francia ni con Inglaterra! ¡¡Mueran los enemigos!!...Tremóle en el río Paraná y en sus costas el pabellón azul y blanco, y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea. Sea ésta vuestra resolución, a ejemplo del heroico y gran porteño, nuestro querido gobernador brigadier Don Juan Manuel de Rosas, y para llenarla contad con ver en donde sea mayor el peligro a vuestro jefe y compañero el General Lucio Mansilla. ¡Viva la Patria! ¡Viva la Federación! ¡Viva su heroico defensor Don Juan Manuel de Rosas! ¡Mueran los salvajes unitarios y sus viles aliados anglo-franceses!"
 
Mansilla, con escasos elementos, contuvo, desde las diez de la mañana de aquel 20 de noviembre hasta las cinco de la tarde, a la flota invasora, provocándole 150 muertos y 4 buques fuera de combate. La escuadra atacante quedó más de 7 días inmovilizada por las reparaciones que tuvo que encarar y la atención de sus bajas de personal. Por nuestra parte, tuvimos 650 hombres fuera de combate, resultando herido el propio General Mansilla.
 
Batallas olvidadas: San Lorenzo y Punta Quebracho
 
Los combates de San Lorenzo y Punta Quebracho, a principios de 1846, cuando la escuadra aliada bajaba de vuelta el Paraná, demostraron también la voluntad inflexible de Rosas de ofrecer resistencia. Las potencias extranjeras no pudieron en definitiva colocar sus mercaderías en las provincias litoraleñas ni en el Paraguay.
 
San Lorenzo y Punta del Quebracho son otras dos batallas de "la Guerra del Paraná", olvidadas por la historia oficial.
 
El 16 de enero de 1846 la flota imperial es atacada por el general Mansilla en San Lorenzo (Provincia de Santa Fe). Mansilla mantenía oculta, entre la maleza del "campo de la gloria", la artillería y cuando el enemigo cruzaba la angostura del San Lorenzo de improviso se levantó la bandera argentina y los cañones rompieron fuego desde un lugar invisible para los invasores. Los estragos causados fueron graves para los invasores que tuvieron que soportar durante más de siete horas el fuego de la artillería nacional. Los aliados perdieron 50 hombres, los confederados argentinos solo uno. En su parte de guerra Mansilla se enorgullece de haber combatido en el mismo paraje regado por la sangre de San Martín.
 
A una legua al norte de San Lorenzo, está la punta del Quebracho (hoy Puerto San Martín), donde la barranca es alta y el río se angosta en extremo. Allí esperó el general Mansilla que los invasores volvieran de su accidentada excursión. El ataque se produjo el 4 de junio de 1846. Los extranjeros tenían un convoy de 95 barcos mercantes y 12 de guerra. La artillería de la Confederación averió varios buques extranjeros, los cuales emprendieron la huida para no ser hundidos quemando a los averiados para que no sean tomados prisioneros
 
Defensa heroica de la soberanía nacional
 
En 1847, el gobierno inglés advirtió que la política intervencionista seguida había provocado un desastre comercial al disminuir drásticamente las importaciones de productos de ese país.
 
Se agrega a esto que, para el año 1848 en Europa se dio un movimiento de revoluciones liberales con tendencias extremas, que provocaron que el ministro británico Southern y el almirante francés Lepredour, que se encontraban en el Río de la Plata, fueran nombrados encargados de acordar con Buenos Aires una paz justa.
 
Por fin, y luego de largas y dificultosas negociaciones, Gran Bretaña firmó con Rosas el tratado del 24 de noviembre de 1849 por el cual Gran Bretaña se vio obligada a evacuar la isla Martín García, reconocer la soberanía argentina sobre los ríos interiores, los derechos de Oribe para ocupar la presidencia del Uruguay, devolver los barcos argentinos y saludar en desagravio el pabellón nacional con 21 cañonazos.
 
Con respecto a Francia, se convino que la Argentina retiraría las tropas de la Banda Oriental cuando Francia quitase las guarniciones militares de Montevideo, abandone su posición hostil y celebre un tratado de paz. Lepredour debió ceder después de meses de negociar ante las exigencias de Rosas. El 31 de agosto de 1850 Francia concluyó con la Confederación un tratado de paz y amistad que debía ratificarse en su país. Rosas exigió que se formule el desagravio al pabellón nacional con 21 cañonazos en forma inmediata a lo que Leprodour accedió.
 
