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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 12-01-2012 / 09:01
EFEMÉRIDES POPULARES. EL 12 DE ENERO DE 1869 TIENE LUGAR LA BATALLA DE PASTOS GRANDES

La Última Patriada de Felipe Varela

La Última Patriada de Felipe Varela
Felipe Varela:-Combatiré hasta derramar mi última gota de sangre por mi bandera y los principios que ella ha simbolizado, expresa el Quijote de los Andes. Cuadro de Octavio D. Calvo
Felipe Varela, líder de uno los postreros levantamientos de los caudillos federales del interior, al mismo tiempo que Chacho Peñaloza y López Jordán, lo hace contra la hegemonía política conquistada por Buenos Aires en la batalla de Pavón, y libra su ultimo combate, el 12 de enero de 1869, en Pastos Grandes, Salta.
 
Contrario al centralismo porteño, a Bartolomé Mitre y a la Guerra del Paraguay, Varela se plantó al gobierno nacional con un reducido ejército de menos de 5.000 hombres, hizo frente a éste en la región andina y cuyana durante varios años. La lucidez del Manifiesto con el que proclamó su oposición a Mitre es una de las expresiones más perfectas del ideario federal. Finalmente derrotado, murió exiliado en Chile.
 
Las masas populares que pelearon en las guerras de Independencia, en Ituzaingó contra el Imperio del Brasil y en la Vuelta de Obligado contra Francia e Inglaterra, fueron declaradas raza inferior condenada a la extinción.
 
Las expediciones militares punitivas de Mitre y Sarmiento ahogaron a sangre y fuego las protestas de los pueblos del interior, verdadero núcleo del nacionalismo democrático argentino.
 
El capital británico comienza el aniquilamiento de las industrias provinciales, la transformación del gaucho en peón de estancia y la incorporación argentina al sistema neocolonial de las grandes potencias.
 
Terminaron con la Argentina de las lanzas y faltaba mucho para que comenzara la Argentina de las alpargatas
 
Por Blas García

  
12 de Enero de 1869  Felipe Varela. El Combate de Pastos Grandes
 
LA ÚLTIMA PATRIADA DE FELIPE VARELA

Despuntaban los primeros días del año 1869. La Guerra de la Triple Alianza , provocada para infligir una derrota categórica e histórica al poderoso Paraguay de don Francisco Solano López, promediaba ya sus cuatro años y medio de duración.

Al tiempo que se desangraba para siempre el orgullo guaraní en los campos de batalla, en Argentina el general Felipe Varela, proveniente de la República de Bolivia, está decidido a jugarse una vez más por el federalismo criollo, muy a pesar de no disponer de un grueso número de gauchos milicianos como en la Batalla del Pozo de Vargas en abril de 1867.

Su salud tampoco era una garantía para llevar a cabo semejante patriada: una maligna tuberculosis empieza tibiamente a manifestársele, pero nada aparenta detener a este honrado hombre argentino.

El caudillo Felipe Varela, aún a costa de su vida, quiere conjugar la teoría con la acción.

Desde Potosí, el 1º de enero de 1868, redacta su famoso Manifiesto a los Pueblos Americanos, sobre los Acontecimientos Políticos de la República Argentina, en los años de 1866 y 67, donde resalta sus embestidas contra el centralismo porteño y, por ende, contra el gobierno de Bartolomé Mitre, al que acusa de no respetar la Constitución Nacional de 1853. -Combatiré hasta derramar mi última gota de sangre por mi bandera y los principios que ella ha simbolizado, expresa el Quijote de los Andes, en una de sus tantas sentencias llenas de coraje y altruismo.

Su último derramamiento en suelo patrio lo hará el 12 de enero de 1869, cuando tiene lugar la Batalla de Pastos Grandes, en la provincia de Salta. Entonces ya ocupaba la presidencia de la nación Domingo Faustino Sarmiento, quien no duda en mandar cuantiosos refuerzos varias semanas antes del enfrentamiento, pues el Coronel Pedro Corvalán intercepta una carta de Varela que tenía instrucciones tácticas dirigidas a su viejo lugartenientes Santos Guayama, que presentaba batalla en la provincia de La Rioja. En la misiva quedaba al descubierto una inevitable entrada que harían las montoneras federales de Felipe Varela por la frontera salteña.

El Teniente Coronel Julio Argentino Roca se pondrá a la cabeza de los refuerzos provenientes de Jujuy y Salta, los cuales ayudarían a las tropas ya apostadas en las cercanías de Pastos Grandes bajo las órdenes del Coronel Corvalán.

