EFEMÉRIDES POPULARES
Roberto “Polaco” Goyeneche, el ultimo cantor de tangos que fue ídolo popular
Roberto “Polaco” Goyeneche, el ultimo cantor de tangos que fue ídolo popular. Su fraseo y el timbre de su voz lo convirtieron en la expresión contemporánea del tango.
El 27 de agosto de 1994 muere en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por una neumonía, Roberto Polaco Goyeneche.
El "Polaco" que conocemos inicia su época de oro cuando ingresa en la orquesta de Horacio Salgan en 1952 y durante nueve años como cantor de Aníbal Troilo. Muchos buscarán en el estilo de Carlos Gardel y Edmundo Rivero las influencias de inspiración de Goyeneche, pero jamás copió.
Se constituye como modelo imperecedero de intérprete que a un tiempo respetó celosamente la letra de los tangos y encontró el hondo sentido estético de las melodías sin distorsionarlas. Fueron varios los maestros de Goyeneche: Gardel, Le Pera, Cátulo Castillo, Homero Manzi, José María Contursi, Homero Expósito, Discépolo, Cadícamo. Pero fue sin duda Troilo el que le enseñó el secreto del fraseo.
Fue un exitoso cantante argentino, muy reconocido por su calidad interpretativa y por su particular modo de frasear con rubato las melodías del tango. Esta particularidad se basaba en no hacer coincidir el tempo de la letra que cantaba con el tempo del acompañamiento musical. La frase siempre quedaba por delante o por detrás del compás, cosa bastante infrecuente en el tango (Carlos Gardel, precursor del estilo, como también Ángel Vargas también practicaban este modo de rubato).
Los críticos lo llamaron Gardel reencarnado, dijeron que es capaz de hacer enmudecer al público leyendo la Biblia y de petrificar a toda una sala al interpretar La última curda.
Nació el 29 de enero de 1926 en Capital Federal, Buenos Aires, Argentina
El Polaco inicia su carrera como cantor de la orquesta de Raúl Kaplún en 1944, a los dieciocho años junto al cantor Ángel Díaz "El Paya", (quien fuera responsable de su apodo). De esta época no quedó testimonio discográfico.
El "Polaco" que conocemos inicia su época de oro cuando ingresa en la orquesta de Horacio Salgan en 1952 y durante nueve años como cantor de Aníbal Troilo.
Muchos buscarán en el estilo de Carlos Gardel y Edmundo Rivero las influencias de inspiración de Goyeneche, pero jamás copió.
Se constituye como modelo imperecedero de intérprete que a un tiempo respetó celosamente la letra de los tangos y encontró el hondo sentido estético de las melodías sin distorsionarlas.
Durante 68 años vivió en Saavedra; donde con 14 años cantaba para sostener el hogar de su madre viuda.
Fueron varios los maestros de Goyeneche: Gardel, Le Pera, Cátulo Castillo, Homero Manzi, José María Contursi, Homero Expósito, Discépolo, Cadícamo. Pero fue sin duda Troilo el que le enseñó el secreto del fraseo.
Además de sus grabaciones con Pichuco, cantó también con las orquestas de Armando Pontier, Atilio Stampone, Baffa-Berlinghieri, Roberto Pansera, Leopoldo Federico, Astor Piazzolla y Raúl Garello.
El propio Garello reconoció haber escrito para él no menos 110 canciones.
Aclamado en el Chatelet de París -los críticos lo llamaron Gardel reencarnado, dijeron que es capaz de hacer enmudecer al público leyendo la Biblia y de petrificar a toda una sala al interpretar La última curda.
Falleció el 27 de agosto de 1997.
Fuente: Nac & Pop