Los respectivos tratados de paz marcaron una clara victoria de la firme y digna posición en defensa de nuestra soberanía nacional llevada a cabo con férrea voluntad por Juan Manuel de Rosas como encargado de las relaciones internacionales de la Confederación.
 
Al decir del historiador entrerriano Aníbal Vásquez: "Las dos primeras potencias mundiales abandonaron el escenario rioplatense, desgarbadas y batidas. Se retiraron sin lucimiento o sin brillo". Fue una victoria nacional sin precedentes y así lo entendió el Libertador General San Martín al legar ese mismo año, al general Rosas, el sable de la Independencia.
 
El primer reconocimiento histórico
 
A pedido del historiador revisionista José María Rosa y por medio de la Ley Nº 20.770 con fecha 16 de noviembre de 1974 se declaró el 20 de noviembre como "Día de la Soberanía Nacional", en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado.
 
Entre otros conceptos los considerando de la norma expresan: "Por las condiciones en que se diera este enfrentamiento, por la valentía de los compatriotas que participaron en ella y por sus consecuencias, es reconocida como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra argentinidad".
 
Debieron transcurrir más de 120 años para que en un primer acto de reconocimiento el almanaque oficial reconociera una de las más importantes gestas en las luchas por nuestra independencia.

 
Luego, casi 20 años después, la Vuelta de Obligado y Juan Manuel de Rosas se imprimen en el billete de 20 pesos de la moneda nacional.
 
Feriado nacional
 
Pero tal como rezaba el lema de la Confederación Argentina, "Por la patria, la verdad siempre vence", a la gran epopeya de la Vuelta de Obligado le llegó un momento de alumbramiento histórico superior.
 
En una iniciativa que constituye un enorme reconocimiento, que rompe abruptamente con la tradición de la historia oficial de nuestro país, el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner, a través de un decreto de necesidad y urgencia que lleva el numero de 1584/2010 (que reordena los feriados calendarios) dispone la creación del 20 de Noviembre como día de la Soberanía Nacional y su declaración como feriado.

Nuestra mandataria, en el momento de presentar el proyecto, manifestó que "en 1845 se vivió un momento muy particular porque había un clima de confrontación y, sin embargo, hubo una gran unidad para enfrentar a las flotas inglesa y francesa en una gesta comandada a través del general Lucio Mansilla, allí en San Pedro, en donde estamos construyendo un monumento" indicó Cristina Fernández de Kirchner promoviendo la institucionalización del feriado del Día de la Soberanía.

 
Nuestro deber será velar para que así lo siga siendo. Por un triunfo definitivo de la verdad histórica.
 
Escribe: Dr. Gonzalo García.
 

Notas.

(1) Giuseppe Garibaldi. (1807-1882). Considerado como el héroe máximo de la unificación y la independencia italiana incursionó en Sudamérica con una división de mercenarios denominada "La Legión Italiana". Estuvieron al servicio del gobierno de Montevideo. La historia liberal lo aclamó con el título de "El héroe de dos mundos", los diarios porteños de la época lo llamaron "el chacal de los tigres anglo franceses". Un verdadero pirata que entre otras "hazañas" cuenta con la de asaltar y saquear durante dos días a la ciudad de Gualeguaychú totalmente desguarnecida. En sus memorias Garibaldi escribió en forma de una absurda justificación que: "el pueblo de Gualeguaychú nos alentaba a la conquista por ser un verdadero emporio de riqueza, capaz de revestir a nuestros harapientos soldados y proveernos de arneses...". Su paso por nuestros pagos nada tiene que ver con la obra que realizó en Italia donde fue un verdadero patriota revolucionario de la causa italiana.
 
(2) El Paraguay, bajo la presidencia de Carlos Antonio López había firmado un tratado de alianza ofensiva defensiva con la provincia de Corrientes en rebeldía contra Rosas que, motivado en su proyecto de reconstruir el Virreinato del Río de la Plata no había reconocido la independencia de la nación guaraní, como tampoco la de Bolivia.