Todo presagiaba un final ruinoso para el valiente caudillo Varela aquella jornada de enero de 1869. De hecho lo fue. El parte de la batalla arrojó 5 milicianos muertos y 54 prisioneros del lado del Quijote de los Andes. Varela se dio a la fuga, pues -con muy pocos hombres pudo escapar gracias a sus buenas cabalgaduras, en dirección a Antofagasta. Apenas un puñado de sus mejores oficiales -el Coronel Rodríguez y el Mayor Quiroga, entre otros- lo acompañarán hasta el final de sus días, en tierra extranjera.

Al cruzar la Cordillera de los Andes rumbo a Chile para evitar una muerte segura, Felipe Varela pasa hambre y miseria, mientras su enfermedad lo va consumiendo de a poco. Diez días antes de su muerte, acaecida en junio de 1870, escribe una carta dirigida a su esposa y a su hijo Javier desde Copiapó. -Nada puedo mandar; dispénsenme, estoy pobre, no se agravien conmigo, les suplica.

Fuente:

· Bazan, Raúl / Guzmán, Gaspar H. / Pérez Fuentes, Gerardo / Olmos, Ramón R. - "Felipe Varela. Su Historia", (1975).
· Luna, Félix - "Felipe Varela. Colección Grandes Protagonistas de la Hist. Argentina ", (2000).
· Turone, Gabriel Oscar - La última patriada federal de Felipe Varela, (2007).

Puede consultar también:

· La Confederación Argentina
· Felipe Varela
· Batalla de Pozo de Vargas
· Los "voluntarios" de la Gerra del Paraguay


Ver más "batallas y combates" en el indice: BATALLAS

Se permite la reproducción citando la fuente: www.lagazeta.com.ar 

 

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15-04-2025 / 11:04
El mismo día en que el Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei convalidó otra devaluación, después de jurar que no lo haría, el libertariao festejó la nueva deuda con el FMI junto al secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent. Contra lo difundido por los voceros oficiales, el invitado no trajo de regalo más dólares, sino que reclamó frenar las relaciones con China y se llevó la promesa de que Argentina entregará sin discutir todo lo que pida Donald Trump.
 
La llegada del funcionario yanqui se da en un contexto de profundos cambios económicos tanto a nivel nacional como a nivel mundial. En la Argentina, la gestión de La Libertad Avanza acaba de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, que implicará mayores ajustes y golpes sobre las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras, los jubilados y el pueblo pobre. A escala internacional, la guerra comercial implementada por Trump, sacude el escenario geopolítico.
 
Bessent, funcionario de Trump, viene a respaldar esa agenda de ajuste neoliberal. Así lo dijo en un comunicado que hizo público, reivindicando lo que llamó el "audaz liderazgo del presidente Javier Milei", como base para que "relación entre Estados Unidos y Argentina [sea] más sólida que nunca".
 
Milei recibió a Scott Bessent y, como si estuvieran de fiesta, desde el oficialismo compartieron fotos del presidente y el ministro de Economía Luis Caputo a las carcajadas y dándose abrazos. Si bien en Balcarce 50 especulaban con que Bessent traería bajo el brazo un refuerzo de financiamiento para la Argentina a través de una línea de crédito especial del Tesoro, nada de eso ocurrió.
 
El cipayo Milei, que se rebajó a dar una declaración conjunta con el secretario del Tesoro (cuando correspondía que eso lo haga el ministro de Economía, no el presidente de un país, que tiene un rango mayor), no solo le regaló ese gesto, sino que además dejó hablar al yanqui primero, como si él fuera el dueño de casa.
 
En su discurso leído, el argentino le pidió perdón al secretario del Tesoro porque el país le dijo no al ALCA en 2005, le rogó por una "reconciliación" y gritó en inglés: "We are make Argentina great again". Horas después, en medio de la devaluación de los anuncios del viernes, el vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni compartió una foto de Milei, Caputo y el equipo del ministerio de Economía riendo a carcajadas y dándose abrazos. "Nerviosismo total en el gobierno", escribió irónico.

Tras el encuentro, Bessent brindó una entrevista a Bloomberg y encabezó una declaración en conjunta con el presidente. "Quería venir hoy para mostrar mi apoyo a Milei y su compromiso con lo que considero histórico para rescatar a Argentina del abismo", destacó el yanqui. Sin embargo, al ser consultado por una posible línea de crédito directa hacia Argentina, fue tajante: "No está bajo consideración". Además, no dio precisiones sobre una posible baja de los aranceles del 10% que Trump impuso a las importaciones argentinas y que las encarecen.


