“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
China: a 40 años de su muerte, el gran Mao sigue presente
China: a 40 años de su muerte, el gran Mao sigue presente.
Mao Tse-Tung, o Mao Zedong, murió en Pekín, 9 de septiembre de 1976. Fue el máximo dirigente del Partido Comunista de China (PCCh) y de la República Popular China. Bajo su liderazgo, el Partido Comunista se hizo con el poder en la China continental en 1949, cuando se proclamó la nueva República Popular, tras la victoria en la Guerra Civil contra las fuerzas de la República de China. La victoria comunista provocó la huida de Chiang Kai-shek y sus seguidores del Kuomintang a Taiwán y convirtió a Mao en el líder máximo de China hasta su muerte en 1976.
En el plano ideológico, el gran Mao asumió los planteamientos del marxismo-leninismo pero con matices propios basados en las características de la sociedad china, muy diferente de la europea.
En particular, el comunismo de Mao otorga un papel central a la clase campesina como motor de la revolución, planteamiento que difiere de la visión tradicional marxista-leninista de la Unión Soviética, que veía a los campesinos como una clase con escasa capacidad de movilización y adjudicaba a los trabajadores urbanos el papel central en la lucha de clases.
La etapa de gobierno de Mao estuvo caracterizada por intensas campañas de reafirmación ideológica, que provocarían grandes conmociones sociales y políticas en China, como el Gran Salto Adelante y especialmente la Revolución Cultural, momento en el que su poder alcanzó las cotas máximas al desarrollarse un intenso culto a la personalidad en torno a su figura.
Entre 1949 y 1975 la esperanza de vida se duplicó en China: de 32 a 65 años. A comienzos de los años 1970, Shanghái tenía una tasa de mortalidad infantil menor que Nueva York. En una generación, la tasa de alfabetización subió de 15% en 1949 a 80-90% a mediados de los años 1970.
Entre 1949 y 1976, China, el "enfermo de Asia", se transformó en una potencia industrial importante, con una tasa de desarrollo igualada solamente por los grandes auges de crecimiento de la historia.