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La epopeya anticolonialista de la “Vuelta de Obligado”
El 20 de noviembre de 1845 tuvo lugar la batalla de La Vuelta de Obligado. El río Paraná, cerca de San Pedro, después de tomar dirección norte-sur, dobla hacia el Sur- Este y es éste paraje al que se lo conoce como Vuelta de Obligado.
La epopeya anticolonialista de la “Vuelta de Obligado”
Ubicación geográfica del lugar de la batalla.
15-04-2025 / 11:04
El mismo día en que el Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei convalidó otra devaluación, después de jurar que no lo haría, el libertariao festejó la nueva deuda con el FMI junto al secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent. Contra lo difundido por los voceros oficiales, el invitado no trajo de regalo más dólares, sino que reclamó frenar las relaciones con China y se llevó la promesa de que Argentina entregará sin discutir todo lo que pida Donald Trump.
 
La llegada del funcionario yanqui se da en un contexto de profundos cambios económicos tanto a nivel nacional como a nivel mundial. En la Argentina, la gestión de La Libertad Avanza acaba de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, que implicará mayores ajustes y golpes sobre las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras, los jubilados y el pueblo pobre. A escala internacional, la guerra comercial implementada por Trump, sacude el escenario geopolítico.
 
Bessent, funcionario de Trump, viene a respaldar esa agenda de ajuste neoliberal. Así lo dijo en un comunicado que hizo público, reivindicando lo que llamó el "audaz liderazgo del presidente Javier Milei", como base para que "relación entre Estados Unidos y Argentina [sea] más sólida que nunca".
 
Milei recibió a Scott Bessent y, como si estuvieran de fiesta, desde el oficialismo compartieron fotos del presidente y el ministro de Economía Luis Caputo a las carcajadas y dándose abrazos. Si bien en Balcarce 50 especulaban con que Bessent traería bajo el brazo un refuerzo de financiamiento para la Argentina a través de una línea de crédito especial del Tesoro, nada de eso ocurrió.
 
El cipayo Milei, que se rebajó a dar una declaración conjunta con el secretario del Tesoro (cuando correspondía que eso lo haga el ministro de Economía, no el presidente de un país, que tiene un rango mayor), no solo le regaló ese gesto, sino que además dejó hablar al yanqui primero, como si él fuera el dueño de casa.
 
En su discurso leído, el argentino le pidió perdón al secretario del Tesoro porque el país le dijo no al ALCA en 2005, le rogó por una "reconciliación" y gritó en inglés: "We are make Argentina great again". Horas después, en medio de la devaluación de los anuncios del viernes, el vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni compartió una foto de Milei, Caputo y el equipo del ministerio de Economía riendo a carcajadas y dándose abrazos. "Nerviosismo total en el gobierno", escribió irónico.

Tras el encuentro, Bessent brindó una entrevista a Bloomberg y encabezó una declaración en conjunta con el presidente. "Quería venir hoy para mostrar mi apoyo a Milei y su compromiso con lo que considero histórico para rescatar a Argentina del abismo", destacó el yanqui. Sin embargo, al ser consultado por una posible línea de crédito directa hacia Argentina, fue tajante: "No está bajo consideración". Además, no dio precisiones sobre una posible baja de los aranceles del 10% que Trump impuso a las importaciones argentinas y que las encarecen.


La visita solo implicó un respaldo político a un gobierno libertariano que se preparar a profundizar el ajuste salvaje sobre las condiciones de vida de las mayorías populares. Es el aval a un proyecto neoliberal reaccionario, completamente favorable a los intereses del gran empresariado. No hay nada que festejar con la llegada de Bessent, y memos para descorchar champan.

La Opinión Popular

14-04-2025 / 09:04
Javier "el Loco" Milei enfrenta horas probablemente decisivas para la suerte de su experimento a corto y mediano plazo. En el largo, ya se sabe, todo está dicho respecto de modelos como éste. Casi completamente cercados por la agonía de las reservas, Toto Caputo y el ¿insólito? personaje que ejerce de Presidente notificaron todo lo contrario de lo que afirmaban, sin cansancio, hasta el jueves a la noche. Que no devaluarían.
 
