Nacionales - 17-02-2012 / 09:02
BARLETTA, JEFE DEL PARTIDO, CONFIRMÓ SU DESPLAZO PERO EL AUDITOR DICE QUE NO SE VA
La sucesión de Despouy en la Auditoría hizo arder la interna de los radicales
Leandro Despouy dejará en marzo de ser el presidente de la Auditoría General de la Nación. Será una consecuencia directa de la fuerte presión a la que lo sometió el flamante presidente de la Unión Cívica Radical, Mario Barletta, quien había intentado lo mismo en diciembre, a poco de asumir, pero se había topado con la resistencia del alfonsinismo . Despouy fue durante las administraciones del kirchnerismo un tenaz opositor que aún hoy suele irritar a la Casa Rosada por el tenor de sus denuncias.
La continuidad de Leandro Despouy al frente de la Auditoría General de la Nación ya es historia. Mientras un sector de la UCR busca al sucesor, el alfonsinismo pretendía anoche condicionar la salida del presidente de la AGN cargo que le corresponde a esa fuerza a la negociación del nombre de su reemplazante.
Despouy ya era intolerable para la Casa Rosada y su posible remplazante, Mariano Candioti, ex titular del Consejo de la Magistratura y de buena llegada al kirchnerismo, tendría el visto bueno de un sector del Gobierno K.
Todo el radicalismo está muy preocupado por la repercusión negativa que tuvo su remoción, y mientras intentan que Despouy acepte irse, también discuten el candidato que lo reemplace. El tema fue centro de la reunión de urgencia que Barletta convocó ayer en el comité nacional, donde estuvieron los presidentes de los bloques de Diputados, Ricardo Gil Lavedra, y del Senado, Luis Naidenoff, el senador Gerardo Morales y el propio Alfonsín.
El resto de la oposición objetó la decisión de la cúpula radical.
La Opinión Popular
BARLETTA, JEFE DEL PARTIDO, CONFIRMÓ SU DESPLAZO PERO EL AUDITOR DICE QUE NO SE VA
La sucesión de Despouy en la Auditoría hizo arder la interna de los radicales
El alfonsinismo reaccionó por la decisión unilateral de Barletta. Ratificó apoyo a Despouy. Pero ayer ya discutía su reemplazo. Terragno y González Fraga, en la lista
Como si se tratara de combustible vital para su subsistencia, la UCR volvió ayer a enfrentarse en otra feroz interna partidaria por los espacios de poder. Esta vez fue por el desplazo de Leandro Despouy al frente de la Auditoría General de la Nación, realizado el miércoles a través de un comunicado de prensa por el titular del partido, Mario Barletta.
La decisión reveló al alfonsinismo y otros sectores por considerar que se trató de una medida "unilateral y desprolija" del flamante presidente del Comité Nacional. La piel se les erizó, además, por su intención de colocar allí a un hombre de su confianza, Mariano Candioti, ex titular del Consejo de la Magistratura y de buena llegada al kirchnerismo.
Tras una jornada de intensas reuniones, varios dirigentes coincidían al cierre de esta edición que por la magnitud y repercusión que había generado la pelea, ni Despouy tenía chances de continuar, ni Candioti sería su reemplazante. Y ya se discutía la sucesión: en una reunión convocada de urgencia en el Comité Nacional se mencionó entre los posibles candidatos a Rodolfo Terragno y Javier González Fraga.
Pese a la polémica, Barletta mantuvo ayer su postura. Aseguró a El Cronista que Despuy le había comunicado su intención de renunciar a ese organismo de control externo del sector público nacional, por considerar que se había cumplido un ciclo, en una reunión realizada el miércoles, en la que participó el vicepresidente del partido, Juan Manuel Casella. "
En los próximos días vamos a enviar a la Presidencia de Diputados y el Senado el nombre de quien va a proponer el radicalismo a partir del 22 de marzo para la AGN, cargo que le corresponde por ser la fuerza opositora con mayor representación en el Congreso, le dijo a este diario.
Lo mismo comunicó a los dirigentes reunidos en el Comité Nacional al mediodía, entre ellos, Ricardo Alfonsín, Gerardo Morales, y las autoridades de los bloques legislativos encabezados por el diputado Ricardo Gil Lavedra y el senador Luis Naidenoff.
Pero Despouy negó depués su renuncia. En su entorno, insistían en que el encuentro con Barletta y Casella se había gestado para coordinar la presentación de un informe sobre sus diez años al frente del organismo.
Desde el alfonsinismo sector que ya había frenado en diciembre la presión de Barletta para desplazarloco nfiaron a este diario que Alfonsín se encontraba ante un dilema: el de cuidar a Despouy y garantizar la tarea de control al frente de la Auditoria, por un lado, y también evitar que se dañe la imagen del partido. El ex candidato presidencial prefirió no hacer declaraciones.
Sus voceros habituales juraron durante toda la jornada que apoyaba al aún titular de la AGN para seguir en el cargo. Insistían en que su desplazamiento no era atribución del titular de la fuerza –como asegura Barletta– ni de los bloques legislativos. Y qué sólo puden correrlo por mal desempeño de sus funciones o haciendo lugar a su propia renuncia.
Pero en voz baja reconocían que su continuidad era difícil. Ante las repercusiones que había tomado la interna, podría implicar un debilitamiento de la figura de Barletta. Algo también dejaron en claro: "
Candioti no pasa, dijeron. Es que el candidato del jefe radical, santafesino como él, tiene buenos vínculos con el operador judicial del kirchnerismo Javier Fernández y el senador santacruceño K, Nicolás Fernández, hoy principal asesor de la Auditoría, que debe controlar al gobierno kirchnerista. Además, claro, el alfonsinismo buscará terciar a favor de un postulante de su riñón.
"
No le tengo miedo a esos fantasmas que hablan de pactos con el Gobierno. Garantizo que la persona designada al frente de la AGN hará su trabajo con absoluta transparencia, afirmó Barletta a El Cronista para despejar las polémicas versiones que circularon ayer, y que daban cuenta de las molestias del oficialismo por las duras denuncias realizadas por Despouy a lo largo de su administración. Eso el valió el respeto de todo el arco opositor. El Frente Amplio Progresista (FAP), la Coalición Cívica-ARI y el PRO lamentaron ayer su desplazamiento.
Fuente: El Cronista