La visita solo implicó un respaldo político a un gobierno libertariano que se preparar a profundizar el ajuste salvaje sobre las condiciones de vida de las mayorías populares. Es el aval a un proyecto neoliberal reaccionario, completamente favorable a los intereses del gran empresariado. No hay nada que festejar con la llegada de Bessent, y memos para descorchar champan.

La Opinión Popular

14-04-2025 / 09:04
Javier "el Loco" Milei enfrenta horas probablemente decisivas para la suerte de su experimento a corto y mediano plazo. En el largo, ya se sabe, todo está dicho respecto de modelos como éste. Casi completamente cercados por la agonía de las reservas, Toto Caputo y el ¿insólito? personaje que ejerce de Presidente notificaron todo lo contrario de lo que afirmaban, sin cansancio, hasta el jueves a la noche. Que no devaluarían.
 
Llegar con aire a octubre es el único o mayor sentido de lo anunciado. El plano económico se ratifica como excluyente en las preocupaciones populares. Le sigue, a distancia abismal, el de un escenario en las urnas que, hasta hace pocos meses, el oficialismo imaginaba mucho menos inquietante.
 
Este domingo, sin ir más lejos, se vota en Santa Fe para convencionales constituyentes, junto con las Primarias de cargos comunales y municipales. El alcance es provincial. Pero no, tal vez, su resultado político. Todas las encuestas adelantaron el triunfo considerable del gobernador Maximiliano Pullaro. Eso no significa un comienzo de reconstitución nacional de los radicales, que hace ya demasiado rato perdieron cualquier atisbo de identidad. Sí conllevaría una imagen aplastada de La Hermanísima Karina, en cuyo tarotismo se jugó el armado electoral de los libertaristas.
 
Se suma a ese factor la partición despiadada, en Capital, de lo Milei y lo Macri. En territorio bonaerense es al revés, aunque no con beneplácito de El Calabrés. Nada de cuestiones ideológicas. El capo de lo que queda del Pro calificó como "maravilloso" el acuerdo con el Fondo y la eliminación del cepo. Simplemente, "Mauricio" se entera por los diarios de lo que, mudados del amarillo al violeta, cierran Pucho Ritondo y Diego Santilli.
 
De más estaría reiterar que nada de esto sucedería, en la representatividad electoral del bloque dominante, si tuvieran certeza acerca de cuán fortalecido está el rumbo de la economía. Pueden tenerla en lo básico de cómo beneficiar sus negocios y negociados. No, en cuanto a la capacidad administrativo-política de los genios mileístas.
 
El índice inflacionario de marzo metió otra cuña. Pone en peligro el activo-madre del Gobierno, que es la baja de los precios. Se supondría que, en el bolsillo, nadie se lo cree. Pero si, sobre mojado llovido, las cifras oficiales dan cuenta de un retroceso en esa creación de imaginario, el panorama se complejiza.
 
El acuerdo con el FMI no requiere ningún análisis especializado. Sus dos columnas vertebrales son eternas e inmodificables. Ajuste y más ajuste en cabeza de quienes menos tienen. Y "avanzar" en las tres reformas estructurales: previsional, laboral y tributaria. Más, obvio, los recursos naturales mineros y energéticos. Aquello de que las cosas se cuentan solas.
 

13-04-2025 / 09:04
El nuevo acuerdo con el FMI marca el verdadero inicio del programa económico exigido por Estados Unidos: una devaluación cercana al 30%, el fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y un giro geopolítico contra China. Tras dos meses de resistencia, Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo cedieron y aceleraron las medidas. El Tesoro norteamericano ya pisa Buenos Aires para garantizar el cumplimiento. Washington pide mucho más que ajuste: quiere influir en el gabinete, quedarse con recursos estratégicos y allanar el camino a una eventual dolarización.
 
La "tercera fase del programa económico" de Milei y Caputo es, en realidad, la primera fase del programa económico dictado desde Washington para el gobierno argentino. El dólar no se cayó como un piano, como anticipaba el presidente, sino que sufrirá una nueva devaluación, cercana al 30 por ciento, que invita a imaginar un nuevo salto después de las elecciones de octubre. Exactamente lo contrario a lo planeado. El fracaso es completo.
 