Llegar con aire a octubre es el único o mayor sentido de lo anunciado. El plano económico se ratifica como excluyente en las preocupaciones populares. Le sigue, a distancia abismal, el de un escenario en las urnas que, hasta hace pocos meses, el oficialismo imaginaba mucho menos inquietante.
 
Este domingo, sin ir más lejos, se vota en Santa Fe para convencionales constituyentes, junto con las Primarias de cargos comunales y municipales. El alcance es provincial. Pero no, tal vez, su resultado político. Todas las encuestas adelantaron el triunfo considerable del gobernador Maximiliano Pullaro. Eso no significa un comienzo de reconstitución nacional de los radicales, que hace ya demasiado rato perdieron cualquier atisbo de identidad. Sí conllevaría una imagen aplastada de La Hermanísima Karina, en cuyo tarotismo se jugó el armado electoral de los libertaristas.
 
Se suma a ese factor la partición despiadada, en Capital, de lo Milei y lo Macri. En territorio bonaerense es al revés, aunque no con beneplácito de El Calabrés. Nada de cuestiones ideológicas. El capo de lo que queda del Pro calificó como "maravilloso" el acuerdo con el Fondo y la eliminación del cepo. Simplemente, "Mauricio" se entera por los diarios de lo que, mudados del amarillo al violeta, cierran Pucho Ritondo y Diego Santilli.
 
De más estaría reiterar que nada de esto sucedería, en la representatividad electoral del bloque dominante, si tuvieran certeza acerca de cuán fortalecido está el rumbo de la economía. Pueden tenerla en lo básico de cómo beneficiar sus negocios y negociados. No, en cuanto a la capacidad administrativo-política de los genios mileístas.
 
El índice inflacionario de marzo metió otra cuña. Pone en peligro el activo-madre del Gobierno, que es la baja de los precios. Se supondría que, en el bolsillo, nadie se lo cree. Pero si, sobre mojado llovido, las cifras oficiales dan cuenta de un retroceso en esa creación de imaginario, el panorama se complejiza.
 
El acuerdo con el FMI no requiere ningún análisis especializado. Sus dos columnas vertebrales son eternas e inmodificables. Ajuste y más ajuste en cabeza de quienes menos tienen. Y "avanzar" en las tres reformas estructurales: previsional, laboral y tributaria. Más, obvio, los recursos naturales mineros y energéticos. Aquello de que las cosas se cuentan solas.
 

13-04-2025 / 09:04
El nuevo acuerdo con el FMI marca el verdadero inicio del programa económico exigido por Estados Unidos: una devaluación cercana al 30%, el fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y un giro geopolítico contra China. Tras dos meses de resistencia, Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo cedieron y aceleraron las medidas. El Tesoro norteamericano ya pisa Buenos Aires para garantizar el cumplimiento. Washington pide mucho más que ajuste: quiere influir en el gabinete, quedarse con recursos estratégicos y allanar el camino a una eventual dolarización.
 
La "tercera fase del programa económico" de Milei y Caputo es, en realidad, la primera fase del programa económico dictado desde Washington para el gobierno argentino. El dólar no se cayó como un piano, como anticipaba el presidente, sino que sufrirá una nueva devaluación, cercana al 30 por ciento, que invita a imaginar un nuevo salto después de las elecciones de octubre. Exactamente lo contrario a lo planeado. El fracaso es completo.
 
La visita del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, que este lunes se hará un hueco en la agenda durante el punto álgido de la más grande guerra comercial de la historia moderna para llegar a Buenos Aires con el acuerdo ya firmado, sólo puede explicarse si viene a controlar su aplicación. Entre las condiciones que se conocieron hay reformas estructurales regresivas y el fin de los subsidios a la energía. Hay otras que no figuran en los documentos públicos.
 