La visita del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, que este lunes se hará un hueco en la agenda durante el punto álgido de la más grande guerra comercial de la historia moderna para llegar a Buenos Aires con el acuerdo ya firmado, sólo puede explicarse si viene a controlar su aplicación. Entre las condiciones que se conocieron hay reformas estructurales regresivas y el fin de los subsidios a la energía. Hay otras que no figuran en los documentos públicos.
 
La salida del cepo, a las apuradas, responde menos a una estrategia macroeconómica que a una exigencia de Estados Unidos y a la necesidad de tapar con algo que parezca una buena noticia el dato de inflación de marzo, que echó por tierra el último capital simbólico del gobierno. Sin reservas, con devaluación y precios otra vez retroalimentados, pidiendo la escupidera al FMI y aplicando más ajuste va a ser difícil explicar el sentido del sacrificio que se hizo hasta ahora.
 
Este mismo acuerdo con el Fondo estaba sobre la mesa desde comienzos de febrero, pero se demoró dos meses por la resistencia de Milei y Caputo a devaluar y sacar el cepo. El viaje fallido a Mar-a-Lago, donde esperaban pedirle personalmente a Donald Trump una dispensa, les hizo entender finalmente, que no habría desembolso sin que se cumplan esas dos condiciones. Durante esos dos meses las reservas del Banco Central cayeron 5 mil millones de dólares.
 
Desde el regreso de Mar-a-Lago todo se precipitó en tiempo récord, lo cual da cuenta de que las negociaciones ya estaban en estado avanzado. El 4 de abril el presidente y el ministro de Economía desairados aterrizaron en Buenos Aires. El 8 de abril se publicó el Acuerdo Técnico. El 12 de abril el directorio del FMI aprobó el nuevo programa en una reunión en cuya agenda originalmente no iba a tratarse el caso argentino. Se completó en cuatro días algo que suele tomar semanas.
 
Esto no habría sido posible sin el apoyo de la Casa Blanca, que se encargó de hacer saber que supervisa de cerca las negociaciones a través de Mauricio Claver Carone, un halcón que ya había facilitado el préstamo de 55 mil millones a Mauricio Macri. Mientras Milei estaba en Mar-a-Lago esperando la foto que nunca iba a llegar, él a pocos kilómetros hacía explícito uno de los puntos del acuerdo no escrito: para contar con Trump, Milei debe alejarse de China.
 

13-04-2025 / 09:04
Como disfrazar una derrota. El mismo día que devaluaron se conoció el dato la inflación de marzo que casi se duplicó y rozó un altísimo cuatro por ciento mensual. Es imposible ahora determinar cuanto será el traslado a precios de este treinta por ciento de depreciación de la moneda, pero no augura nada bueno.
 
Milei y Caputo se cansaron de desmentir y atacar a todos aquellos que anticipaban este desenlace por la inconsistencia del esquema cambiario que habían armado. Incluso sus funcionarios, como el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se burlaron cuando LPO anticipó el 9 de enero que el FMI estaba exigiendo un salto devaluatorio inicial, eliminar el dólar blend y liberar el cepo. Luego esta semana también se anticipó la flotación entre bandas.
 
De manera que Milei y su ministro se convirtieron en mandriles este viernes negro para el relato libertario. Esa es la metáfora que el Presidente acuñó junto a la de econochantas, para referirse a los economistas que contradecían sus dogmas. Es evidente que la sutileza no es lo suyo, ahora también sabemos que los pronósticos tampoco.
 
Del dólar que se iba a derrumbar a 600 pesos y la inflación que bajaba a cero (si sacábamos al mundo, la carne, los servicios y alguna otra cosa) a este 3,7% de marzo, lo que hay en el medio es la realidad de un programa que fracasó, remplazado por una apuesta audaz que descansa sobe dos supuestos: que liquide el campo y que no se espiralice la inflación.
 
Una apuesta que no logra ocultar que ir al Fondo a buscar un salvataje tan desesperado que se acepta devaluar en medio de un pico de inflación, es la descripción de un fracaso. El programa acordado es un clásico del FMI: devaluación, flotación, meta exigente de acumulación de reservas -USD 4,5 mil millones a junio-, privatizaciones, reforma jubilatoria -subir la edad mínima- y, por supuesto, un 0,5% más de ajuste fiscal.
 
Las medidas anunciadas son un triunfo interno de Sturzenegger que venía empujando, en sintonía con el FMI, el esquema de flotación del dólar. Con toda la mala leche del mundo, su segundo Lucas Llach, lo anunció en X un día antes.
 
Pero vayamos a lo importante: ¿Cómo sigue esto? Caputo buscó ponerle miel al mal trago de cargar a la Argentina con otro mega crédito del FMI, que se suma al que tomó Macri. Dijo que gracias a estos nuevos USD 20 mil millones se levantará el cepo. Con el paso de las horas se supo que siguen restricciones por aquí y por allá.
 
Es lógico: permitir la libre compra de dólares, sin reservas, en medio de un salto inflacionario es lo más parecido a pegarse un tiro en la cabeza. En concreto, hay liberación cepo para parte del flujo, no para el stock. Para los dividendos atrasados, Bopreal. Los nuevos, veremos cuando cierre el ejercicio 2025.
 
Pero la gran pregunta es cuanto se trasladará a precios de esta devaluación del 30%. Una pregunta crítica para el gobierno que tiene una elección clave en la Ciudad el próximo 19 de mayo, en la que se juega su disputa por el liderazgo de la derecha argentina con Macri
 

12-04-2025 / 10:04
El grupito de jubilados de los miércoles se convirtió en la columna vertebral del movimiento. Así han cambiado los tiempos. Miércoles de tragar gases, miércoles de soledad y represión, hasta que se disparó la solidaridad masiva de los hinchas de fútbol. Y otro miércoles vinieron los movimientos sociales y algunas agrupaciones y éste, la CGT y las dos CTA.
 
El jueves, un paro general convocado por una conducción más inclinada al diálogo y la negociación. Y otra vez, posiblemente esta sea la vencida, el el gobierno de Javier "el Loco" Milei anunciaron el cierre de una negociación con el Fondo Monetario Internacional cuyas consecuencias, inexorablemente, caerán sobre las espaldas del pueblo, con una inminente devaluación cuando se intente llevar el dólar a una flotación simultánea con el levantamiento del cepo anunciado para el lunes próximo.
 
El paro tendría que ser motivo de reflexión para el gobierno que tiene a los gremios bajo la amenaza de intervención a las obras sociales y el retiro de la obligatoriedad de los aportes sindicales. Además, no se trata de una conducción alineada con los combativos. Por el contrario, es una conducción que, con la salida de Pablo Moyano, se hubiera sentado en una mesa de negociación.
 
Pero este gobierno es binario: todo y nada. Adora a un Donald Trump que lo desaira y niega la palabra a los trabajadores, muchos de los cuales lo han votado. Se somete a los intereses del presidente norteamericano, y niega los de los trabajadores representados en sus gremios. Fueron numerosos los intentos fallidos de la CGT para que el gobierno los sentara a una mesa de negociación.
 
Otra vez los mensajes en las terminales de trenes con una voz robótica que demonizaba a las organizaciones sindicales y al ejercicio del sindicalismo como culpable de todos los males. Un clima futurista y apocalíptico porque había pocas personas y los mensajes se repetían en forma automática en las estaciones semivacías. En los ferrocarriles hubo alto acatamiento. Como en otros paros, parte del transporte hizo huelga y en general, la industria también, pero se sintió poco en el comercio.
 
Hubo mucho clima de paro. Los anuncios del Indec que minimizan la inflación y el minué de afirmaciones y desmentidas con el Fondo Monetario alimentaron el malhumor de la sociedad. Diez veces anunció el gobierno que el acuerdo estaba cerrado. Con esos anuncios trató de tranquilizar a los operadores del mercado y en general al mundo empresario. Pero al repetir tantas veces la misma cantinela, en vez de tranquilizar, puso en evidencia su fragilidad. Transmitió a la sociedad que la inflación, los salarios y la economía en general, dependían de ese acuerdo.
 
Los medios, incluso los oficialistas, se hicieron cargo de ese mensaje: el acuerdo o el abismo. El debate transcurrió sobre ese filo. Los medios oficialistas insistían que el acuerdo estaba cerrado sin problemas. Desde la oposición se destacaba los obstáculos que ponían los técnicos del Fondo, lo cual fue real.
 
En todo caso, unos y otros estaban diciendo que el gobierno se iba al diablo si no conseguía los dólares prestados. Al final, el contenido del debate no fue lo más importante, sino la insistencia por anunciarlo. Le transmitieron fragilidad a esa parte del electorado que mantiene su respaldo a Javier Milei con la ilusión de que finalmente las cosas mejoren y termine con la inflación.
 
 

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