La salida del cepo, a las apuradas, responde menos a una estrategia macroeconómica que a una exigencia de Estados Unidos y a la necesidad de tapar con algo que parezca una buena noticia el dato de inflación de marzo, que echó por tierra el último capital simbólico del gobierno. Sin reservas, con devaluación y precios otra vez retroalimentados, pidiendo la escupidera al FMI y aplicando más ajuste va a ser difícil explicar el sentido del sacrificio que se hizo hasta ahora.
 
Este mismo acuerdo con el Fondo estaba sobre la mesa desde comienzos de febrero, pero se demoró dos meses por la resistencia de Milei y Caputo a devaluar y sacar el cepo. El viaje fallido a Mar-a-Lago, donde esperaban pedirle personalmente a Donald Trump una dispensa, les hizo entender finalmente, que no habría desembolso sin que se cumplan esas dos condiciones. Durante esos dos meses las reservas del Banco Central cayeron 5 mil millones de dólares.
 
Desde el regreso de Mar-a-Lago todo se precipitó en tiempo récord, lo cual da cuenta de que las negociaciones ya estaban en estado avanzado. El 4 de abril el presidente y el ministro de Economía desairados aterrizaron en Buenos Aires. El 8 de abril se publicó el Acuerdo Técnico. El 12 de abril el directorio del FMI aprobó el nuevo programa en una reunión en cuya agenda originalmente no iba a tratarse el caso argentino. Se completó en cuatro días algo que suele tomar semanas.
 
Esto no habría sido posible sin el apoyo de la Casa Blanca, que se encargó de hacer saber que supervisa de cerca las negociaciones a través de Mauricio Claver Carone, un halcón que ya había facilitado el préstamo de 55 mil millones a Mauricio Macri. Mientras Milei estaba en Mar-a-Lago esperando la foto que nunca iba a llegar, él a pocos kilómetros hacía explícito uno de los puntos del acuerdo no escrito: para contar con Trump, Milei debe alejarse de China.
 

13-04-2025 / 09:04
Como disfrazar una derrota. El mismo día que devaluaron se conoció el dato la inflación de marzo que casi se duplicó y rozó un altísimo cuatro por ciento mensual. Es imposible ahora determinar cuanto será el traslado a precios de este treinta por ciento de depreciación de la moneda, pero no augura nada bueno.
 
Milei y Caputo se cansaron de desmentir y atacar a todos aquellos que anticipaban este desenlace por la inconsistencia del esquema cambiario que habían armado. Incluso sus funcionarios, como el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se burlaron cuando LPO anticipó el 9 de enero que el FMI estaba exigiendo un salto devaluatorio inicial, eliminar el dólar blend y liberar el cepo. Luego esta semana también se anticipó la flotación entre bandas.
 
De manera que Milei y su ministro se convirtieron en mandriles este viernes negro para el relato libertario. Esa es la metáfora que el Presidente acuñó junto a la de econochantas, para referirse a los economistas que contradecían sus dogmas. Es evidente que la sutileza no es lo suyo, ahora también sabemos que los pronósticos tampoco.
 
Del dólar que se iba a derrumbar a 600 pesos y la inflación que bajaba a cero (si sacábamos al mundo, la carne, los servicios y alguna otra cosa) a este 3,7% de marzo, lo que hay en el medio es la realidad de un programa que fracasó, remplazado por una apuesta audaz que descansa sobe dos supuestos: que liquide el campo y que no se espiralice la inflación.
 
Una apuesta que no logra ocultar que ir al Fondo a buscar un salvataje tan desesperado que se acepta devaluar en medio de un pico de inflación, es la descripción de un fracaso. El programa acordado es un clásico del FMI: devaluación, flotación, meta exigente de acumulación de reservas -USD 4,5 mil millones a junio-, privatizaciones, reforma jubilatoria -subir la edad mínima- y, por supuesto, un 0,5% más de ajuste fiscal.
 
Las medidas anunciadas son un triunfo interno de Sturzenegger que venía empujando, en sintonía con el FMI, el esquema de flotación del dólar. Con toda la mala leche del mundo, su segundo Lucas Llach, lo anunció en X un día antes.
 
Pero vayamos a lo importante: ¿Cómo sigue esto? Caputo buscó ponerle miel al mal trago de cargar a la Argentina con otro mega crédito del FMI, que se suma al que tomó Macri. Dijo que gracias a estos nuevos USD 20 mil millones se levantará el cepo. Con el paso de las horas se supo que siguen restricciones por aquí y por allá.
 
Es lógico: permitir la libre compra de dólares, sin reservas, en medio de un salto inflacionario es lo más parecido a pegarse un tiro en la cabeza. En concreto, hay liberación cepo para parte del flujo, no para el stock. Para los dividendos atrasados, Bopreal. Los nuevos, veremos cuando cierre el ejercicio 2025.
 
Pero la gran pregunta es cuanto se trasladará a precios de esta devaluación del 30%. Una pregunta crítica para el gobierno que tiene una elección clave en la Ciudad el próximo 19 de mayo, en la que se juega su disputa por el liderazgo de la derecha argentina con Macri
 

12-04-2025 / 10:04
El grupito de jubilados de los miércoles se convirtió en la columna vertebral del movimiento. Así han cambiado los tiempos. Miércoles de tragar gases, miércoles de soledad y represión, hasta que se disparó la solidaridad masiva de los hinchas de fútbol. Y otro miércoles vinieron los movimientos sociales y algunas agrupaciones y éste, la CGT y las dos CTA.
 
El jueves, un paro general convocado por una conducción más inclinada al diálogo y la negociación. Y otra vez, posiblemente esta sea la vencida, el el gobierno de Javier "el Loco" Milei anunciaron el cierre de una negociación con el Fondo Monetario Internacional cuyas consecuencias, inexorablemente, caerán sobre las espaldas del pueblo, con una inminente devaluación cuando se intente llevar el dólar a una flotación simultánea con el levantamiento del cepo anunciado para el lunes próximo.
 
El paro tendría que ser motivo de reflexión para el gobierno que tiene a los gremios bajo la amenaza de intervención a las obras sociales y el retiro de la obligatoriedad de los aportes sindicales. Además, no se trata de una conducción alineada con los combativos. Por el contrario, es una conducción que, con la salida de Pablo Moyano, se hubiera sentado en una mesa de negociación.
 
Pero este gobierno es binario: todo y nada. Adora a un Donald Trump que lo desaira y niega la palabra a los trabajadores, muchos de los cuales lo han votado. Se somete a los intereses del presidente norteamericano, y niega los de los trabajadores representados en sus gremios. Fueron numerosos los intentos fallidos de la CGT para que el gobierno los sentara a una mesa de negociación.
 
Otra vez los mensajes en las terminales de trenes con una voz robótica que demonizaba a las organizaciones sindicales y al ejercicio del sindicalismo como culpable de todos los males. Un clima futurista y apocalíptico porque había pocas personas y los mensajes se repetían en forma automática en las estaciones semivacías. En los ferrocarriles hubo alto acatamiento. Como en otros paros, parte del transporte hizo huelga y en general, la industria también, pero se sintió poco en el comercio.
 
Hubo mucho clima de paro. Los anuncios del Indec que minimizan la inflación y el minué de afirmaciones y desmentidas con el Fondo Monetario alimentaron el malhumor de la sociedad. Diez veces anunció el gobierno que el acuerdo estaba cerrado. Con esos anuncios trató de tranquilizar a los operadores del mercado y en general al mundo empresario. Pero al repetir tantas veces la misma cantinela, en vez de tranquilizar, puso en evidencia su fragilidad. Transmitió a la sociedad que la inflación, los salarios y la economía en general, dependían de ese acuerdo.
 
Los medios, incluso los oficialistas, se hicieron cargo de ese mensaje: el acuerdo o el abismo. El debate transcurrió sobre ese filo. Los medios oficialistas insistían que el acuerdo estaba cerrado sin problemas. Desde la oposición se destacaba los obstáculos que ponían los técnicos del Fondo, lo cual fue real.
 
En todo caso, unos y otros estaban diciendo que el gobierno se iba al diablo si no conseguía los dólares prestados. Al final, el contenido del debate no fue lo más importante, sino la insistencia por anunciarlo. Le transmitieron fragilidad a esa parte del electorado que mantiene su respaldo a Javier Milei con la ilusión de que finalmente las cosas mejoren y termine con la inflación.
 
 

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